Exactamente son 15 días los que le aguardan a Teresa Fuentes (Molina de Segura, 1976), secretaria de la Asociación de Amigos de Ritsona, junto con otros compañeros como Joaquín Sánchez, 'el cura de la PAH', para aterrizar en Atenas y conocer de primera mano la situación de las personas refugiadas con las que trabajan.
Amigos de Ritsona se preocupa, sobre todo, de encontrarles una casa para que no se vean obligados a malvivir en las calles de la capital griega que, en algún momento, llegaron a parecer un albergue bajo el cielo.
Fuentes, una mujer valiente y decidida, lleva viajando a Grecia todos los años desde 2016 para ver cuál es la situación en terreno y así, ir adaptando el destino de los fondos con los que cuenta la asociación.
La secretaria general de Servicios de CCOO de la Región de Murcia, no se arredra ante la adversidad y tampoco ceja en el empeño de que no nos olvidemos de las personas que se han visto obligadas a huir de sus países y a quienes el Gobierno griego “invisibiliza”.
Amigos de Ritsona acude a Grecia todos los veranos desde hace ocho años para comprobar in situ cómo podéis ayudar mejor a las personas refugiadas con las que trabajáis. ¿Cuál ha sido la evolución de esta situación durante esos años?
La evolución ha sido la de intentar invisibilizar el problema. Durante estos años hemos visto cómo se han ido cerrando los campos de personas refugiadas que estaban cerca de poblaciones urbanas, desplazando de esta forma los campos a las afueras de la ciudad donde es complicado que se vean.
Además, se están convirtiendo en cárceles y las personas voluntarias cada vez nos encontramos más dificultades para acceder a las instalaciones o a las zonas donde pueden salir los residentes a pasear o a ir al supermercado. Los alejan para aparentar que el problema no existe.
Por otro lado, se siguen vulnerando sistemáticamente los derechos humanos ya que de forma habitual se realizan devoluciones en caliente y exponen a estas personas a una muerte probable, dejándolos en medio del mar en aguas turcas en embarcaciones que no son seguras y totalmente desamparados.
También nos han contado ONG que actúan en terreno que es bastante habitual que cuando las embarcaciones llegan por la noche les quitan sus pertenencias e incluso violan a las mujeres para abandonarlos después a su suerte en el mar. Una lección para que no intenten cruzar a Europa.
¿Por qué te embarcaste en este proyecto?
Después de visitar por primera vez los campos de refugiados y comprobar en terreno la realidad que tenían me inundo una rabia y una tristeza que me impidió continuar con mi vida obviando esta realidad. No solo me pasó a mí, varias compañeras y Joaquín Sánchez, el cura, decidimos dar un paso más y poner nuestro granito de arena creando la Asociación Amigos de Ritsona. Sigo sin entender cómo es posible que los gobiernos traten así a personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.
¿Cuál es la cuestión con la que te has sentido más impotente durante este tiempo?
Lo más duro fue darme cuenta de que es muy complicado cambiar una realidad tan dramática y que afecta a tantas personas. Cuando tocas el terreno te sientes impotente por todo, son tantas las injusticias que se están cometiendo con las personas refugiadas...
Recuerdo que cuando llegamos a Lesbos, en 2018, dos años después de estar colaborando en Grecia, pensaba que ya lo había visto todo. Allí se encontraba el campo de Moria, en aquel momento era el campo de refugiados más grande de Europa con más de 20.000 personas en un lugar preparado para albergar a 2.500.
Ver a niños sin las necesidades mínimas cubiertas, madres sin los alimentos básicos para sus peques, comida nefasta, escasez de agua potable, personas con enfermedades mentales que, de forma constante, se autolesionaban e intentaban quitarse la vida. Entonces una media de 150 personas al mes intentaba quitarse la vida, entre ellos muchos menores, sin saber cuándo iban a salir de allí y la incertidumbre de su futuro. Fue terrible.
¿Crees que el Gobierno y la sociedad griega han estado a la altura de las circunstancias?
En 2015 cuando comenzó la crisis migratoria el Gobierno griego se encontró con una situación que le desbordaba. Las islas griegas se convirtieron en un nodo central de las rutas migratorias de entrada a la Unión Europea a través del Mediterráneo, debido a su cercanía con la costa turca. No era fácil gestionar esa crisis migratoria y era fundamental que se implicaran los países de la Unión Europea (UE).
Grecia, cada vez más, ha ido endureciendo sus políticas migratorias, sobre todo, cuando en 2019 entró la derecha al Gobierno griego. Pero no solo Grecia no ha estado a la altura, tampoco lo ha estado ninguno de los gobiernos que conforman la UE. Entre otras medidas, al incumplir los cupos de acogida a los que se comprometieron y aprobando acuerdos, como el reciente pacto de migración y asilo, que complica cada vez más el futuro de estas personas reduciendo las garantías del derecho de asilo y reforzando las políticas de externalización de fronteras a personas que lo único que quieren es sobrevivir y poder rehacer sus vidas.
¿Cómo ves la criminalización en ciertos países europeos de las ONG que ayudan a las personas refugiadas?
Me parece terrible e indecente. En vez de afrontar el problema desde el respeto a los derechos humanos, se persigue a las personas que, de forma altruista, nos preocupamos por un drama que tendrían que solucionar los gobiernos. Ellos son los que tendrían que pagar por las muertes y el dolor que están provocando por sus políticas racistas e inhumanas.
¿Crees que la solidaridad con las personas refugiadas está disminuyendo por el discurso de la ultraderecha -y ahora también la derecha- de criminalizar a los migrantes?
Me gustaría pensar que no es así, y sigo creyendo que la mayoría de la ciudadanía es solidaria, pero cada vez más cala el discurso del odio que están promoviendo estos partidos.
Es de una irresponsabilidad y falta de humanidad que te deja helada. Cada vez que oigo a dirigentes políticos hablando con esa falta de rigor, inventando problemas que no existen, vinculando delincuencia e inseguridad a menores extranjeros sin una cifra que respalde sus declaraciones y tratando a los menores no acompañados como si fueran delincuentes me pregunto qué tipo de personas están al frente de estos partidos. Creo que no nos merecemos estos dirigentes, la ciudadanía a la que representan es mucho mejor.
¿Crees que España seguirá el camino de otros países europeos en los que el asunto de la migración está generando mucha animadversión?
Espero y deseo que no. No es justo dar la espalda a las personas que más lo necesitan y que huyen de países en conflicto por salvar sus vidas, lo que haríamos cualquiera de nosotras si nos viéramos en esa situación.
¿Cómo ves el hecho de que Vox saliera el mes pasado de los gobiernos autonómicos en los que estaba coaligados con el PP por el acogimiento de niños y niñas migrantes procedentes de Canarias, según lo afirmado por el partido de extrema derecha?
Que la ultraderecha salga de los gobiernos siempre es una buena noticia.
No creo que la acogida de 16 menores no acompañados en la Región de Murcia sea un motivo para romper ningún pacto de gobierno. Vox está instrumentalizando el drama de cientos de niños y niñas vulnerables para endurecer su discurso y recuperar el terreno que le está quitando su nuevo rival, Se Acabó la Fiesta.
¿Cómo se puede colaborar con Amigos de Ritsona?
Varias voluntarias volvemos del 19 al 27 de agosto a Grecia, esta vez nos quedamos en Atenas para visitar los proyectos que tenemos en terreno donde se da acogida a personas refugiadas en situación de calle. También queremos comprobar cómo ha evolucionado la situación ya que no sale en los medios de comunicación.
Queremos seguir denunciando este drama y seguir colaborando con las necesidades que tienen, que no son pocas.Tenemos un número de cuenta donde se pueden hacer donaciones y que llevaremos de manera personal en nuestro próximo viaje: ES45 1491 0001 2630 0009 2941