El Vaticano, China, Vox y una demoscópica: los tentáculos del presidente de la Universidad Católica de Murcia
Mucho se ha hablado sobre José Luis Mendoza, presidente de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), y su tendencia a polemizar. Una diatriba de hipérboles que enmascaran el profundo entramado de relaciones que le otorgan un estatus económico y político de primer nivel. Ofrecer un abanico de grados y másteres 'low cost' es su principal fuente de sustento, pero no el único.
No en vano recibió hace menos de un mes, y de manos del Papa Francisco, la cruz 'Pro Ecclesia et Pontifice', una condecoración que le reconoce su trayectoria de servicio al actual sumo pontífice y los dos anteriores, Benedicto XVI y Juan Pablo II. La buena relación del presidente de la UCAM con el Vaticano es vox populi: en 1996 el obispo de la diócesis de Cartagena, Javier Azagra, firmó un 'decreto de erección' que dio la titularidad y propiedad de la Universidad Católica a la Fundación San Antonio, que también es propiedad de Mendoza. Un año después, el presidente de la institución educativa empezó a llevar cheques en persona al Papa para el Óbolo de San Pedro. Uno de esos talones, con una cuantía de 100.000 euros, acabó en manos del mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, a quien acusaron de haberlo robado.
En 2018, se hablaba de los 'tratos de favor' entre el Gobierno de Murcia –del PP– y la UCAM: una larga lista de cargos institucionales con raíces en la católica. Años después, con la sombra de la justicia acechando al presidente de la universidad por supuestas edificaciones ilegales en uno de sus campus, Vox se ha revelado como un partido cercano a Mendoza, en detrimento de los populares. Entre las filas de Vox se pueden encontrar dirigentes con fuertes lazos con la católica, comenzando por su presidente José Ángel Antelo: exjugador profesional en el equipo UCAM Baloncesto Murcia, y ahora empleado en el departamento de marketing de la institución educativa. También se pueden encontrar figuras como la del yerno del propio Mendoza, Rubén Martínez Alpañez, que se graduó en derecho y realizó un máster en la institución educativa.
El discurso ultraconservador del presidente de la UCAM y del partido de extrema derecha hace de su cercanía una alianza natural: Mendoza defendió abiertamente la implantación del veto parental –“esos tiempos de Lenin, de Hitler, pasaron a la historia”–, y el concepto de la 'ideología de género' –“que está ocasionando un grave daño moral e irreparable a nuestros hijos”–. Ambos preceptos impulsados y difundidos por Vox.
El impulso de la institución educativa a través del patrocinio de deportistas es otro de los ejes de influencia de la UCAM, que tiene en su plantilla a 71 federados, entre los que destacan medallistas como Mireia Belmonte –natación–, Carolina Marín –bádminton–, o la primera mujer en ganar una prueba mundial de motociclismo en 2017, Ana Carrasco. Poseen cinco clubes propios: de fútbol, baloncesto, tenis de mesa, piragüismo y esport. A través de ellos, se encauza el patrocinio de la casa de apuestas Versus, de Primafrío –una de las empresas más importantes del sector del transporte a nivel nacional–, o el propio Gobierno de Murcia. Una actividad que le ha asegurado la proyección de la Universidad por todo el mundo. La UCAM se puede encontrar hasta en la lista de las universidades recomendadas por el Gobierno de la República Popular China, otro de sus puntos de expansión en los últimos años.
Escuela de negocios y embriones quiméricos
La relación de Mendoza con el país asiático es manifiestamente fructífera: en 2019, reforzó la presencia de su universidad en China a través de un acuerdo de colaboración con una escuela de negocios del país. Un convenio con el que implementó un programa Master Business Administration (MBA) en Shanghái, Pekín y Shenzhen. Mendoza explicó en su día que los alumnos, en su mayoría empresarios chinos, irían a la UCAM después de realizar un año de estudio, con la ocasión de tener encuentros con empresarios de la Región para “generar oportunidades de inversión”. El pasado abril se celebró el inició de un nuevo curso con 300 estudiantes.
El campo de la enseñanza no es el único que ata al país asiático con la católica. Hace tres meses, la propia institución se hacía eco de una investigación con embriones quimera de macacos y humanos, financiada en parte por la propia institución educativa. Liderada por Juan Carlos Izpisua, Catedrático de Biología del Desarrollo de la UCAM en colaboración con una universidad de Yunnan, la investigación busca revelar información de un valor “incalculable sobre cómo se desarrollan e integran las células humanas, y cómo se comunican entre sí las células de diferentes especies”. Un proyecto que choca con los preceptos sobre la bioética y el uso de embriones divulgadas por la propia Iglesia, y que ha supuesto un profundo debate sobre las prácticas de Izpisua en el seno de la instituciones educativas superiores católicas.
No está de más recordar que Mendoza llegó a tildar al actual Gobierno una “auténtica dictadura de izquierda” a cuenta de la disputa por el veto parental impulsado desde la extrema derecha que intenta implantarse en los colegios murcianos. En una de sus intervenciones más sonadas del pasado año, el presidente de la católica insinuó una conspiración entre el multimillonario y cofundador de Microsoft, Bill Gates, y el magnate George Soros para implantar chips en las vacunas contra el coronavirus, acusándolos de “esclavos y servidores de Satanás”. Posicionamientos que no le han impedido llegar a acuerdos con China, conocido por la hipervigilancia a la que somete a sus ciudadanos con métodos como el reconocimiento facial o la videovigilancia, potenciadas tras la aparición de la COVID–19.
Observatorio demoscópico
La Universidad Católica encontró un nuevo sector influyente en el que desarrollarse a través de la creación del Observatorio Español de Estudios Demoscópicos en mayo de 2019, a pesar de que la UCAM no cuenta con las Facultades de Ciencias Políticas o Sociología.
Pablo Blesa, director del organismo y actual decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Comunicación de la Universidad Católica –en la que nació la idea de montar una demoscópica–, lo destacó entonces como una “herramienta útil para la investigación de la UCAM” para empresas, partidos políticos y medios de comunicación. El proyecto está capitaneado por el politólogo Francisco López Carvajal, un colaborador externo a la institución educativa.
En la Región también puede encontrarse el Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (CEMOP), formado por un Grupo de Investigación de la Universidad de Murcia (UMU) y subvencionado por la Asamblea Regional, que publica barómetros de otoño, invierno y primavera desde 2018, aunque sus primeros trabajos se remontan al año 2000.
El pasado mayo el Observatorio de la Universidad Católica volvió a hacer público el resultado de su último sondeo adelántandose un par de semanas al elaborado por el CEMOP. El barómetro de la UCAM se realizó entre el pasado 10 y el 17 de mayo, mientras que el del CEMOP se llevó a cabo entre el 4 y 14 de ese mismo mes. Ambas demoscópicas le daban mayoría al PP y Vox, pero mientras el realizado por la Universidad de Murcia le quitaba un escaño a Vox frente al anterior barómetro de invierno –pasando de 7 a 6–, el de la UCAM le otorgaba un diputado más al partido de ultraderecha con respecto al anterior –de 7 a 8–.
Unos márgenes de variación que fluctúan en función de la metodología y la 'cocina' que se hace con los datos recopilados en las encuestas. Fuentes de la demoscópica de la UCAM indican que el tamaño de muestreo y el número de encuestas es similar a la del CEMOP. “En la suma de elementos como simpatía, intención de voto o recuerdo de voto cada demoscópica pondera en base a unos criterios” señalan las mismas fuentes, que sostienen que esa baremación se hace “siempre” desde una metodología científica.
25