Zafra de Abajo al desnudo: vecinos de Murcia hacen un calendario nudista para la Navidad
“La España vaciada está llena de gente con buenas ideas”, dice Mavi al teléfono. La vecina de Peña Zafra de Abajo es una de las participantes del calendario nudista que por segundo año consecutivo ha realizado la asociación de vecinos de la pedanía del municipio murciano de Fortuna. Esta pequeña aldea, de menos de veinte habitantes, consiguió en 2022 llamar la atención de medios de comunicación locales, nacionales e internacionales gracias a la iniciativa de poner a todo el pueblo como Dios los trajo al mundo.
“En 2020 a una amiga nuestra le recomendaron fotografiarse desnuda, y acudió a nosotros”, explica Juanjo, fotógrafo del estudio Juanjo y David Photo. “En un primer momento sentimos algo de pudor, pero descubrimos que el desnudo puede inmortalizarse sin que sea algo erótico, así que empezamos a hacer retratos a gente de nuestro alrededor, de Abanilla. De repente, vimos que cada persona tiene su historia: un chico quería homenajear a su padre, que había fallecido, una chica operada de cáncer de mama quiso enseñar el pecho...” enumera Juanjo a elDiario.es de la Región de Murcia.
De esta forma, la pareja de fotógrafos llevó a cabo una exposición en Fortuna en la que cada imagen iba acompañada de un texto que reflejaba la historia de cada modelo. Según cuenta Lucía Nicolás, de la asociación de vecinos de Peña Zafra de Abajo, así fue como conocieron a Juanjo y a David. “Llevamos cuatro o cinco años con la asociación, los socios pagan cinco euros al año, que es una cosa simbólica, y en Navidad rifábamos un jamón, vendíamos papeletas... pero al final acabas comprometiendo a todo el mundo y no recaudábamos ni trescientos euros”, recuerda.
Pedro Sánchez al desnudo
Los vecinos y la pareja de fotógrafos idearon la confección de un calendario que el año pasado arrasó con cualquier previsión posible: “Casi llegamos a quinientos calendarios vendidos. Tuvimos que utilizar el traductor de Google para gestionar pedidos de Alemania. Pedimos cien y pecamos de pringaos, no tuvimos tiempo ni de dedicarlos. Este año está siendo más paulatina la venta y es de agradecer”, cuenta Lucía.
“Sorprende que en un pueblo tan religioso haya funcionado tan bien y que los vecinos hayan respondido de esta forma”, observa. Uno de los vecinos al desnudo tiene 101 años y se llama Pedro Sánchez: “No veas el cachondeo que había con lo de Pedro Sánchez desnudo”, confiesan los vecinos. “Si te lo piensas mucho a lo mejor no lo haces”, comenta Mavi.
Un calendario que, en 2023, estuvo a punto de no llevarse a cabo. Mavi, sin embargo, explica que hacia finales de octubre lo que se comentaba por el pueblo es “que tenemos que juntarnos, comernos unas gachasmigas y empezar a planear los siguientes pasos. ¿Cómo no vamos a hacer esto? Así que, como había poco tiempo, en lugar de fotos individuales decidimos hacer una foto grupal. ¡Un sábado a las nueve de la mañana! Lo pasamos peor por el frío que por el pudor. El año que viene tendremos que hacer otro, a ver a qué periodista desnudamos para dar visibilidad (risas)”.
Un grito por la España vaciada
Elisa, otra de las participantes, ha comentado a este diario que parte de la intención de este calendario es la de dar visibilidad a las zonas rurales: “Hay que estar preparado para vivir en una zona así, tener coche para todo. Aquí cultivamos nuestras verduras, tenemos gallinas”. Los vecinos de Peña Zafra de Abajo conviven con una cantera que empeora bastante la calidad de vida. Mavi nos cuenta que “viviendo en mitad de la naturaleza lo que se debería escuchar son los pájaros y los bichos, pero lo que estás escuchando todo el tiempo son los ruidos de la cantera, de las máquinas y sus vibraciones, todo lleno de polvo”.
Una pedanía que no llega a la treintena de habitantes ha conseguido captar la atención de toda la Región -como poco- y reclamar más protección para una zona en pleno proceso de abandono. Cuenta Lucía Nicolás que la casa de sus abuelos tiene más de doscientos años: “Hay también un árbol monumental centenario, estamos dejando perder toda esa riqueza. Nosotros no somos víctimas de la tala de árboles monumentales como en otros lugares, pero sí somos víctimas de la contaminación”.
Según la vecina de Peña Zafra de Abajo, el objetivo de su asociación es “reenamorar a la gente que se ha desencantado de vivir en estos lugares por falta de comodidad y de recursos, y mantener el sentimiento de lucha y ser combativos”.
A raíz del calendario del año pasado, tres o cuatro familias de Latinoamérica escribieron a los vecinos interesados en venir en la pedanía, creyendo que ofrecían trabajo y casa: “¡Ojalá!”, lamenta Nicolás. Los propios Juanjo y David se mudaron desde Novelda a una zona rural de Abanilla para vivir: “Nuestros amigos nos preguntan que si estamos bien aquí. ¡Si tenemos de todo, hasta fibra óptica!”, celebran los fotógrafos.
“Queremos reivindicar que las pequeñas pedanías también existen y tienen que tener los mismos derechos que los demás pueblos, porque hay vecinos que han tenido que abandonar esto por temas de salud o salud mental, este calendario es también un grito para pedir ayuda”, concluye Lucía Nicolás.
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