Tres exalumnos del seminario Santa María del Mar en La Marina de Elche han denunciado ante los Maristas y ante el Defensor del Pueblo abusos sexuales entre 1970 y 1973 de uno de sus profesores, Joaquín Bascuñana García, que años más tarde dejó la vida religiosa y entró en política de la mano del PP, según publica este martes El País. Bascuñana fue senador y delegado del Gobierno en Murcia durante el mandato de Mariano Rajoy, entre otros cargos.
El presunto delito que se denuncia está prescrito y los tres antiguos alumnos —hoy, entre 60 y 61 años— lo han trasladado a los maristas (que abrieron una investigación en 2021) y a la comisión del Defensor del Pueblo que indaga sobre los abusos de menores en la Iglesia católica. Bascuñana ha negado las acusaciones a preguntas de El País. “No doy crédito, no lo puedo entender, no tengo conciencia de ello, juro por lo más sagrado que nunca en mi vida he tocado un niño”, ha respondido. Cree que es “insólito” que se le dé crédito a “acusaciones de unos supuestos roces de hace 50 años que destrozan a un hombre, a una familia y a su trayectoria”. En la época a la que se refieren los alumnos, Bascuñana tenía entre 19 y 22 años —a los 30 dejó la vida religiosa— e indica a El País que en 1972 la mayoría de edad era de 21 años, por lo que él mismo sería menor en algunos de los años de los presuntos hechos denunciados.
El primer estudiante contó su experiencia en un artículo en El País en verano de 2021, en el que identificaba a su presunto agresor como “hermano Joaquín” y acusaba a los maristas de encubrir el caso. Fue expulsado del centro. Este exalumno lo denunció el 24 de julio de 2021 a la orden a través del correo del servicio de atención a las víctimas de pederastia y en ese email sí especificaba que se trataba de Joaquín Bascuñana. La respuesta del delegado provincial de protección de la infancia de la provincia marista Mediterránea a ese email no ponía en duda lo relatado, le pedía perdón en nombre de la institución y le informaba de la apertura de un proceso para esclarecer los hechos, una investigación de la cual no hay información a día de hoy.
El testimonio del exalumno es que el hermano Joaquín le asaltó en varias ocasiones tras los ensayos del coro, aprovechando que estaban a solas. “Se subía la sotana, para que le diera más placer, se la enganchaba en el cordón y se restregaba, te tocaba. Yo notaba su miembro erecto pero el horror me paralizaba. Intentaba zafarme de él, pero su fuerza me lo impedía. Se ponía contra la puerta para que no entrara nadie. Una vez le sorprendí en la sala de profesores enganchado con otro chico. Las noches que le tocaba de guardia en los dormitorios, donde disponía de una habitación junto a los aseos, salía a buscar a sus víctimas. Yo me tapaba hasta arriba para que no me viese y rezaba para que no me tocara a mí”, dijo a El País.
Tras ese primer relato otros dos antiguos alumnos dieron su testimonio al periódico, que los incluyó en el informe sobre abusos que luego fue entregado al Papa y a la Conferencia Episcopal. “Un día se presentó en clase y pidió un voluntario para ayudarle en el taller de fotografía, para revelar fotos. No sé si levanté la mano, cuántos la levantamos o si él eligió al azar. La cuestión es que fui con él al laboratorio y todo iba normal, hasta que en un momento dado me abrazó por detrás, como jugando, y noté como restregaba su miembro erecto contra mi trasero. No tuve la oportunidad de decir nada ni de reaccionar”, contó el segundo estudiante.
El tercer alumno, que estuvo en el centro de 1971 a 1973, explicó también que el profesor le abrazaba por detrás y, tras subirse la sotana, le acariciaba. “Esto ocurría cuando me pedía que le ayudase a revelar fotografías. Se restregaba contra mí, me sobaba. En otras ocasiones fue en el sótano donde estaba el gimnasio y en los vestuarios, donde me mandaba a ordenar los balones y luego me pillaba solo, tenía que buscar el momento”. Se lo contó al capellán esperando solucionarlo, pero después “se cebó más” con él.
Bascuñana asegura que su salida de los maristas fue voluntaria. En 1985 ingresó en el PP y se convirtió en concejal de su pueblo. En 1995 fue elegido senador, en 2002 nombrado consejero de Obras Públicas y en 2007 responsable de Política social, mujer e inmigración. Dimitió en 2015 como delegado del Gobierno tras su imputación en un caso de corrupción urbanística.