Santiago Abascal se ha hecho con el control de Vox en Murcia. El movimiento llega después de que esta autonomía se ha convertido en un fortín para el partido de extrema derecha, después de que en las elecciones del pasado 10 de noviembre la formación fuese la más votada, obteniendo 10.000 apoyos más que el PP.
Con este resultado por primera vez Vox conseguía ser primera fuerza en una comunidad. La dirección nacional ha logrado controlar esta delegación, tras el cese anunciado este martes de la dirección del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) al completo. Las versiones sobre el motivo por el que se ha producido esta decisión son dispares.
Oficialmente desde el partido aseguran que el presidente autonómico y diputado de la Asamblea, Pascual Salvador, dimitió “por acumulación de funciones” ya que también está presente en “en varias comisiones” parlamentarias. Estas mismas fuentes aclaran que ante la dimisión del presidente “el CEP se disuelve” y por ese motivo se “nombrará una gestora”.
La postura anunciada por el partido no cuadra con la dinámica que han adoptado sus cargos nacionales. La mayoría de los miembros de la dirección controlada por Abascal son diputados en el Congreso. En el caso del secretario general, Javier Ortega Smith, va más allá porque compagina el cargo orgánico, su escaño nacional y su puesto como concejal en el Ayuntamiento de Madrid.
El anuncio del cese de la directiva se produjo este martes, los miembros del Comité enviaron un mensaje a “coordinadores y concejales” despidiéndose en el que no mencionaban la dimisión de Salvador. En ese escrito aseguraban que este órgano directivo “ha dejado sus funciones y se creará una gestora para llevar a la organización al proceso electoral interno de la primavera”.
Asimismo, planteaban que “después del éxito de las elecciones en Murcia” el partido “necesita cambiar su organización y personas nuevas deben incorporarse”. En esa misma línea se pronunciaba el vocal y vicesecretario de juventud, David Ibáñez, en declaraciones a Efe destacando el “exceso de trabajo” de la Ejecutiva regional dado el “gran crecimiento” experimentado desde su nacimiento: “No dábamos abasto”.
Fuentes parlamentarias regionales aseguran que este mensaje “se ha publicado mal”. “No es que dimitan porque tienen mucho trabajo. Lo que se plantea es que las necesidades del partido ahora no son las que eran y hay que hacer una reestructuración”, inciden. Estas mismas fuentes insisten en que han tomado esta decisión para que el partido sea “ecuánime” ante las elecciones provinciales.
Denuncias de irregularidades económicas
Este miércoles la dirección nacional enviaba a los medios de comunicación una circular firmada por el vicesecretario de organización, Tomás Fernández, y dirigida a “afiliados y simpatizantes” con la que pretendían defender que no ha habido “destitución”. En ese documento aseguran que Salvador “presentó hace varias semanas su dimisión, pero aceptó la solicitud de la dirección nacional de Vox de mantenerse durante el proceso electoral”.
La gestora impuesta por Abascal tendrá que hacer frente a un grupo de seguidores críticos que hay en Vox Murcia. En Cartagena, uno de ellos llegó a denunciar a dos miembros del cesado CEP, a Salvador y al secretario, Francisco Carrera, así como al coordinador de Vox en Cartagena, Luis Armada Dorda, por presuntos delitos económicos e infracciones relativas a la ley de financiación de partidos, según publicó La Marea.
En Lorca también hicieron frente a acusaciones de presuntas irregularidades financieras por el fichaje que hizo el partido para encabezar la lista en ese municipio, Marisa Arcas. Finalmente, esta mujer fue apartada de la lista en el último momento, llegando a señalar que fue expulsada tras denunciar estas supuestas gestiones económicas deficientes.
La contratación del hijo de Carrera como personal eventual del grupo de Vox en el Ayuntamiento de Murcia tampoco ha sido bien acogido entre parte de la militancia. Fuentes cercanas al partido explican que hubo discrepancias con la dirección nacional al conocerse la selección de este joven de 28 años, que lleva año y medio colegiado como letrado, para un puesto al que le corresponde un sueldo anual bruto de 49.000 euros.
Estas mismas fuentes hablan de “una guerra interna que quiere ganar Luis Gestoso”, diputado nacional de Vox y el principal negociador del pacto de investidura que hizo posible que el PP siguiera al frente de la Región de Murcia. Estas mismas fuentes insisten en que los responsables del partido en Murcia no querían dimitir, pero que Santiago Abascal los ha obligado a dimitir a instancias de Gestoso.
La dirección nacional todavía no ha anunciado los nombres de los afines a los que pondrán a gestionar el partido hasta las próximas elecciones orgánicas. Desde Madrid han anunciado que están trabajando en “la selección del mejor equipo”. Los afiliados que celebran el cese del CEP están a la espera de conocer a los escogidos y miran de reojo a Jaén. En esa provincia tras la disolución del comité de dirección mantuvieron a una de las protagonistas de las críticas internas, Salud Anguita, como máxima responsable de la gestora.