Las asociaciones Antox, Aralar y Proyecto Hombre han mostrado este martes en el Parlamento de Navarra su “preocupación” por el uso de videojuegos como “precursores de los juegos de azar” entre la población joven y del “cambio” del concepto de modelo a través del “pago para ganar”, como es el caso de la adquisición de 'habilidades' o las conocidas 'cajas recompensa' durante una partida. Así lo ha indicado Blanca Martínez, de la asociación Antox, quien ha alertado de las edades cada vez más tempranas en la iniciación a este tipo de prácticas, que ha ubicado en torno a los 12 años. Por su parte, desde Proyecto Hombre, Garikoitz Meindigutxia ha pedido iniciativas encaminadas a atajar la normalización de las apuestas entre los menores de edad, como la limitación de la publicidad, además de ampliar las distancias mínimas entre salones de juego que ascienden a un total de 62 en la comunidad foral.
Según han alertado, el volumen de establecimientos de esta tipología se ha visto duplicado en Navarra desde 2010. De hecho, la concesión de nuevas licencias fue paralizada por el Gobierno de Navarra desde 2019 y hasta el 30 de septiembre de este año, a la espera de una modificación legislativa de la actual Ley del Juego que buscará atajar esta problemática social y en la que trabaja ya una ponencia parlamentaria. En Navarra, el primer Ayuntamiento en limitar en su ordenanza municipal la distancia mínima de 400 metros entre salones de juego fue el de Noáin, seguido de otros como Huarte, Ansoain, Puente La Reina, Egüés, Pamplona o Berriozar.
En los últimos años, la comunidad foral ha experimentado un incremento del 4% en las cantidades apostadas, hasta alcanzar los 356 millones de euros en el año 2018. Además, se ha pasado de 42 millones recaudados en 2013 a más de 92 en el año 2019. Estas cifras están recogidas en el informe 'Una aproximación a la realidad de los juegos de azar en la juventud de Navarra’ realizado por estas entidades con la financiación de la Fundación Caja Navarra. Tal y como ha explicado Sergio García, de la asociación Aralar, este documento ha sido elaborado en el marco del 'Proyecto prevención ludopatía en jóvenes' que, con una duración de tres años, persigue diseñar un programa de prevención de la adicción al juego.
Dicho estudio se basa en las encuestas realizadas a 2.812 personas con una edad media de 19,6 años, de las cuales un 52% son mujeres. Entre las conclusiones destaca el perfil masculino como más propenso a la iniciación a esta práctica, ya que un 15% de los varones sí ha jugado mientras que un 85% afirma no haberlo hecho nunca o de manera esporádica. Este último porcentaje se eleva al 97% en el caso de las mujeres. Respecto a la edad media de iniciación al juego, esta se ubica en los 16,5 años. El juego “por excelencia” son las apuestas deportivas (40%), mientras que el juego presencial supera al formato online con un 83%. Según recoge el informe, un 1,9% presenta problemas más graves de adicción al juego. “Detrás de este porcentaje hay personas y familias que están viviendo un gran drama social”, ha señalado Blanca Martínez. En estos casos, uno de cada cinco afectados refieren antecedentes familiares, un 40% padece fracaso escolar y repetición de curso académico, mayor consumo de drogas, a la vez que hasta un 60% realiza deporte federado.
Con esta información recabada, las tres entidades han explicado las iniciativas en las que se hallan trabajando dentro del proyecto de prevención, como es la campaña 'Apostar no es un deporte'. Por medio de esta, y a través del Instituto Navarro del Deporte, se han editado 1.000 carteles y 5.000 folletos para difundir entre federaciones y asociaciones deportivas. Estas acciones, ha indicado Mendigutxia, tienen por objetivo retrasar la edad de inicio a los juegos de azar en adolescentes y jóvenes, generando alternativas de ocio saludable e incidiendo en la información y prevención con las familias. En este sentido, ha planteado la necesidad de implantar acciones sobre las dos variables que están detrás del inicio temprano al juego, como son la accesibilidad a los locales y la normalidad sobre esta práctica percibida entre los más jóvenes. Así, ha pedido entre otras cuestiones ampliar las distancias entre salones de juego o limitar la publicidad, al tratarse de iniciativas “muy eficaces” para prevenir la iniciación y adicción a los juegos de azar.