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Contenido ofrecido por Clínica Arencibia

Trasplante capilar: cómo aclararse de una vez por todas entre todas las técnicas que ofrecen las clínicas

La médica especialista realiza mediante zafiro las incisiones donde se implantarán las unidades foliculares (grupos de cabellos)

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¿Qué es mejor Zafiro o DHI? ¿Qué significa Long Hair? ¿Cuándo elegir el método sin rapar? La oferta de técnicas para el trasplante capilar promocionadas por las clínicas puede resultar abrumadora y confundir a quienes buscan la mejor opción para recuperar su cabello. 

Para aclararnos entre tanta jerga médica y separar las técnicas agresivas de marketing de lo que importa, especialistas de Clínica Arencibia, una de las mejores del norte de España, nos explican en qué debemos fijarnos para elegir el mejor centro para un trasplante capilar

En primer lugar, los expertos coinciden en que la técnica no es un aspecto que deba preocuparnos a los pacientes. “Lo más importante no es que el paciente sepa sobre KEEP o Long Hair y lo pida, sino que acuda a un centro de calidad donde tengan experiencia en todas las técnicas, para determinar cuál es la adecuada en su caso”, afirma el doctor Ney Arencibia, director médico de Clínica Arencibia.

¿Técnicas o simples herramientas?

Resulta que, en realidad, todas estas denominaciones tan rimbombantes -Zafiro, Keep, DHI, Long Hair- se refieren principalmente a variantes de la misma técnica, la famosa FUE (acrónimo de Extracción de Unidades Foliculares). Junto con FUSS (‘Tira de unidad folicular’) es la única técnica de trasplante capilar reconocida desde hace más de treinta años. “Solo existen dos técnicas desde hace más de tres décadas -explica Arencibia-, lo que cambia en estas variantes tan promocionadas es el instrumental que usamos o la forma de aplicar el procedimiento, pero nunca el principio quirúrgico. Las clínicas que venden estos avances como técnicas novedosas o revolucionarias están, cuando menos, exagerando mucho para vender”. 

En la modalidad FUE Zafiro, por ejemplo, los especialistas usan cuchillas de este material para hacer las incisiones donde se implantarán las llamadas ‘unidades foliculares’: el cabello no crece individualmente, sino en pequeños grupos de cabellos que son los que se extraen e implantan en el injerto capilar. Como las hojas de zafiro son más finas que las convencionales, pueden reducir el daño a los tejidos y favorecer una recuperación más rápida. 

“El uso del zafiro depende fundamentalmente de la morfología de las unidades foliculares y de dónde se quieran implantar. Puede ser excelente en algunos pacientes y contraproducente en otros. En todo caso es una decisión del médico responsable del trasplante y la tomará durante la intervención, cuando se extraigan las unidades y se vea su forma, tamaño y destino de implantación. Por eso no tiene sentido que el paciente pida una técnica u otra”, subraya la doctora especialista en trasplante capilar de Clínica Arencibia María José Guerrero. 

Por su parte, el sistema de implantación con KEEP es similar al injerto usado con pinzas, pero más sencillo y normalmente no requiere de un personal experimentado. Sin embargo, “puede ser la mejor opción para la implantación en lugares delicados como las cejas o las barba, incluso para personal experimentado”, recalca Arencibia. Es un dato a tener en cuenta para valorar el expertise de un equipo de trasplante: preguntar si dominan todos los métodos de implantación o solo uno en concreto. 

DHI ('direct hair implantation') es otra de las modalidades más difundidas y demandas por muchos pacientes, sin que la mayoría de ellos sepan explicar cuáles son los motivos que la hacen superior. Este sistema permite implantar las unidades foliculares directamente tras su extracción, usando unos implantadores conocidos como ‘implanter pen’. Resulta paradójico saber que esta modalidad no está pensada precisamente para lograr una gran densidad de implantación, que es lo que muchas clínicas que lo promueven prometen a todos sus pacientes. “Algunas clínicas quieren enganchar a los pacientes con estas supuestas técnicas novedosas, como si todo valiese igual para todos. Y en el camino, incurren en graves contradicciones que pueden resultar en malos resultados para el paciente”, enfatiza Guerrero. 

Una de esas últimas modalidades que muchas clínicas promocionan como ‘el último grito’ es la conocida como Long Hair FUE. Promete mantener intacto el largo del cabello del paciente, ya sea hombre o mujer, y se vende como la solución perfecta para quien desee ocultar el trasplante a todo el mundo. Sin embargo, se trata de un trasplante extremadamente caro y complejo “y ya existe otra modalidad similar con mucho recorrido, el trasplante sin rapar la zona receptora” resalta Arencibia. “Sin rapar la zona receptora conseguimos los mismos resultados con menos horas de trasplante y a menor coste para el paciente, aunque el coste sigue siendo superior al de un trasplante rapando, por su dificultad”. 

Cómo saber si estamos ante un buen especialista

Un buen médico o equipo experto en trasplante capilar no solo debe dominar todas las variantes de implantación mencionadas, sino que también debe saber cómo combinarlas para obtener los mejores resultados en cada caso. “Cada paciente es único y necesita un diagnóstico y un trasplante a medida. Nadie más tiene su cabello, su zona donante, su zona receptora, su línea de nacimiento y su calvicie. Solo él o ella”, recuerda Guerrero. 

A la hora de elegir, podemos pedir que se nos muestren muchos casos reales de pacientes, así como preguntar por el trasplante más complejo atendido y qué técnicas se usaron. En Clínica Arencibia recuerdan cómo uno de sus casos más difíciles requirió la aplicación de todas las técnicas mencionadas para arreglar un trasplante previo mal hecho en otra clínica. Había que aumentar la densidad en dos zonas, redireccionar ángulo y dirección del cabello en las sienes, injertar pelo en la cicatriz de una ceja y extraer cabello corporal, porque la zona donante había sido esquilmada con el trasplante previo.

“Para este paciente combinamos todas las modalidades de trasplante. La extracción de unidades foliculares del pecho la hicimos con Long hair, hicimos FUE sin rapar la zona receptora, para las cejas usamos KEEP, en las sienes un multi-implantador llamado INRUT (DHI) y la redensificación del frontal se hizo con pinzas e incisiones previas con zafiro. A todo eso hay que añadir que tuvimos que evitar ciertas zonas para no estropear los tatuajes del paciente. Fue un caso realmente complejo, pero los resultados fueron excelentes”, explica Ney Arencibia. 

La decisión final: confianza y experiencia

Antes de tomar la decisión final y elegir un clínica de trasplante capilar, es buena idea investigar en distintas fuentes y cotejar recomendaciones y reseñas de pacientes, titulación de un equipo formado y especializado, experiencia acreditada, abundancia de casos de éxito y una filosofía que priorice la salud y las necesidades del paciente. “La clave es que las técnicas no son algo que el paciente necesite entender en profundidad ni pedir. Lo importante es que el equipo médico sea honesto, genere confianza y sea experto en todas las modalidades, para aplicarlas según necesite cada caso”, recalca la doctora Guerrero.

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