El juicio del ‘caso Osasuna’ por los supuestos amaños de partidos en Primera División y las extracciones de dinero injustificadas por parte de seis exdirectivos de Osasuna, entra en su fase final después de cinco semanas de interrogatorios para los once acusados, más de un centenar de testigos y varios peritos. El caso quedará visto para sentencia el 28 de febrero después de haber escuchado las conclusiones de las acusaciones y las defensas y tras la modificación de la fiscal Ana Marcotegui de la solicitud de pena para el exgerente de Osasuna Ángel Vizcay, que ha pasado de los 14 años y 4 meses de prisión a los 5 años y 11 meses después de haberle aplicado el atenuante de confesión y colaboración en el caso. Aquí analizamos algunas de las claves del caso que se juzga en de la sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra, presidida por la letrada Raquel Fernandino, que dirimirá por primera vez si es delito primar a terceros por ganar un partido.
1 - Salvarse a toda costa
1 - Salvarse a toda costa
La pieza del ‘caso Osasuna’ está dividida en varias partes. La que se está enjuiciando ahora se centra en las temporadas 2012/2013 y 2013/2014, en las que Osasuna estuvo metido de lleno en la pelea por mantener la categoría en Primera División, algo que no logró en la 13/14 cuando se consumó su descenso. Para lograr mantenerse en la máxima categoría del fútbol español, los exdirectivos de Osasuna supuestamente pactaron con tres exjugadores del Betis una prima de 400.000 euros para que ganaran al Valladolid en la penúltima jornada de la temporada 13/14 y 250.000 euros para que de dejasen perder contra Osasuna en Pamplona en la última fecha.
En el auto de instrucción, el juez Fermín Otamendi recoge que en la temporada 2012/13 salieron del patrimonio de Osasuna 900.000 euros y en la temporada siguiente otros 1.440.000 euros, todos ellos en metálico, de los que únicamente consta acreditado que 226.000 se destinaron a pagar en efectivo primas a jugadores de Osasuna por conseguir diversos objetivos. El resto del dinero no ha sido justificado ni explicado por los investigados Vizcay, Archanco, Peralta, Pascual y Bandrés. A este respecto, el juez indica que hay indicios de que, con la finalidad de encubrir los citados hechos, estos exdirectivos “decidieron alterar los libros de contabilidad, realizando en las mismas anotaciones falsas o dejando de incluir en ellos anotaciones de operaciones económicas reales”.
Para justificar las extracciones de dinero, el juez determina que en la temporada 2012/2013 se elaboró un recibí falso por valor de 900.000 euros que fue firmado por los agentes inmobiliarios también imputados Albert Nolla y Cristina Valencia a cambio de una prima de 30.000 euros, y que en la 2013/2014 Vizcay procedió falsificó tres facturas de la mercantil portuguesa Flefield por importe de 675.000, 445.000 y 445.000 euros y a ordenar su contabilización. El auditor, Adolfo Suárez, exigió que se le entregara el documento contractual que justificaba dichas facturas, procediendo nuevamente Ángel Vizcay a falsificar un contrato, simulando a tales efectos la firma del presidente de Osasuna Miguel Archanco.
2 - Contractos, facturas y un recibí “sin soporte documental”
Dos auditores contratados por la Liga revisaron al detalle las cuentas de Osasuna durante esas temporadas para intentar detectar a qué se había destinado el dinero extraído de las cuentas y de la caja fuerte del club. Sospecharon del recibí de 900.000 firmado por los dos agentes inmobiliarios por la valoración de unos terrenos de Osasuna para su futura venta y un estudio para la reforma del estadio de El Sadar -donde juega Osasuna como local-. Sin embargo los auditores no encontraron “evidencia del servicio prestado” por ese valor de 900.000 euros, ni un contrato ni un documento que ponga de manifiesto que se hayan realizado esos trabajos de valoración de las instalaciones o el estudio de reforma del campo de fútbol.
Tampoco encontraron “soporte docuemtal” para las tres facturas y el contrato de Fliefield -que un perito informático señala que se realizó desde el ordenador de Vizcay- y que suman un montante total de 1,4 millones de euros. El contrato está basado en labores de consultoría y seguimiento de jugadores para posibles fichajes, pero nuevamente, como ocurre con el recibí de los agentes inmobiliarios, no existen “evidencias del servicio prestado”. En este caso, además, los auditores tampoco fueron capaces de identificar quién es el firmante por parte de la empresa portuguesa, ni tampoco por parte de Osasuna.
Los auditores también destacaron la dificultad en muchos casos de saber la procedencia del dinero, ya que muchas transacciones se hacían con dinero en efectivo y no mediante transferencia. Algo que también destacaron los inspectores de la Agencia Tributaria que han declarado como peritos en el juicio. Estos llegaron a decir que les sorprendió “el uso y abuso de la caja”, es decir, los cobros y pagos en efectivo, ya que “lo normal es que sea un uso extraordinario” y que “hoy no estaría permitido” un uso tan frecuente de los pagos y cobros en efectivo.
3 - Llamadas con teléfonos de prepago
Pese a que los exjugadores del Betis, salvo Amaya, han negado cualquier reunión con exdirectivos de Osasuna, las llamadas a las que ha tenido acceso la Policía les delatan y evidencian varias conversaciones. En concreto son los móviles de prepago que empiezan por 611, que la policía atribuye al exbético Xavier Torres, aunque fue comprado en un locutorio de Madrid por una persona con documentación falsa, y el que arranca por 654, que el exdirectivo Txuma Peralta reconoció como suyo en su declaración.
El 611 está geolocalizado en el barrio de Sevilla donde vivía el jugador del Betis Vaxi Torres y viajó el 9 de mayo de 2014 -el viernes anterior al Betis-Valladolid- de Sevilla a Madrid, donde llegó al mediodía y contactó con Amaya -que reconoció la reunión en el hotel Los Galgos de Madrid con Vizay y Peralta-, y por la noche volvió a ser geolocalizado en una estación de AVE en Ciudad Real, de regreso a Sevilla.
Además, el día de la supuesta entrega de dinero en Sevilla, la policía tiene registradas por la mañana una llamada desde el 611 a Txuma Peralta y por la tarde, coincidiendo el tiempo con la llegada de Maquirrian a Sevilla con los 400.000 euros -como él mismo a reconocido-, una llamada del 654 de Peralta al 611, geolocalizado entonces en el barrio de Xavi Torres. Veinte minutos después, “la distancia que hay entre la casa de Torres y el hotel donde se encuentran Peralta, Vizcay y Maquirriain”, ambos teléfonos se encuentran a 700 metros. Y ahí se produce una llamada. “Entendemos que es para decirles que ya han llegado y que pasan a por ellos”, informó en su declaración el agente que dirigió la investigación.
Tras las llamadas, siguió una reunión en el hotel Los Galgos de Madrid a la que acudieron Vizcay y Txuma Peralta por parte de Osasuna y Amaya y Torres por parte del Betis en la que pactaron las cifras por ganar al Valladolid y dejarse perder contra Osasuna en Pamplona. Las entregas de dinero se hicieron en Sevilla y de la mano del propio Vizcay, que contó que le fue a buscar al hotel una furgoneta que le llevó hasta un garaje particular donde había otro coche al que se subió. Dentro estaban los jugadores Jordi Figueras y Xavi Torres “que contaron los 400.000 euros en billetes”. Los 250.000 restantes también fueron entregados en un coche, pero días después, y en esta ocasión en el del otro jugador acusado, Antonio Amaya, y en el iban también “su mujer y su hija”, relato el exgerente navarro.
4 -¿Es delito primar a terceros por ganar?
A lo largo del procedimiento judicial, la palabra más repetida en las sesiones ha sido la de amaño, una palabra que guarda interpretaciones de todo tipo según quién sea el que habla del mismo. De hecho la fiscal Ana Marcotegui se ha encargado de preguntarle a todos los exjugadores de Betis y Osasuna que ha declarado como testigos qué es para ellos amañar un partido. La razón de la pregunta no es otra que el que no exista jurisprudencia en España sobre casos en los que se haya penado por pagar a un equipo para ganar. El código penal no es claro, establece que es delito “aquellas conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado”, y la cuestión es si primar por ganar puede predeterminar el resultado de un partido, y por lo tanto ser delito.
Este caso servirá de exploración en esta materia y por ello se ha podido ver en la sala de la Audiencia Provincial de Navarra en la que se está celebrando el juicio al abogado del futbolista Íñigo López, imputado en el 'caso Oikos', otro caso similar al de Osasuna, en este caso en torno al Huesca, y en el que se investiga si se pagaron primas a terceros por ganar.
Para la fiscal y el abogado de la Liga, que sostienen su acusación en la misma línea, el amaño se produce cuando se busca “alterar o predeterminar el resultado” de un encuentro deportivo y consideran que primar por ganar lo es. Los exfutbolistas béticos, que dijeron recibir charlas y formación al respecto, coincidieron en que amañar es “alterar un resultado”. Así lo expusieron el portero Antonio Adán, ahora jugador del Atlético de Madrid, Rubén Castro, ahora en Las Palmas y Juanfran Moreno, actualmente en el Alanyaspor turco. Éste último jugador, sin embargo, añadió una coletilla. Aunque aseguró saber que “está prohibido coger dinero tanto por ganar como por perder”, añadió que las primas por ganar las “legalizaría” porque “por mucho que te paguen no quiere decir que vayas a ganar”.