Una mesa cubierta con terciopelo púrpura y remates dorados preside el escueto escenario para las autoridades, que se queda pequeño al pie de la entrada principal de la Catedral de Pamplona. Junto a la verja, sillas tapizadas en rojo para acoger a las autoridades: la presidenta del Gobierno de Navarra, las autoridades eclesiásticas responsables de la Catedral, y los máximos representantes de las diversas Fundaciones que destinan fondos para la causa. La causa es la firma de un convenio de financiación millonario para la restauración y conservación de la catedral de Pamplona. 3,8 millones para el claustro, concretamente.
El acto comienza y los fotógrafos captan el momento en que la presidenta ocupa la mesa púrpura para firmar los papeles del convenio. Tras las formalidades, la presidenta toma la palabra. “Nos encontramos ante una actuación muy necesaria a la hora de preservar un elemento importante de nuestro patrimonio, pero que a la vez va a ser una nueva oportunidad para impulsar una labor didáctica sobre uno de los mejores ejemplos de claustro gótico de toda Europa”. Aplausos y felicitaciones entre los firmantes.
Podía tratarse de uno de los muchos actos que protagonizó la expresidenta Yolanda Barcina en torno al mantenimiento y la recuperación de la Catedral de Pamplona, pero no. Quien firmó este martes el convenio para restaurar el claustro de la Catedral fue la presidenta del cambio, Uxue Barkos. De los 3,8 millones comprometidos para esta obra, más de 1,2 saldrán de las arcas públicas.
Tal vez para marcar la diferencia con su predecesora, la presidenta Barkos destacó sobre la firma del convenio que “supone un hito significativo”, ya que por una parte, se aplica la fórmula de la cofinanciación y, por otro lado, con esta actuación se pretende impulsar la accesibilidad del público al patrimonio. Sin embargo, también los convenios firmados por los anteriores gobiernos de UPN recurrieron a la fórmula de la cofinanciación, y también destacaron que las obras en la Catedral servirían para acercar a los navarros a descubrir su patrimonio histórico.
El Ayuntamiento se desmarca
Lo más novedoso en la firma del convenio suscrito por Uxue Barkos, y esto es algo a lo que la presidenta no aludió, es que por primera vez se ausenta de la firma el Ayuntamiento de Pamplona, gobernado por Bildu. El anterior convenio entre el Gobierno y la Iglesia para reparar la Catedral sí contó con financiación municipal (400.000 euros) cuando UPN gobernaba el consistorio. También ha habido en esta ocasión cambio en las Fundaciones que donan generosos fondos para las obras catedralicias. El convenio para la restaurar la fachada del templo que inauguró Barcina contó con la colaboración económica de la Fundación Caja Madrid (que aportó más de 2,6 millones de los 4,2 del total del convenio); el convenio para restaurar el claustro que ha firmado la presidenta Barkos cuenta con dos fundaciones distintas, la Fundación Caja Navarra y Obra Social La Caixa, que aportan el 56% del importe total del convenio de 3,8 millones.
El Arzobispado participó en ambos convenios. Para las obras de recuperación de la fachada con 300.000 euros, y para las obras de recuperación del claustro, algo más de 400.000 euros.
Barkos ha hecho un somero repaso al dinero que el Gobierno de Navarra ha invertido en obras en la Catedral de Pamplona. Concretamente, se ha referido a 152.000 euros desembolsados el año pasado para “restauración de cubierta, recogida y evacuación de aguas y fijado de losas del bajo del claustro”. Barcina fue más espléndida en su discurso: “Este mismo conjunto catedralicio de Pamplona ha sido objeto de importantes proyectos de restauración monumental, financiados por el Gobierno de Navarra a lo largo de los últimos años, en su estructura e interior, en su fachada y actualmente en sus pináculos, proyectos que en su conjunto suponen una inversión próxima a los cinco millones de euros”.