Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El Constitucional acusa al Supremo de sentenciar los ERE sin argumentos
Las denuncias por acoso dinamitan una investigación de la Universitat de Barcelona
Opinión - El porno es el nuevo demonio. Por Ana Requena
Sobre este blog

Contrapunto es el blog de opinión de eldiario.es/navarra. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de la sociedad navarra. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continua transformación.

Economía de los estados alterados

Javier Otazu Ojer

0

Sobre este blog

Contrapunto es el blog de opinión de eldiario.es/navarra. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de la sociedad navarra. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continua transformación.

Año 2017. Jamie Wheal y Steven Kotler publican un libro titulado “Robar el fuego” cuyo propósito es demostrar que los estados alterados de conciencia pueden mejorar la vida de las personas. Aseguran, además, que las grandes empresas mundiales ya están en ello.  Predicen un mercado potencial de cuatro billones de dólares. Cuatro billones europeos: es decir, cuatro millones de millones. Una cifra de doce ceros. Una completa barbaridad. ¿Cómo es posible? ¿De qué asunto hablamos? Si creemos en la teoría de que los asuntos menos tratados en los medios son los más importantes, ¿hasta dónde nos puede llevar toda esta historia?

Reflexionemos sobre el progreso de la economía. Todo comienza con la compra y venta de bienes y servicios. Es la publicidad del “Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo”. En la actualidad, se estima que cada consumidor recibe unos diez mil mensajes a lo largo del día. Es un reto mayúsculo: captar la atención de una persona en sólo diez segundos. ¿Cómo lograrlo? Mediante nuestros queridos algoritmos. Cuando seguimos noticias en las redes, vamos pinchando a lo largo de imágenes o hipertextos destacando así los aspectos más notables de nuestra personalidad. A partir de ahí, no es tan complicado atraernos hacia ciertos productos. Así piratean nuestro entorno y nuestro cerebro. Mediante los teléfonos móviles llegan al yo más profundo. Es el Small Data. El gurú del comportamiento del consumidor Martin Lindstrom desarrolló un método para conocer los deseos más profundos de los clientes y ofrecérselos.

Pues bien, lo nuevo ya es viejo. Se están investigando diferentes formas de acceder a las profundidades de la consciencia humana. Y no, no son solo drogas que pueden aumentar la creatividad. Las técnicas de imagen cerebral han comenzado a captar el contenido esencial de los sueños. La compañía Molson Coors, dedicada a licores y cervezas, aplicaba descuentos a potenciales clientes que se apuntaban al programa de “Incubación selectiva de sueños”. Para conocerlos e influir en ellos se están desarrollando sensores para saber cuándo un cerebro es más receptivo a recibir estímulos que influyan en su contenido. ¿Lograrán las empresas instaurar su publicidad mientras dormimos? Existen otras técnicas que permiten acceder nuestro interior personal  mediante frecuencias mentales más lentas. Eso puede curar enfermedades y suprimir bloqueos internos. Es la lucha de siempre entre el uso de nuevas tecnologías para el mal (inducir compras o votos) y para el bien (curación y desarrollo personal).