Caídos y la coherencia política

A estas alturas del debate político y social sobre el Monumento a los Caídos creemos sinceramente que nadie, salvo personas con claros intereses partidistas, podrán cuestionar la posición y el papel de toda la coalición Contigo Navarra – Zurekin Nafarroa en favor del derribo del segundo mayor monumento de homenaje a los asesinos del franquismo que sigue en pie en nuestro país.

Desde el mismo día que el tripartito resignificador compuesto por el PSN-PSOE, EH Bildu y Geroa Bai presentaron su acuerdo opaco y contrario al sentir de la totalidad de asociaciones de víctimas del franquismo, todas las personas que lideramos esta coalición, sin discriminación con respecto  a nuestro posicionamiento en labores de gobierno o de oposición, hemos exigido y seguimos exigiendo públicamente el derribo, y lo hacemos coherentemente en todas las instituciones y lugares en los que estamos presentes. Hoy, la hemeroteca es muy fácil de revisar.

Además de la campaña que venimos impulsando en todos los barrios y pueblos de Navarra a los que podemos llegar, y de sumarnos a toda movilización impulsada por la Plataforma por el Derribo de los Caídos, tanto nuestras máximas representantes en el Gobierno de Navarra (Begoña Alfaro), como en el Ayuntamiento de Pamplona (Txema Mauleón), como en el Parlamento de Navarra (Carlos Guzmán), además de otras muchas representantes de nuestra coalición, han escrito artículos, acudido a movilizaciones, ofrecido ruedas de prensa, y presentado y votado iniciativas a favor del derribo y en contra de la propuesta de las tres formaciones resignificadoras. Como decimos, todas las personas de Contigo Navarra – Zurekin Nafarroa, y en todas las instituciones, por supuesto también en el Gobierno de Navarra, defendemos sin fisuras la demolición de este símbolo fascista.

Y lo hemos hecho, porque consideramos que estamos ante uno de los mayores errores históricos de estas fuerzas políticas. Un error histórico que nos hace perder una ocasión única para reparar la memoria de las más de 3.500 personas, navarros y navarras, asesinadas a sangre fría por el fascismo franquista.

En política, siempre es imprescindible y positivo el diálogo, la negociación y los acuerdos entre diferentes, para poder avanzar, máxime en una tierra plural como la nuestra y que ha sido gobernada despóticamente por las derechas durante largas décadas. Ahora bien, no todo vale. Hay principios, especialmente en todo lo que tiene que ver con la dignidad de las víctimas de vulneraciones flagrantes de sus Derechos Humanos, donde hay que ser especialmente coherente y respetuoso. Y para nosotros y nosotras, aquí está el principal error de estas fuerzas políticas; han abordado una cuestión de Derechos Humanos básicos como si se tratase de una negociación “presupuestaria” o de cualquier otra índole material. 

En nuestra opinión, con la dignidad de las y los asesinados por el fascismo, las medias tintas terminan emborronando su legado. Seguimos esperando que las tres fuerzas resignificadoras, en coherencia con lo que seguramente defienden sus bases sociales, rectifiquen. Rectificar es de sabios, y nuestra mano está tendida.