Contrapunto es el blog de opinión de eldiario.es/navarra. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de la sociedad navarra. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continua transformación.
Comunicar el paro
La gestión de los asuntos públicos, más que lo ideológico, se ha convertido en una baza primordial para ganar elecciones. La gestión eficaz ya no es una bandera exclusiva de la derecha, la izquierda trata de competir también en ese campo, en muchos casos a costa de abandonar un discurso de fondo que mire al largo plazo de las cosas.
En los últimos años los gobiernos (en plural) son presos de la dictadura de los gráficos. En un momento de cierto crecimiento económico, y subida de los contratos registrados, los responsables políticos se apresuran a cantar las bondades de esos gráficos al alza.
Y no sería un problema cuando esto lo hace Fátima Báñez, pero lo es cuando esta actitud es seguida por los gobiernos del cambio. Básicamente porque sabemos de sobra que esos contratos, en su mayoría, son parciales, temporales y precarios. Por eso celebrar, en la correspondiente nota de prensa, que hoy hay más contratos que ayer sin una lectura crítica y de fondo de esos datos resulta una ofensa, por insensible y tacticista. Porque oculta, deliberadamente, una realidad que va a más.
Dar la imagen de que la situación económica está mejorando gracias a la buena gestión de nuestro gobierno no nos sirve, si estamos creando poco a poco un mercado de trabajo dual, en el que conviven trabajadores con derechos y trabajadores precarios. Hoy es posible trabajar y ser pobre, es posible firmar un contrato de trabajo y no salir de la exclusión social. ¿Entonces qué sentido tiene, desde los gobiernos de izquierda, celebrar así los datos económicos?
Es ahora cuando nos jugamos el mercado laboral, y por lo tanto la sociedad del futuro. Porque un mercado laboral precario nos condenará a la desigualdad. Hoy España es campeona en precariedad.
Acercarnos con lupa al mercado de trabajo que se está creando en Navarra, no debería ser parte de una pose partidista, al contrario, hacerlo hará que seamos capaces de detectar donde están los problemas, y la euforia normalmente suele evitar el necesario pensamiento crítico ante la realidad de las cosas.
Los datos en Navarra nos muestran una foto más negativa de lo que institucionalmente se suele trasladar: hoy en Navarra 23.876 personas tienen un contrato temporal y parcial a la vez. En abril el 40,5 % de los contratos firmados fueron para una semana o menos y el 31 % de los contratos registrados fueron hechos a través de una ETT. Si en 2017 el 40 % del total de contratos fueron de una semana o menos, en 2008 suponían el 22,4 %. Y para terminar, una persona trabajadora en 2017 acumuló de media 3,2 contratos, cuando en 2005 este índice de rotación fue de 2,2 contratos
Si un gobierno es de izquierdas, debería comunicar estas cosas de otra forma. Porque jugando a esa carrera electoral con la derecha, lo que hace de forma colateral es salvar a la parte empresarial ante el desastre social que supone la precariedad. Porque maquilla datos, enciende cohetes y tira confetis cuando la gente no termina de salir de la crisis.
Es verdad que este Gobierno de Navarra es pionero en la equiparación de las pensiones de viudedad, en la renta básica, en la gestión de algunos aspectos de la dependencia, pero cae en los mismos errores que la derecha cuando se trata del marketing político al hablar del paro; alejarse de la vivencia cotidiana de la gente que peor lo esta pasando. Y eso no sólo oculta un error en la comunicación o la gestión de las bazas electores, es sobre todo el síntoma de una frivolidad imperdonable cuando se trata de un gobierno progresista.
Si la recuperación económica sigue descansando sobre una presión permanente sobre los costes laborales, generaremos una sociedad con un futuro incierto.
Lo esencial de un cambio de ciclo, por lo tanto, no está en conseguir un crecimiento meteórico de la economía, ni en comunicar con alborozo la subida del número de los contratos registrados, sino en modificar las prioridades, las estructuras productivas y el mercado laboral. Fiar todo a las estadísticas y a los números macro, es volver a caer en la visión a corto plazo, que podrá valer para salvar unas elecciones, pero no para mejorar la calidad de vida de las mayorías sociales.
*Joseba Eceolaza es responsable del Gabinete de estudios de CCOO Navarra
La gestión de los asuntos públicos, más que lo ideológico, se ha convertido en una baza primordial para ganar elecciones. La gestión eficaz ya no es una bandera exclusiva de la derecha, la izquierda trata de competir también en ese campo, en muchos casos a costa de abandonar un discurso de fondo que mire al largo plazo de las cosas.
En los últimos años los gobiernos (en plural) son presos de la dictadura de los gráficos. En un momento de cierto crecimiento económico, y subida de los contratos registrados, los responsables políticos se apresuran a cantar las bondades de esos gráficos al alza.