¿Por qué los bancos tardan tres días en hacer efectivas las transferencias bancarias? ¿Es ético que se lucren con ese dinero reteniéndolo durante esas tres jornadas? Estas preguntas son el punto de partida de 'A hidden ecological economy', la exposición de Alfredo Zubiaur que se puede visitar hasta el 15 de marzo en la Ciudadela. El artista, preocupado especialmente por la oportunidad que se daba a los bancos al disponer del importe de la transferencia durante esos días, se puso manos a la obra con el inicio del proyecto en 2013 en Barcelona.
Zubiaur 'robó' las plantas de ocho comunidades de vecinos en Barcelona, se apropió de ellas durante tres días sin pedir permiso a los vecinos. “No pedí permiso, yo, como los bancos, me apropié de ellas. Aunque sí pedí perdón a posteriori”, relata Alfredo. Se llevó las plantas a su casa y las devolvió a los tres días, tal y como hacen los bancos con las transferencias. Los vecinos recuperaron su planta junto con una nota informativa en los buzones, en la que el artista les informaba de su proyecto y les decía que les devolvía su planta pero, como hacen los bancos con los beneficios que obtienen gracias a la disposición de las tranferencias, no les devolvía el oxígeno que esas plantas habían producido durante esos tres días y del que él se había beneficiado. Además, en la nota se les invitaba a participar en un blog, creado por Zubiaur para comentar, entre todos los afectados, sus pensamientos sobre el robo de plantas. “Tuve la oportunidad de hablar con varios de los vecinos y llegué a la conclusión de que si te roban, la gente se sorprende, pero aún se sorprenden más cuando se lo devuelves”.
Una de las plantas 'robadas' por el artista era la conocida como planta del dinero. Aprovechando la ocasión, Zubiaur cogió un esqueje y lo plantó. De esa nueva planta, cogió otra rama, y repitió la operación hasta conseguir todas las muestras de la planta del dinero que forman parte de la instalación que se expone en el Polvorín. Otra manera de mostrar cómo de esa transferencia bancaria se ha seguido lucrando, poco a poco, hasta conseguir multiplicar sus beneficios.
La muestra recoge todas las fases de este proyecto artístico y de crítica social. Se compone de un vídeo en el que se explica toda la primera fase, la sustracción de plantas y la participación de los vecinos. También la segunda etapa, la de multiplicación de plantas del dinero, lo que conduce hasta la muestra. Una instalación con todos los esquejes creados a partir de aquella original planta del dinero que fue sustraída de una comunidad de vecinos en la capital condal.
Zubiaur invita a todos los visitantes a que se lleven uno de los esquejes: “Lo ideal sería que se lo llevaran y a multiplicaran, volvieran a reproducirla”, aunque al compartir la muestra, será la única vez que el artista pueda mostrar su trabajo, al menos, tal y como se expone en Pamplona.
La instalación
El conjunto artístico se compone de una infraestructura que emula el backstage de un teatro y da soporte a las plantas, que cuentan con la iluminación y el riego adecuados. Además, Zubiaur intenta buscar “otra mirada” del espectador. “El ojo quiere ver más de lo que hay, tenemos una visión muy científica, y esta es otra mirada”, explica el autor. Por eso, hay una parte de la instalación “que hace alusión al ojo, se invita a mirar a través de ella por una especie de tubo de imagen caleidoscópica de la planta que está debajo”.
Unos componentes artísticos que no están reñidos con la crítica social, y como reconoce Zubiaur “desde tres o cuatro años me interesan más estos procesos que tienen que ver con aspectos que la gente reconoce, cercanos, con lo social”. Un arte crítico, en este caso, con los abusos bancarios.