¿Un festival de flamenco en Pamplona? Eso es lo que propone Flamenco on Fire. La cita, que tendrá lugar entre el 26 y el 31 de agosto en el Baluarte, pretende homenajear en la capital navarra al maestro Sabicas, nacido aquí pero afincado en Estados Unidos, donde se asentó como un referente mundial de la guitarra. Esta es una de las raíces que pretende hacer crecer Miguel Morán, director del evento y en su día uno de los creadores del Festival Internacional de Benicassim (FIB). Moran ha cambiado el rock por el flamenco pero no su pasión por la música, que ha canalizado en este certamen con vocación de continuidad. A pesar, admite, de la sorpresa inicial que provoca, Flamenco on Fire quiere zapatear por un hueco en la escena musical de la zona norte.
Llama mucho la atención este proyecto para crear un festival de música flamenca en Pamplona. Perdone, pero cuesta ver el vínculo.
Bueno, sí que es verdad que puede sorprender, porque el flamenco está más asociado al sur. Pero esta idea surgió porque nos gusta el flamenco y, en un viaje a Pamplona, nos dimos cuenta que no había festivales de este tipo en el norte. Quizá sí hay giras en País Vasco, La Rioja o Aragón, pero no una cita como esta. Además, en la ciudad disponíamos de ese espacio fantástico que es el Baluarte y, además, estaba la figura de Sabicas y la necesidad de hacerlo en su memoria. Todos esos puntos se juntaron y nos pareció que Pamplona era el sitio perfecto.
Cuando llamaron a la puerta de las instituciones, ¿cuál fue su reacción?
Por ejemplo al director de Baluarte, Javier Lacunza, le encantó la idea y poder desarrollarla en Pamplona. El recibimiento ha sido bueno; otra cuestión es que, en las circunstancias actuales, no resulte sencillo conseguir apoyo económico…
La cultura siempre pierde con la crisis.
Si, la cultura en general, y más con el IVA del 21%. Sabemos que son momentos difíciles, pero también en esos momentos difíciles surgen oportunidades. Además, hay menos gente que se atreva a lanzarse.
¿Qué tipo de público esperan atraer?
Lo que nos hemos dado cuenta de que es que el flamenco es algo aceptado por una inmensa mayoría. Igual hay quien no la tiene como su primera música o que no le encante, pero también es difícil que no les guste. Tiene una franja de público muy importante, quizá más adulto. Y ahí intentamos a captar al público de Navarra y de zonas limítrofes.
¿Ubicarse en Baluarte no da un aire más elitista a la cita?
Buscamos a público de todo tipo. Dices que Baluarte puede parecer más elitista, pero también ofrece actividades de todo tipo. Además, nosotros queremos atraer a los aficionados al flamenco, y ahí cabe cualquier persona. En cualquier caso, en el futuro también queremos involucrar con el festival a más puntos de la ciudad, y el Teatro Gayarre por ejemplo es uno de ellos.
¿La idea es mantener el festival?
La idea es de continuidad. Es que se pueda celebrar en Pamplona durante todos los años una edición e Flamenco on Fire e ir creciendo, con actividades alrededor.
¿Agosto es una buena fecha para el flamenco?
La idea era hacer el festival en verano, porque es cuando más gente está de vacaciones y más desplazamientos hay. En este caso, Pamplona está marcada por los sanfermines, así que antes de esa fecha no tenía sentido organizarlo porque la gente piensa en las fiestas, y, después, nuestra referencia es que la ciudad se queda vacía porque la gente se va. De ahí que hayamos esperado hasta finales de agosto, cuando Pamplona empieza a volver a la normalidad.
Para esta edición, llama la atención que muchas de las cabezas de cartel pueden resultar conocidas para el gran público, como Sara Baras, José Mercé o Estrella Morente.
Esa era un poco la idea: lograr en esta primera edición reunir a grandes artistas que tuvieran repercusión en los medios de comunicación. Porque a menudo en una primera edición es difícil conseguir promoción y, luego, una vez que te has establecido, todo resulta más fácil. En este caso, casi todos los nombres son bastante mediáticos, todos son conocidos y tienen un peso específico.
Habla de las dificultades de la primera edición. Usted, que impulsó el FIB, ¿por qué cambia Benicassim por Pamplona?
Hay una coincidencia entre ambos: que todo es música. Y nos apetecía empezar algo diferente, no tendría sentido volver a hacer lo mismo cuando el mercado ya está saturado de pop y rock [Morán insiste en que esta música, con todo, le sigue gustando, y de hecho está en Benicassim cuando se realiza esta entrevista], porque han aparecido festivales por todos los sitios. Pero, en definitiva, Flamenco on Fire siguió adelante porque me gusta el flamenco, la idea me parece muy buena y me encanta empezar nuevos proyectos.