EH Bildu condiciona su apoyo a la reforma fiscal del Gobierno de Navarra a una subida del impuesto de Sociedades
La sintonía mostrada entre el Gobierno de Navarra y EH Bildu la semana pasada cuando llegaron a un “acuerdo parcial” para los presupuestos del 2022 contrasta con las discrepancias que existen entre ambas partes en lo que se refiere a la reforma fiscal que plantea el Ejecutivo de Chivite para el año que viene y que determinará la cuantía económica de la que dispondrá el Gobierno para elaborar las cuentas del 2023. La rebaja del IRPF a las rentas medias no termina de convencer a la coalición abertzale que, al contrario que el Ejecutivo foral, plantea además una subida del impuesto de Sociedades. En estos momentos las diferencias son “profundas”, pero tanto PSN como Geroa Bai, los dos principales socios de un Gobierno en el que también está Podemos, confían en que se puedan superar para lograr su aprobación junto con los presupuestos.
En el proyecto de medidas fiscales que se aprobó en sesión de Gobierno la semana pasada, el Ejecutivo navarro plantea tres medidas que afectan al IRPF y que supondrán una rebaja de este impuesto para las rentas medias. En concreto, se incluye una bonificación de 100 euros en el IRPF para rentas no superiores a 30.000 euros, una deflactación de la tarifa del 2% para evitar que la inflación suponga una pérdida de poder adquisitivo en los contribuyentes incremento de un 5% en los mínimos personales y familiares. Medidas que supondrán una pérdida en la recaudación de 53,6 millones de euros en la recaudación, según los cálculos del propio Gobierno, y que desde EH Bildu ven “peligroso” creer que se compensará con una mejora de la recaudación “basada en una mejora de la economía”.
Por ello la coalición abertzale apuesta por compensar esa pérdida con un incremento del impuesto de sociedades, algo que desde el Gobierno descartan. Lo apuntó la presidenta María Chivite en su discurso de apertura del curso político, lo recordó la consejera de Economía y Hacienda la semana pasada en la presentación del proyecto de presupuestos, y lo ha vuelto a recordar este martes el portavoz del PSN en el Parlamento, Ramón Alzórriz: “No es momento de subir los impuestos a las empresas en un contexto de recuperación económica”. EH Bildu, que el año pasado ya planteó una tasa COVID para las rentas más altas y las empresas con amplios beneficios, propone este año también la creación de nuevas figuras de fiscalidad verde “que ayuden a compensar la pérdida de recaudación causada por las rebajas en el IRPF”.
Es en el impuesto de sociedades donde existen las mayores discrepancias entre los socios presupuestarios de las cuentas del 2020 y 2021, y todo hace indicar que también del 2022, que el Gobierno foral deberá resolver para contar con los apoyos suficientes para que su reforma pueda ser aprobada en el Parlamento. Entre los socios del Ejecutivo hay “confianza” en salvar las diferencias con EH Bildu.
De no resolverse las discrepancias, el Gobierno todavía no cierra la puerta del todo a un acuerdo en esta materia con el otro grupo de la oposición, Navarra Suma, quien sí parece descartarlo. “Lo tienen hecho con EH Bildu. No tengo dudas de que también aprobarán las medidas fiscales”, ha asegurado el portavoz de la coalición de UPN, PP y Ciudadanos, Javier Esparza. También ve difícil esa posibilidad Ramón Alzórriz, del PSN, después de que la coalición diera un “portazo” a la negociación de los presupuestos al marcharse de la primera reunión con el Gobierno a los 10 minutos y no presentarse a la segunda.
0