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Pamplona exhumará los restos de los golpistas Mola y Sanjurjo para cumplir la Ley de Memoria Histórica

N. Elia

“No se trata de revanchismo, ni de favorecer a unos o a otros, sino más bien de cumplir la legalidad vigente y de hacer justicia con una parte de nuestra historia”. Con esta explicación, el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, (Bildu) anuncia la intención del consistorio de clausurar el cementerio de la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona. El cierre supondrá la exhumación, el próximo mes de noviembre, de los restos de las ocho personas enterradas en la cripta del monumento, incluidos los de los generales franquistas Emilio Mola y José Sanjurjo.

El profesor titular de Medicina Legal de la UPN y presidente de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Paco Etxeberria, será el encargado de dirigir la operación.

“No entendemos por qué hasta ahora no se ha procedido a clausurar este cementerio”, ha expresado el alcalde Asirón al anunciar la medida adoptada desde el Ayuntamiento que dirige. La previsión es desenterrar los restos que se encuentren en los dos mausoleos de ambos mandos militares, así como las tumbas de otras seis personas del Bando Nacional muertas durante la guerra civil. Se llevarán a cabo los correspondientes trabajos de comprobación y documentación de los restos mortales, que serán entregados a los familiares cuando se clausure la cripta.

Asirón ha explicado que el consistorio ha mantenido contactos discretos y “desde el más absoluto respeto” con dichos familiares y con el Arzobispado de Pamplona para tenerles al tanto de la decisión del Ayuntamiento.

A pesar de que la Ley de Memoria Histórica obliga a las Administraciones Públicas a retirar cualquier símbolo de exaltación franquista desde hace tres años, y de que el Ayuntamiento pamplonés es el titular del Monumento a los Caídos (originalmente llamado Monumento de Navarra a los muertos en la Cruzada), el Consistorio, en manos de UPN desde hace décadas, no había hecho hasta ahora ninguna gestión para clausurar el monumento. La llegada a la alcaldía de Bildu con el apoyo de sus socios del cuatripartito ha cambiado esta situación.

La cripta del monumento

Asirón ha explicado que, consultados los servicios jurídicos, la mejor fórmula para cumplir con la normativa vigente pasa por solicitar, en primer lugar, la clausura del cementerio de la cripta al Departamento de Salud. Cuando este la conceda, el Ayuntamiento dará a conocer de forma pública y oficial su intención de exhumar los restos humanos del cementerio, para que los familiares de las personas que fueron allí enterradas puedan emprender las acciones que consideren oportunas, como reclamar sus restos o solicitar su cremación.

En la cripta del Monumento a los Caídos se ubican ocho sepulcros. Dos de ellos pertenecen a los generales Emilio Mola y José Sanjurjo, fallecidos el 23 de junio de 1937 y el 20 de julio de 1936, respectivamente. Ambos fueron trasladados a esa cripta en 1961. En los otros seis sepulcros se encuentran fallecidos de cada una de las merindades navarras, así como el muerto más joven y el de mayor edad durante la Guerra Civil.

Las tumbas corresponden a Joaquín Sota Garayoa (Tafalla. Merindad de Olite) que murió a los 15 años; Severiano Arregui (Puente la Reina. Merindad de Pamplona), que falleció a los 62 años; Pedro Martínez Chasco (Oteiza de la Solana. Merindad de Estella); Jaime Munárriz Escondrillas (Cascante. Merindad de Tudela), primer fallecido el día del Alzamiento; y a los hermanos Joaquín y Dimas Aznar Zozaya (Javier. Merindad de Sangüesa).