UPN, el principal partido de Navarra Suma, unió sus votos en 2018 a los de EH Bildu y Geroa Bai –la marca navarra del PNV– para aprobar la ley navarra de Policía en un pleno celebrado el 15 de noviembre en el Parlamento foral. El motivo “fundamental” es que lograron incorporar una enmienda para que los actuales agentes de la Guardia Civil pudieran seguir desarrollando sus funciones cuando la Policía Foral asumiese la competencia de Tráfico merced a una 'pasarela' legal que les permitiría pasar de ser funcionarios estatales a funcionarios autonómicos, como explicó Sergio Sayas. Esa enmienda –inicialmente no aprobada en comisión por EH Bildu y Geroa Bai– sí pudo prosperar gracias a los votos de dos formaciones que luego no secundaron el texto completo y se quedaron en la abstención, PSN y PP (ahora también en Navarra Suma).
Estos son los precedentes del acuerdo que firmaron el lunes 30 de diciembre el PSOE y el PNV para que los nacionalistas vascos apoyen a Pedro Sánchez en la investidura y que recoge, en su punto tres, la transferencia de las competencias de Tráfico a Navarra “con el mismo contenido en extensión que las realizadas en su momento a la CAV” en un plazo de seis meses. Que sea con el mismo contenido que las realizadas a Euskadi en 1983 implica que la Policía Foral tenga la competencia al completo y sea la única que gestione el tráfico en Navarra –salvo en los casos urbanos–, lo que ha hecho que se alcen algunas voces contra la “expulsión” del instituto armado de la comunidad foral. UPN y PP han encabezado esas críticas orillando también que, en puridad, el cuerpo seguiría manteniendo otras competencias exclusivas al igual que la Policía Nacional.
Tampoco se ha mencionado que, aunque cambiando el color de su uniforme, los agentes podrían acogerse a la Ley 23/2018 de Policías de Navarra. Previendo la transferencia que ahora se critica y que está contemplada en la LORAFNA (el estatuto navarro), UPN logró incluir la posibilidad de que los agentes de las Fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado puedan integrarse en la Policía Foral. Así, la disposición adicional novena recoge que “se podrán habilitar, dentro del marco del órgano bilateral competente y en los términos que disponga la administración competente, los mecanismos necesarios para permitir la integración de funcionarios del Estado que presten ese servicio en la actualidad”.
Así se pronunció ante la Cámara el hoy diputado de Navarra Suma en el Congreso Sergio Sayas: “Sobre todo, hemos conseguido una cosa fundamental para Unión del Pueblo Navarro, que era la pasarela para la Guardia Civil. Esto es algo que para nosotros era importantísimo y hoy está en esta ley. ¿Por qué era importante? Porque nosotros sí creemos en los trabajadores públicos, y creemos que cuando mucha gente durante muchos años se ha dedicado a prestar un servicio impagable a esta Comunidad no puede ser que se le dé la espalda cuando Navarra asuma una competencia. Y por supuesto que hay que hacerlo en el marco que toca, que es en el Convenio, en la bilateralidad, en la negociación de tú a tú que esta Comunidad tiene con el Gobierno de España, pero esta ley también tenía que recogerlo. [...] La realidad no era que esta disposición fuera innecesaria, la realidad era que algunos defienden a los trabajadores públicos salvo que sean guardias civiles o policías nacionales porque lo que les puede es su odio a España. Pero, fíjese, este Parlamento, que representa a los ciudadanos navarros, y, por tanto, la mayoría de los ciudadanos navarros estamos a favor de situarnos con la Guardia Civil, con la Policía Nacional, con el trabajo que han hecho en esta Comunidad y no dejarlos desamparados en esta ley frente a a los impulsores de esta ley cuyo sectarismo ideológico e independentismo les cegó porque todo lo que suene a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado les da alergia y sienten odio por todo lo que sea España. Por eso era por lo que no querían incorporar esta enmienda. Pero la mayoría de este Parlamento ha conseguido que se incorporara y, para nosotros, desde luego, eso es un triunfo importante”.
El uso de esa pasarela parece ser la intención del Gobierno de Navarra, como así recoge el vicepresidente y consejero de Presidencia, Interior, Función Pública e Igualdad, Javier Remírez, en un artículo de opinión publicado en este periódico, en el que asegura que “la progresiva asunción por parte de la Comunidad Foral de la competencia de tráfico no tendría que suponer la pérdida de un capital humano cuyo conocimiento en materia de seguridad vial y control del tráfico es fundamental para el buen desarrollo del trabajo. Tampoco la pérdida del arraigo personal de quienes vienen desempeñando esas funciones en la Guardia Civil”. Remírez se refiere en estas líneas a la posibilidad de que den el salto de la Guardia Civil y de la Policía Foral que viene recogida en la normativa navarra.
De esta forma el vicepresidente del Gobierno de Navarra responde a las acusaciones del presidente de UPN, Javier Esparza, que tildó el acuerdo de “colmo de la desvergüenza” por “consentir la exigencia histórica del PNV de querer que la Guardia Civil salga de Navarra”, algo que en ninguno de los casos llegará a producirse ya que, tal y como viene recogido en la Constitución, hay competencias que son exclusivas de las FSE y que nunca podrán ser llevadas a cabo por cuerpos autonómicos. En el caso de que la transferencia de Tráfico se llegue a efectuar, la Benemérita seguirá en Navarra realizando labores como la de vigilancia del aeropuerto y aduanas, así como explosivos, traslado de presos o investigaciones de crimen organizado o terrorismo. De hecho, el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, aseguró que “no va a salir ningún guardia civil de la Comunidad foral y que están trabajando ”en el incremento de efectivos tanto en Navarra como en otras comunidades autónomas“.
Además, en la misma ley de policías, en la disposición transitoria nueve se establece que mientras dure el traspaso de las competencias a la Policía Foral “estas también podrán ser ejercidas por las unidades o miembros de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”. De esta forma se pondría solución a la mayor preocupación de los sindicatos de la Policía Foral, que aseguran que no hay efectivos suficientes dentro del cuerpo para asumir la competencia de tráfico de manera inmediata.
Estas dos posibilidades, tanto la del traspaso de agentes de la Guardia Civil a la Policía Foral como la de que ambos cuerpos sigan compartiendo competencias mientras dure el traspaso de las funciones, deberán ser acordadas por el Estado y el Gobierno de Navarra en la Junta de Transferencias en la que se ejecute el traspaso de las competencias.