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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Urmeneta presenta su nueva marca 'Katuki Saguyaki' entre acusaciones de “gastador”, insultón y “violento”

“Kukuxumusu soy yo de alguna manera. No se puede separar”. El fundador de Kukuxumusu, Mikel Urmeneta (Pamplona, 1963), sostenía esa idea en una entrevista publicada por este periódico a finales de septiembre del pasado año. Hasta ahora había sido el referente creativo de una marca clave en Pamplona, en los sanfermines y en el mundo del dibujo, el cómic y, sobre todo, de las camisetas que con todo tipo de motivos e historias han recorrido el mundo. Pero el sueño se ha roto, parece que definitivamente: la dirección de Kukuxumusu ha asegurado este jueves, tras romper con su fundador, que “nadie es imprescindible y Kukuxumusu es mucho más que un nombre, un artista, un director o un accionista”.

La fiesta ha terminado y Kukuxumusu y Urmeneta han terminado corneándose mutuamente, dando vida a lo que bien podía ser motivo de una camiseta 'made in Urmeneta-Kukuxumusu factory'. A día de hoy, justo cuando Urmeneta acaba de presentar su nueva marca, Katuki Saguyaki', la falla abierta entre ambas partes parece ya insalvable. Y con ribetes incluso de enfrentamiento violento, según la versión ofrecida por Kukuxumusu en un comunicado oficial: “Mikel Urmeneta se presentó un día en las oficinas, en actitud amenazante y violenta contra su socio, el gerente y el resto de trabajadores de la empresa y, en presencia de la mayoría de ellos, amenazó a su socio, insultó al gerente y llegó a lanzar un ordenador contra el suelo; exigía el pago inmediato de sus honorarios mensuales, retrasados dos meses debido a una falta de liquidez puntual de la empresa, la cual antepuso, en todo momento, el ingreso de las nóminas de sus trabajadores”.

¿Qué queda de aquella idea que tenían el resto de socios del 'enfant terrible' Urmeneta?, ¿Y de aquella materia gris brillante perejil de toda las salsas?: “confiamos en todo momento en Mikel Urmeneta como director artístico y entendimos que, dada su trayectoria profesional, aportaría a Kukuxumusu todo su genio creativo, su extensa red de contactos con personajes de alta credibilidad pública, así como su indudable talento mediático para estar en todas las salsas”, han admitido desde kukuxumusu para encumbrar a Urmeneta el mismo día que le arrastraban por el lodo con otra descripción, bien distinta a la anterior, de lo que ha juicio del resto de socios ha sido realmente la aportación de su director creativo hasta la fecha.

Y han disparado sin pudor: “Entre sus servicios figuraban, entre otros, traer clientes, proyectos y trabajos con los cuales poder generar negocio (de lo contrario, una empresa se muere)”. “Sin embargo, la mayor parte de su aporte generó muchos gastos, mínimos ingresos, un resultado negativo de sus gestiones y la consiguiente decepción de nuestro equipo”, han apuntado en un comunicado.

El hombre que ha llegado a admitir que sus “proyectos más chulos han salido de una borrachera o de madrugada” no ha tirado la toalla. Este jueves, horas antes de que sus excompañeros se despacharan de manera muy crítica y sin tapujos vía comunicado, Urmeneta había convocado a los medios de comunicación para presentar su nueva marca: 'Katuki Saguyaki', una creación con la dosis perfecta de humor, surrealismo e inteligencia para activar la imaginación de la ciudadanía, según su demiurgo. Urmeneta ha explicado que KS significa “comida de gato, manjar de ratones” y ha destacado que “tanto el logo como su significado esconden diferentes lecturas para que el espectador active su imaginación”. La presentación la ha realizado junto a cuatro dibujantes -Txema Sanz, Belatz, Asisko y MKO- que, al parecer, también han abandonado Kukuxumusu a tenor de lo admitido por la compañía en su nota. Según ese comunicado, “cuatro de ellos [dibujantes externos] decidieron apoyar a Mikel Urmeneta y dejar de colaborar con Kukuxumusu, un hecho que la empresa lamenta, pero que sucede a menudo en cualquier ámbito de la vida”.

Situación financiera delicada

Mikel Urmeneta ha cuestionado la entrada de Ricardo Bermejo como socio mayoritario en un momento delicado a nivel financiero de la empresa. Y ha revelado que le “apartó” de Kukuxumusu “rompiendo unilateralmente el contrato y expulsándome como director artístico de la misma, no pudiendo desarrollar labor alguna en la empresa”. La compañía, por contra, ha explicado que Bermejo “entró en el accionariado de Kukuxumusu en febrero de 2014 invitado por el propio Mikel Urmeneta”. “En ese momento la situación financiera de la empresa era muy delicada, en buena medida debido a la lamentable gestión liderada por el propio Urmeneta. La coyuntura requería un aporte importante de capital para mantener los puestos de trabajo, dar confianza a los proveedores y bancos, preservar la continuidad de la marca y evitar el cierre definitivo”, ha explicado.

Kukuxumusu ha recordado, además, que “en una situación de pérdidas y de necesario reajuste, es comprensible pensar que una empresa no puede permitirse pagar unos elevadísimos honorarios a un director artístico que apenas aporta y que está centrado en sus proyectos personales”.

'Katuki Saguyaki' es ya una realidad. En la cabeza de Urmeneta bullen las ideas para que su nueva creación se extienda como una mancha de aceite: primero presentar en los comercios de Pamplona su primera colección para los sanfermines 2016. El primer dibujo de 'Katuki Saguyaki' para la nueva colección de San Fermín, “un homenaje a la Comparsa de los Gigantes y Cabezudos”. Se trata de una camiseta con los personajes de la comparsa, que se podrá adquirir desde el próximo 15 de febrero en la tienda online de 'Katuki Saguyaki'.

¿Y qué fue de las acciones que Urmeneta tenía en Kukuxumusu? “Lógicamente conservo mis acciones (un 33%) y ya se verá qué haré con ellas, aunque creo que hoy por hoy poco valor tienen”, confiesa Urmeneta, al tiempo que lanza un aviso a navegantes que bien puede presagiar un enfrentamiento en los juzgados: tras su “expulsión” los dibujantes “históricos” “cortaron con Bermejo y Kukuxumusu, que se queda sin autorización para recrear nuestros personajes, iconografía y estilos”.