'Memories': la exposición con objetos de 22 víctimas del terrorismo para preservar su memoria
Un casco, una cámara de fotos, un dibujo o un teléfono móvil. Son algunos objetos que sirven a sus propietarios para compartir los recuerdos y emociones que vivieron al ser víctimas de un ataque terrorista. 22 testimonios que componen la muestra itinerante 'Memories', organizada por Naciones Unidas, y que ha llegado a Pamplona, donde estará hasta el 16 de noviembre.
Con ella se busca acercar el testimonio de las víctimas a la ciudadanía “de una manera sencilla pero poderosa” para que el público se identifique con ellos, sienta su pérdida y comprenda mejor “la importancia de recordar y rendir homenaje a los damnificados por el terror”.
Para ello, se cuenta con el testimonio de 22 víctimas de ataques terroristas en países de los cinco continentes, y entre las que hay tres españolas: Irene Villa, quien sufrió un atentado por parte de ETA en 1991; y Vera de Benito y Sandra Lescano, ambas víctimas de los atentados del 11M. Su recuerdo se recoge en unos paneles, en los que además de un pequeño texto explicativo, se incluye un código QR con el que se accede a un vídeo en el que cada víctima cuenta su experiencia y la importancia del objeto que le retrotrae a ese momento.
En el caso de Irene Villa se trata de un dibujo que le envió el poeta Rafael Alberti al hospital para animarla tras el atentado que sufrió y en el que perdió las dos piernas y los tres dedos de una mano. “Entonces no existía el apoyo de los psicólogos que hay hoy en día para las víctimas del terrorismo. Mi psicóloga fue mi madre, que me dijo: 'Hija, esto es lo que hay, así que elige, vivir frustrada y maldiciendo a los terroristas, que tienes todo el derecho del mundo a hacerlo, o decidir que tu vida empieza hoy' [...] Le dije: 'Mamá, he nacido sin piernas', recuerda.
Joseph Pfeifer fue el primer jefe de bomberos de Nueva York en llegar a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 tras el impacto del primer avión en la torre norte. Allí asumió el mando de la operación de rescate, donde falleció su hermano Kevin, también bombero. “Murieron casi tres mil personas y yo perdí a 343 bomberos, entre ellos mi hermano”, lamenta. “Mi casco blanco de jefe de bomberos es muy importante para mí porque me recuerda quién era ese día y también a cada uno de los cascos que llevaba mi equipo de bomberos cuando subían por las escaleras del World Trade Center para que otros pudieran vivir”.
Otro testimonio es el de Sandra Lacano, natural de Ecuador y residente es España víctima de los atentados del 11 de marzo en la estación madrileña de Atocha. Ella guarda una foto de su hija, en quien se ha apoyado todo este tiempo para superar aquel día. “Fui madre soltera y nunca pensaba que fuese a sufrir un atentado terrorista. En el hospital les decía a las enfermeras que, por favor, si me pasaba algo que se la llevaran a Ecuador con mis padres, que no la dejaran sola”.
Son todas ellas historias que tienen como objetivo crear conciencia sobre la importancia de prevenir ataques terroristas que dejen nuevas víctimas. La “humanización” de las víctimas del terrorismo que lleva a cabo la campaña busca cambiar la mentalidad, el comportamiento y la actitud de la sociedad hacia las víctimas.
La exposición, con carácter itinerante, ha visitado Málaga, Nueva York, Vitoria y Valladolid, y ha llegado a Pamplona, donde estará en el Paseo de Sarasate hasta el 16 de noviembre.
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