Navarra encara su tercer curso escolar en pandemia que de nuevo volverá a estar marcado por las medidas para prevenir los contagios de COVID-19. Este miércoles 8 de septiembre, el alumnado navarro volverá a las aulas tras más de dos meses de vacaciones de verano con un protocolo muy similar con el que acabaron el curso pasado. A pesar de que el 39,4% de los escolares de secundaria (los de Primaria e Infantil por el momento no entran dentro de la población diana) ya está vacunado con la pauta completa y un 74% con una dosis, el Departamento de Educación ha apostado por la prudencia en su particular plan de desescalada.
La vuelta al cole será totalmente presencial en todos los niveles educativos, si bien el plan de contingencia contempla dos escenarios en función de la situación sanitaria del momento: uno en el que se garantiza la actividad docente presencial en todas las etapas y cursos y en el que se podrán ir flexibilizando las medidas, y otro de cierre completo de los centros educativos, bien sea de uno, de varios o de todos los centros, de acuerdo con lo que determinen las autoridades sanitarias.
Por el momento el curso empezará con jornada continua, que será de 9:00 a 14:30 en el caso de Educación Infantil y Primaria y de 8:00 a 15:00 para la ESO y Bachillerato, aunque se han fijado dos “ventanas” en las que los colegios que tuvieran jornada partida antes de la pandemia podrán volver a fijarla si la situación epidemiológica es favorable y Salud lo autoriza. Una será en octubre y otra a la vuelta de las navidades.
Distancias, mascarillas y se recuperan los juegos de contacto
Por lo demás, el nuevo protocolo elaborado por el Departamento de Carlos Gimeno no incluye nuevas novedades, salvo la de que se recuperan los deportes de contacto en el recreo. Así, el alumnado podrá volver a utilizar el balón, e incluso si las autoridades sanitarias lo aprueban, según la incidencia, se permitirá la interacción entre grupos de un mismo curso.
La mascarilla continuará siendo obligatoria a partir de Primaria y las entradas y salidas al centro escolar se realizarán por distintos accesos para evitar la interacción de grupos distintos. En las aulas continuará habiendo grupos burbuja y se ha fijado un máximo de 20 estudiantes por aula en Educación infantil y Primaria y 30 en Secundaria y Bachillerato.
Tampoco cambia el protocolo en caso de que se detecten casos positivos. Cuando haya uno en el aula, todos los niños y niñas se tendrán aislar en el domicilio y deberán someterse a una primera prueba PCR, y a una segunda a los diez días. El servicio de comedor se mantendrá y los padres tendrán que pasar a recoger el menú. En el caso de que Salud informe de la aparición de un brote no controlado, se cerrará el centro durante 14 días.
En el comedor se mantendrá el servicio por turnos y cada estudiante deberá ocupar el mismo sitio y en el caso de los almuerzo, se recomienda que los alumnos lo tomen al aire libre y, si no es posible, se deberán abrir las ventanas para ventilar el espacio.
También se mantiene todas las medidas de prevención, limpieza e higiene ya aplicadas en el curso anterior, así como la organización de los centros por sectores. Igualmente se mantienen las medidas de refuerzo de personal.
En el protocolo sí que se han incorporado algunas de las solicitudes presentadas por la comunidad educativa, las asociaciones de madres y padres y los sindicatos, tales como la posibilidad de compartir balones y otros materiales de juego, permitir que el alumnado de educación Infantil no tenga que llevar mascarilla en el patio, priorizar que el almuerzo se tome en el patio, flexibilizar el uso de aulas de desdoble, la posibilidad de una organización diferente en las escuelas rurales de 5 o menos unidades o la inclusión de criterios de ventilación en los centros mediante medidores de CO2.