Nostálgicos carlistas piden “proteger” los Caídos de Pamplona, el mayor monumento urbano franquista
Un grupo de nostálgicos carlistas agrupados en la plataforma 'Navarros todos y la historia completa' ha presentado varias iniciativas para tratar de “proteger” los Caídos de Pamplona, el segundo mayor monumento franquista de España, solo superado en tamaño por el de Cuelgamuros, y el primero situado en un entorno urbano, entre las que se incluye la intención de declararlo como un Bien de Interés Cultural (BIC). Buscan así que el monumento, que reconocen que es un homenaje a los requetés que lucharon en el bando sublevado en la Guerra Civil, no sea resignificado, como recoge el acuerdo firmado por EH Bildu, PSN y Geroa Bai y que incluye el derribo de varios elementos que hacen apología del franquismo.
“Desde muy pequeño fui a ese monumento a oír misa y a honrar a nuestros antepasados que murieron por defender la fe y la religión de sus mayores”, ha señalado el expresidente de la Comunión Tradicionalista Carlista Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo, quien ha definido la Guerra Civil como una “cruzada” y al monumento como un “acto de amor y no de odio” a los navarros, que según él combatieron “de manera voluntaria y altruista” en el bando franquista, orillando que muchos de ellos fueron obligados, como recuerda el historiador y profesor universitario Fernando Mikelarena. Aldaz de la Quadra-Salcedo ha defendido que el monumento se mantenga tal y como está e incluso ha lamentado que en el año 2016 se retiraran de la cripta que hay bajo el monumento los restos mortales de los generales golpistas Emilio Mola (quien era gobernador militar de Pamplona) y José Sanjurjo. “La memoria de los muertos no se puede tocar y una sociedad que se crea civilizada no puede remover estos sentimientos [...] 80 años después querer revivir esos odios no es lógico”, ha argumentado.
Entre los integrantes de esta plataforma, además de Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo, se encuentran Leonardo Falcó y el arquitecto José Ismael de la Barba, quienes han presentado en una rueda de prensa, a la que han acudido miembros de Vox en Navarra, las acciones que van a llevar a cabo para tratar de evitar la resignificación de los Caídos. La primera de ellas ha sido la presentación de un informe pericial lleno de erratas ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra para tratar de declarar el monumento como BIC y así impedir cualquier intervención arquitectónica en él. En el informe pericial se esgrimen como argumentos en defensa del monumento franquista que otras obras históricas “que ahora se admiran” como las pirámides mayas o de Egipto se realizaron utilizando mano de obra “en semiescalvitud”. “Sin embargo, nadie plantea su demolición salvo elementos como los talibanes a los cuales se está acercando el planteamiento actual”, añaden en el informe.
En realidad, el monumento a los Caídos ya cuenta con un grado de protección 2-3 según el catálogo de edificios protegidos del Ayuntamiento de Pamplona, lo que impide por el momento cualquier intervención en él más allá del tapado mediante lonas o placas de las inscripciones franquistas que incumplen la Ley de Memoria Democrática. De hecho, uno de los primeros puntos del acuerdo entre EH Bildu, PSN y Geroa Bai para su resignificación es impulsar un cambio del nivel de protección del inmueble. Para ello, según indican desde el Ayuntamiento será necesario un informe preceptivo y vinculante de la institución cultural Príncipe de Viana y un acuerdo con el Gobierno de Navarra.
Pese a que la resignificación del monumento no incluya su derribo al completo, el arquitecto autor del informe, José Ismael de la Barba, ha lamentado que se vaya a intervenir en una obra realizada “por las mentes artísticas más importantes que hubo en la posguerra” en Navarra y ha criticado que con ella se pretende “realizar una visión woke de las cosas” y “volver a la época nacionalsocialista”. “Estamos en riesgo de caer en una interpretación y discurso único de la historia y teledirigida al estilo '1984' de Orwell”.
La plataforma de nostálgicos carlistas también ha anunciado que en los próximos días presentarán una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), para la que necesitan reunir 6.000 firmas para que pueda llegar al Parlamento de Navarra, para promulgar una ley foral que proteja a los Caídos como “patrimonio histórico-artístico de todos los navarros”. “Queremos conseguir un patrimonio artístico sin ideologías y una verdad histórica sin censura”, ha apuntado Leonardo Falcó, de la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica. Por último también quieren crear un espacio en el que debatir sobre la II República, la Guerra Civil o “cruzada” y la posguerra.
El monumento a los Caídos fue construido en 1942 por el arquitecto y miembro de la Junta Central Carlista de Navarra Víctor Eusa en honor a los 4.500 navarros del bando sublevado que fallecieron la Guerra Civil y como mausoleo para albergar los restos mortales de los máximos responsables de la sublevación militar en el 36, Mola y Sanjurjo, así como de otros seis combatientes del bando sublevado, todos ellos exhumados en 2016 en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica. Dentro del edificio hay multitud de inscripciones franquistas e imágenes con las que se construye un relato requeté de la historia de Navarra “para justificar que la Guerra Civil se trató en realidad de una cruzada”, según sostiene el historiador Fernando Mikelarena.
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