“Luchar por la igualdad y la educación es básico para la escuela. Luego está la sociedad”

María José Cortés es la directora general del Servicio de Inclusión, Igualdad y Convivencia del Gobierno de Navarra y, entre otros proyectos, es responsable del programa de coeducación Skolae. María José Cortes tiende la mano a los redactores que se han marchado del programa para que vuelvan, habla de la importancia de adaptar los patios para favorecer la inclusión, y pide a los sectores críticos con Skolae que “conozcan el programa”. Un proyecto transversal que recibe críticas, sobre todo, por su eje de “Sexualidad y malos tratos” y por algunas actividades de liderazgo, empoderamiento y participación social. Cortes recibe a este periódico en su despacho en Educación.

Ha sido un inicio de curso un tanto bronco por la polémica de si se va a aplicar o no en todos los colegios públicos. ¿Ha influido esto de algún modo en el departamento?

Ha sido duro. Empezar con una crítica sin conocer no ha sido sencillo. Desde el principio hemos apostado por Skolae, y hay que estar agradecidos a las personas que han hecho un buen trabajo porque el programa es impecable, y se ajusta perfectamente a lo que la Ley de Igualdad y la sociedad estamos necesitando. Ahora nos toca el reto de llevarlo adelante siguiendo los pasos que se marcaron el año pasado. Desde luego con variaciones porque hay campos a donde no se ha llegado y a donde hay que llegar. 

¿A qué campos no se ha llegado con el anterior proyecto?

En una reunión que tuve con Pilar [Mayo, exjefa de sección] a principios de septiembre, ella hablaba de llegar más a las familias, de la profundización en los distintos ejes que forma Skolae, del reto de adaptarlo a los centros de educación especial y desde luego, de la generalización al resto de los centros. Hay proyectos que se han empezado a impulsar y que se van a seguir, como es el tema de los patios, las brigadas escolares, la adaptación a las áreas de Secundaria... Todo eso que el año pasado se empezó a vislumbrar, este año se va a llevar adelante. Y luego, claro, ahora tenemos 55 centros más. Eso supone que la estructura de tutoras, de formación online, se está ampliando en una proporción geométrica. Hemos pasado de tener veinte tutoras a tener cerca de 50... Está siendo un reto lo que es la formación. En este momento estamos hablando de unos 2000 docentes formándose en el Eje 1.

Además de estos campos a los que no se había llegado, ¿qué otros aspectos del programa habría que cambiar para implantarlo en los centros?

En este momento el programa no se va a cambiar. Llevamos dos años, es muy poco tiempo para poder hablar de ello. Aún así, María José Díaz Aguado, de la Universidad Complutense de Madrid, está haciendo una evaluación. Hemos tenido ya contacto con ellos y sí que para final de curso esperamos una evaluación de este pilotaje y esta pequeña implantación. Sobre el resto, las actividades son revisables, pero nos parece que no se han llevado tanto a la práctica como para poder ser modificables. Lo que sí se van a hacer es publicar en la página web del departamento. En el momento en que tengamos los permisos oportunos de todos los autores, se va a aportar ese material porque hay que tener transparencia y no tenemos nada que ocultar. 

Lleva poco al frente de este servicio, ¿cómo valora el trabajo que se está realizando?

Mira, estoy súper encantada con la capacidad de trabajo que tiene el propio negociado. Están haciendo un trabajo impecable y ahí estamos, con mucha ilusión, con mucha fuerza. El reto de montar la formación con componentes diferentes ha sido un trabajo arduo, pero estamos muy ilusionadas. Además, estamos teniendo una respuesta muy buena por parte de los centros. También ha habido reuniones con familias y les hemos pedido que confíen en la responsabilidad y en el buen hacer del profesorado y de los centros, y creo que podemos dar respuesta a todo ese tipo de dudas que había porque realmente lo importante es crecer en igualdad y que el objetivo de Skolae se cumpla, que nuestro alumnado sepa lo que es el vivir en igualdad, con equilibrio, respetándose mutuamente y que hagan un proyecto de vida diferente a lo que hemos desarrollado otras generaciones. Con un objetivo tan bien marcado, tan bonito y tan real, vamos a seguir en la misma línea. Eso no nos lo hemos cuestionado. Eso es así. 

Además del retraso inicial que hubo por el cambio de gobierno, los nombramientos, etc., ¿se han encontrado con alguna otra traba?

Pues la verdad es que el hecho de que los grandes formadores teóricos de Skolae nos dijeron que no continuaban en el proyecto -Marían Moreno, Miguel Ángel Arconada y Carmen Ruiz-, no nos facilitó el poder continuar. Pero también es cierto que hemos encontrado ponentes muy potentes a nivel de coeducación que nos han apoyado, que han estado ahí. Entonces, eso sí que es agradable. Yo he estado en los distintos campos de formación que me han tocado y he salido muy satisfecha. Hay que evaluarlo y revisarlo, pero por lo demás, no creo que hayamos tenido muchos más inconvenientes. Todo se basa en el trabajo y en el apostar por lo que creemos. Y luego, comenzamos a preparar el desarrollo de Skolae, la formación, el día 3 de septiembre porque al final del curso pasado se plantearon los centros que iban a entrar -que se publicó el 1 de agosto-, pero lo que era preparar la formación o no se tuvo tiempo o se tuvieron otras preocupaciones.

¿Ha tenido algún contacto con estos formadores después de su salida?

Cuando íbamos a empezar la formación les solicité que por favor se replanteasen colaborar con nosotros, que Skolae iba a ser el mismo programa. Me comentaron que no querían continuar. De todas formas, cuando nos conocimos personalmente Miguel Ángel y Carmen y yo, porque con Marían no he tenido el placer ni tan siquiera de hablar por teléfono porque su respuesta me la pasó por correo Miguel Ángel Arconada, cuando estuvimos en persona, les animé y les dejé la puerta abierta para que cuando quieran, estaremos encantados de que sigan trabajando con nosotros a favor de este programa que realmente es lo que vale.

Hablando de estos tres formadores, han sido llamados a declarar en ese proceso judicial abierto tras las denuncias de algunos colectivos. ¿Hay alguna novedad?han sido llamados a declarar en ese proceso judicial abierto tras las denuncias de algunos colectivos.

No sabemos absolutamente nada. Después de las declaraciones que tuvieron en octubre, ya no hemos tenido ningún tipo de respuesta. Parece que aquello se terminó allí, pero estamos esperando. Me imagino que si se hubiese comunicado algo, tanto Miguel Ángel como Carmen nos lo hubiesen comunicado.

Volviendo al programa. Hay tres “medidas innovadoras”: trabajo en los patios y las brigadas, adaptación de fichas, y grupos de igualdad y formación en cascada. Empezamos hablando de los patios. ¿En qué va a consistir?

El tema es cómo crear patios más coeducativos. Todo el mundo sabemos qué dinámicas hay en las horas del recreo. Es uno de los espacios donde más se puede trabajar y potenciar la convivencia y la coeducación. ¿Qué tipo de actividades y juegos podemos hacer? ¿Cómo podemos dinamizar los patios? El objetivo principal es un patio coeducador, con una convivencia positiva y que nos enriquezca. Intentamos coordinar el programa Laguntza, que tiene un peso importante como convivencia, con el programa Skolae, que tiene un peso potente en coeducación. Los dos trabajan en la mejora de los patios y se van enfocando desde dos perspectivas distintas.

¿Qué características tiene que tener un patio para favorecer esa convivencia?

Te devuelvo la pregunta. ¿Tú qué ves en un patio escolar cuando te acercas a la escuela? Normalmente el grupo de chicos y chicas a los que no les gusta el fútbol están en un rincón. Sí que el panorama de los patios va cambiando. Vemos ya actividades de cuerda, de goma, de dibujo, de lo que llamábamos la china o la rayuela, de posibilidades de voleibol, de baloncesto, actividades de recuperación de juegos tradicionales. Antes parecía que saltar a la comba era de chicas. Todos hemos compartido el saltar a la comba entre chicos y chicas sin ningún problema, pero lo vamos perdiendo. Entonces, que haya actividades y momentos que nos haga compartir un espacio lúdico siendo personas.

¿Hay una respuesta positiva por parte de los centros?

Yo creo que sí. Hasta centros que no participan en Skolae, le están dando una vuelta importante a lo que es la dinámica de patios. Hay personas a las que les gusta el deporte, que no se les dejaba jugar y se les decía que este tipo de deportes es solo para chicos. Ahora ya vemos que eso no se va dando, pero tienen que creérselo, que si te gusta jugar, da igual que seas chico o chica, que aquí lo importante es que seamos personas. En cambio, al chico que no quería jugar al fútbol, se le relegaba cuando podía atraerle otro tipo de cosas. Hay cantidad de alternativas, por ejemplo, el organizar un día sin balón. Ya habíamos visto que había iniciativas en determinados centros, y ahora, con este apoyo desde la plataforma de Skolae, creo que va a ampliar las posibilidades.

En cuanto a la adaptación de fichas a Secundaria...¿Es más complicado adaptar estas fichas a adolescentes?

Respecto a las áreas, el profesorado de Secundaria está adaptando o introduciendo las actividades que ya plantea Skolae dentro de las distintas áreas. En estos cursos anteriores, la mayor parte de Skolae en los institutos se ha llevado en la hora de tutoría, y lo que nos interesa es que sea transversal, que esta generalización llegue a la mayoría de las áreas. Igual es que soy muy optimista, pero yo creo que el alumnado es muy inteligente y muy crítico. Es un tema que saben que es problemático, que saben que les va a afectar en su propia vida. Además, las actividades de Skolae dan muchas posibilidades en las distintas áreas. Muchísimas. Por ejemplo, cuando yo analizo qué tipo de tareas realizamos en casa. ¿Por qué no trabajarlos desde la estadística de matemáticas? Son actividades con muchas respuestas y tienen pautas clarísimas, que es lo que más me ha gustado de estas fichas. Creo que ahí se ha hecho un trabajo muy bueno. Hay actividades como el empoderamiento de la mujer a lo largo de la historia, ¿por qué no en Sociales? ¿Dónde están esas mujeres tan desconocidas? Porque si vemos el libro de Historia parece que no estamos. O que hagan un listado de pintoras y músicas. Entonces tú puedes plantear un reto de este tipo en cualquier aula de adolescentes y al alumnado le encanta. Es un campo motivante.

¿Quién está aceptando mejor estas actividades, mujeres u hombres?

Hay de todo. Yo creo que hay chicos que son muy conscientes y luchadores, y hay chicas que no les queda bien. Ten en cuenta que la familia es un pilar fundamental. Si en mi casa no se lo creen, yo voy a tener una educación diferente. Si se lo creen y apuestan por ello, pues seguramente tendrá una visión distinta. La escuela tiene que seguir la ley. En la escuela esto no es cuestionable. Nosotros tenemos unas leyes que tenemos que seguir y luchar por la igualdad y la educación es básico. Y luego está la sociedad.

Es sabido que hay chicas y chicos muy jóvenes, con 13 o 14 años, que ya se han iniciado en el sexo y no tienen ningún tipo de información. En este sentido, y además de las fichas, ¿planteáis el impartir charlas?

Ahí entran los brigadas de juventud. Son un poco como los agentes socializadores. Estamos empezando con ello. Son grupos de jóvenes que ahora se están formando con el objetivo de participar en lo que puede ser la vida social del barrio, del pueblo. Intervienen en colectivos ajenos al centro y dinamizan todo lo que es el mundo social. Sería el sacar a la calle lo que se ha aprendido en el colegio y convertirse en un agente educador en la calle. Ese sería un poco el objetivo de este tipo de brigadas o taldes. Hay institutos donde ya están formando a estos voluntarios.

Sobre los grupos de igualdad y formación en cascada, ¿dónde se enmarcan?

Vienen en la línea de acompañar a los grupos impulsores. En cada centro hay un responsable de coeducación y un grupo impulsor, que es el que analiza las características de cada centro y plantea un plan de igualdad. A partir de este plan, el grupo impulsor necesita a alguien responsable de que las actividades del programa Skolae vayan generalizándose en los distintos centros y también formando parte del día a día. Esa formación en cascada venía de ahí. Ese acompañar a ese grupo impulsor, ser un referente en cada centro y para las personas que lo van trabajando. Yo me lo imagino como ese tronco de árbol del cual salen las ramas pero que se apoyan en el suelo. Pues a eso se refiere la formación en cascada, no a a este otro aspecto de me he formado yo y yo te formo a ti. Es más un nos apoyamos mutuamente en actividades que se hacen de cotutorización o en docencia compartida. Si yo soy la especialista y tú te estás formando, trabajando juntas, vamos a perfeccionar los dos. 

Hay un sector de la población especialmente crítico con este programa. ¿Cómo se puede mejorar la difusión de este programa para hacerlo llegar a esas familias? ¿Qué se podría corregir?

Yo me he entrevistado con algunos de estos grupos y ellos me plantearon el conocer las fichas. Con su publicación en la página web, cumplimos ese objetivo. Yo a estos grupos les pediría su confianza en el profesorado que lleva adelante estas fichas. Cuando una familia escoge un determinado centro para que sus hijos se eduquen, indica que les gusta el proyecto educativo que tiene este centro, que confían en su profesorado. Entonces yo les solicitaría que sigan confiando. Yo cuando planteo una actividad para mi grupo, conozco al grupo, a las familias, e intento llegar a ellas de la mejor manera posible porque a nadie nos gusta tener conflictos. Cuando las familias cuestionan y se preguntan el porqué de este tipo de actividades, por qué no otras..., pues creo que realmente nos estamos cerrando a dos o tres actividades, o cinco o seis, pero que realmente el programa en sí, el programa de forma general, cumple perfectamente las pautas que nos da la Ley de Igualdad y que es a donde tenemos que llegar. Yo sí les pediría que en vez de ver la parte más superficial, como puede ser un título, que confíen en que el desarrollo de esas actividades se van a llevar de manera adecuada porque los profesionales de la Educación lo van a hacer así.

¿Han mostrado en esas reuniones su oposición o su desagrado hacia alguna de estas fichas en concreto? ¿Hay algún tema que consideren inapropiado?

Hombre, pues desde lo que son los juegos...., aunque tampoco hemos hablado de fichas específicas. Yo creo que va más encaminado a que no están de acuerdo con determinadas líneas del programa.

¿A qué línea en concreto se oponen?

Por ejemplo, el eje cuarto [sexualidad y buen trato] es al que más pegas se le pueden ver, el tema del empoderamiento... Yo creo que se ve que el empoderamiento de la mujer hace perder al hombre, cuando no es cierto. Estamos hablando de crecer en igualdad, de creer en que la igualdad es posible. También se comentaron actividades de liderazgo, empoderamiento y participación social. Han sido los dos campos que más han comentado.

¿Qué objeciones se plantean en estos temas?

Pues no lo sé, no lo han transmitido en la reunión.

¿Puede que únicamente haya argumentos políticos detrás?

No lo sé. Políticos, morales, religiosos, culturales. Me parece que el respeto es uno de los valores básicos y yo respeto muchísimo lo que opinan, pero también creo que el respeto tiene que ser mutuo. Entonces, ante un programa que nos marca un ente superior, como puede ser la ley, si esa ley nos habla de igualdad, tendremos que trabajar para que se vea; y en este momento este programa es el que nos puede dar la respuesta.

La valoración de los profesores al final del último curso fue superior al 8. La del alumnado fue positiva. Poco a poco parece que hay más familias que lo van conociendo y no muestran su desagrado. Sin embargo, hace unas semanas, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, en una entrevista en este periódico, aseguró que nunca llevaría a su nieto a Skolae. ¿Por qué siguen estas objeciones? ¿Qué le puede responder?en una entrevista en este periódico, aseguró que nunca llevaría a su nieto a Skolae. ¿

Que conozca el programa. Mira, cuando empezó a venir en la prensa, una de las compañeras de un colegio cercano, en una reunión que tuvimos, me dijo que ellos habían sido uno de los centros piloto, que era un buen programa, que se podía adaptar y dar respuesta a una demanda que necesitamos. Y ya no lo cuestioné más. Ahora que lo conozco, que voy leyendo, que la base teórica es conocida, que las actividades las voy conociendo poco a poco... Pues la verdad es que digo, vamos a conocerlo bien, tenemos que saber que es un programa que seguramente sufrirá cambios por las adaptaciones a las áreas, tendremos que ver qué fichas potencia más y piensa que le merece más la pena al alumnado. Vamos a ver cómo podemos adaptarlo a los entornos rurales con colegios muy pequeños o los de educación especial, recoger las opiniones de las familias... Todo eso puede llevar a pequeños cambios, pero no podemos tirar algo sin tan siquiera conocerlo en profundidad y haberlo desarrollado con un margen de tiempo importante.

En ese camino hacia la escuela inclusiva, además de Skolae, ¿qué falta?

Creer. Yo creo que la escuela será inclusiva desde el momento en que todos y todas seamos capaces de llevar adelante un proyecto en el cual hablemos de inclusión real, no integración ni compañía. Inclusión real es hablar de tres palabras básicas: presencia, hay que estar dentro del aula, de ahí que se valoren mucho los apoyos dentro del aula, las aulas alternativas dentro de los institutos... Eso por un lado. Por otro, participación. Una persona que está dentro de un grupo y no toma parte de él, en ningún momento está incluido. Y por último, el reto educativo. Y ese es uno de los campos en los cuales los cambios metodológicos, el desarrollo de otro tipo de proyectos, Skolae, Laguntza... Todo eso es donde tiene cabida. El proyecto de inclusión, con un proyecto muy potente que es “Por educar - Osagarri”, creo que nos puede abrir la puerta a conjugar en futuro una escuela en la que todo el alumnado, sin diferencias de sexo, cultura, religión, procedencia o características tenga un lugar. Y ese sería el objetivo que a mí me gustaría desarrollar a lo largo del tiempo que yo esté en esta dirección de servicio porque creo en él. A mí me ilusiona muchísimo. Creo que todo el mundo enriquece, que las diferencias, del tipo que sean, nos hacen ver el mundo mucho más real, y que si crezco en compañía de alguien distinto, soy mejor persona.