Pamplona está cerca de quedarse sin presupuestos para 2022 al agotarse una de las posibilidades que el alcalde, Enrique Maya (Navarra Suma), tenía para poder dar luz verde a las cuentas municipales. La coalición conformada por UPN, PP y Ciudadanos, no cuenta con la mayoría suficiente para sacar adelante los presupuestos tras romperse el único acuerdo que mantenía en el capital navarra con el PSN. Los socialistas ya han anunciado su voto en contra y la única carta disponible para el primer edil era hacer uso de su voto de calidad para aprobar las cuentas en el pleno del 30 de diciembre. Esta posibilidad estaba abierta si no llegaba a tiempo para entonces la credencial de Garbiñe Bueno, sustituta del exedil de EH Bildu Joxe Abaurrea, que dimitió a principios de este mes. Este miércoles, la credencial ha sido remitida por la Junta Electoral y Pamplona, de no producirse otro giro de guion, deberá prorrogar sus cuentas de 2021.
La situación se generó tras la renuncia de Abaurrea a su acta de concejal el 10 de diciembre, después de conocerse su condena a seis meses de prisión por un delito de atentado contra agentes de la autoridad por unos incidentes ocurridos con la ikurriña en el chupinazo de Sanfermines de 2019. En concreto, Abaurrea trató en aquellas fiestas de exhibir una ikurriña en un balcón del consistorio, lo que motivó un forcejeó con una concejal de Navarra Suma, Carmen Alba, quien trató de impedirlo. El incidente acabó en una agresión por parte del edil de EH Bildu a la concejal y a varios agentes de la Policía Municipal.
Dos años después de aquello, esta ausencia de uno de los siete ediles de la coalición abertzale suponía facilitar a Maya usar su voto de calidad para despejar un empate producido por los votos a favor de los 13 concejales de su formación frente a los 13 contrarios de la oposición. En concreto, los resultados de los comicios de 2019 daban 7 ediles a la coalición abertzale, 2 a Geroa Bai y 5 al PSN. Votar en contra de sus propios presupuestos fue una opción descartada por el alcalde en una rueda de prensa ofrecida la semana pasada, aunque tampoco daba por hecho que se produjera esta ausencia de un edil de EH Bildu. “No lo voy a hacer yo ni lo va a hacer ninguno de nuestros concejales”, zanjó, a la vez que rechazaba cambiar la fecha del pleno para que la credencial llegara a tiempo. “Si no llega a tiempo para el pleno del 30, nosotros no vamos a cambiar el sentido del voto para respetar los deseos de un concejal que ha sido condenado por agredir a otra concejal y por agredir y morder a policías”, sostuvo entonces.
A la vez, el primer edil confiaba en aquella rueda de prensa en la posibilidad de reeditar todavía el acuerdo con los socialistas y en que el PSN hiciera aún “las enmiendas que procedan”. Lo cierto es que los socialistas no se había pronunciado todavía sobre el sentido de su voto, pese a haber señalado con anterioridad determinados “incumplimientos” en los compromisos adquiridos en 2021 y que comprometían la reedición del único pacto presupuestario. Un día después, la portavoz municipal socialista, Maite Esporrín, avanzaba en rueda de prensa el rechazo definitivo a las cuentas al acusar al alcalde de haber “engañado” y “quebrado absolutamente” la “confianza” de su grupo por los “graves incumplimientos” de las enmiendas acordadas en las cuentas del presente ejercicio. Entre ellas, mencionó las relativas a la vivienda social, Paseo de Sarasate, Pasarela de Labrit, el carril bici de Labrit, el parking de Las Huertas, Pío XII, o el chalet de Caparroso. Asimismo, Esporrín tildó de “una falta total de ética democrática” la posibilidad de que Maya aprovechara la ausencia del concejal de la coalición abertzale. “Será legal, no lo discutimos, pero desde luego no se ajusta a la realidad institucional que este Ayuntamiento tiene”, advirtió.
Además, a esta circunstancia se añadió la advertencia de Geroa Bai, que aseguró que presentaría una moción de censura a Maya si aprobaba las cuentas en estas circunstancias. A la moción de censura le daban las cuentas para prosperar, al sumar la oposición 14 ediles, algo que el alcalde tildó de “chantaje en toda regla” en una entrevista concedida a Onda Cero. “Espero, pese a lo que ha dicho públicamente, que tenga un mínimo sentido de la democrático y de la ética política y no lo haga”, advirtió el edil de Geora Bai, Javier Leoz.
Una vez confirmado que Abaurrea podrá ser sustituido, Maya ha criticado la actitud que han mantenido los grupos de la oposición al reprocharle la posibilidad de usar su voto de calidad. “Han montado una gorda con amenazas de mociones de censura, escenificando una salida del pleno, porque se apresuraron a decir que la nueva concejal no llegaba, ha sido un teatro absoluto para intentar blanquear a Abaurrea”, ha señalado, para tildar la polémica de “absoluto paripé con el que han querido tensionar la vida municipal”. “Nadie ha pensado en los presupuestos de Pamplona, se han apresurado a decir que no los iban a aprobar, cuando lo interesante hubiera sido debatir los presupuestos”, ha lamentado. Con todo, “pese a las presiones” ha asegurado sentirse “orgulloso de haber mantenido el criterio de que un delincuente no se le puede salvar la ausencia en el pleno”.
Respecto a la posibilidad de reconducirse la situación y lograr una reedición del acuerdo con los socialistas, el primer edil ha reprochado al PSN que haya “querido dejar a Pamplona sin presupuestos por una pretendida falta de confianza”. “Desde el minuto uno se han apresurado a decir que no los iban a apoyar sin saber de qué iban los presupuestos”, ha lamentado. De manera más clara se ha pronunciado Joseba Asiron, portavoz de la coalición abertzale y exalcalde de la capital navarra, que en una nota de prensa ha dado por hecho que las cuentas “serán rechazadas”. Enrique Maya, ha dicho, “no podrá imponer el pucherazo que estaba planeando para sacar adelante unos presupuestos obviando el sistema de mayorías que surgieron de las urnas”, ha zanjado.