El Parnasillo: historia de una librería atacada por la extrema derecha durante la Transición en Navarra
La librería, situada en Pamplona, fue foco de ataques de grupos de la extrema derecha como los Guerrilleros de Cristo Rey durante los primeros años de la Transición
Durante los primeros años de la Transición, Navarra fue el foco de multitud de atentados por parte de grupos terroristas como ETA, GRAPO o FRAP, pero también, como se desprende del estudio elaborado por cuatro investigadores del Instituto de Derechos Humanos “Gregorio Peces-Barba”, de la Universidad Carlos III de Madrid, de otros grupos menos conocidos y a cuyas víctimas no se les dio el mismo reconocimiento. Es el llamado “terrorismo oculto”, que ha dejado en la comunidad foral al menos 26 atentados. Todos ellos cometidos por grupos de extrema derecha que, con el convencimiento de tener que “defender el orden establecido” y corregir varias “libertades democráticas que comenzaban a instaurarse, como la libertad de pensamiento, de expresión y de opinión”, atacaron a personalidades de la izquierda social, sindicalistas, periodistas o libreros.
Una de las víctimas de esos atentados es el conocido librero en Pamplona Javier López de Munáin, que durante más de 40 años asesoró e inició en la lectura a multitud de pamploneses y pamplonesas que se acercaban a su librería El Parnasillo. Por esa labor de “propiciar el desarrollo cultural” en 2015 recibió la cruz de Carlos III de manos de la entonces presidenta de Navarra, Yolanda Barcina.
Javier y su librería fueron objetivo de varios ataques de estos grupos de extrema derecha a los que “no les gustaba que vendiera libros sobre marxismo o sexualidad”, pero que no impidieron que siguiera adelante con El Parnasillo. Más bien conseguían lo contrario. “Después de los ataques la gente venía a apoyarnos y se incrementaban las ventas”, cuenta Javier. Ahora, más de cuatro décadas después, jubilado y a punto de cumplir los 80 años, confiesa que echa de menos seguir recomendando lecturas a la gente, pero se entretiene con otras aficiones, como la de impartir clases de latín a interesados en leer textos originales de filósofos de la Antigua Roma. Recibe a elDiario.es después de una de sus clases, en las que ha estado traduciendo un texto de Marco Aurelio para relatar cómo vivió aquellos primeros años de la democracia y los ataques que sufrió su librería.
Natural de Burlada, Javier regresó a Navarra en 1970 tras haber pasado varios años fuera de la comunidad foral. Primero en Salamanca, donde estudió Teología, y después en Bilbao, donde se licenció en Económicas. Volvió a Pamplona para dedicarse a su verdadera pasión, los libros, y comenzó a trabajar en la librería Andrómeda. Eran los últimos años del franquismo y la censura seguía muy presente en la cultura. “Multitud de libros estaban prohibidos: La Regenta de Clarín, las obras de Miguel Hernández, casi todos los autores de la Generación del 27... Recuerdo que venía la Policía a la librería a preguntarte si tenías obras de Miguel Hernández, yo respondía que quién era ese”, recuerda Javier. Con todo, se las apañaba para burlar la censura y poder conseguir “libros prohibidos” que se traía él mismo desde Madrid llegados de Latinoamérica. “Un bibliotecario de Puente la Reina me pidió una vez un libro titulado 'La función del orgasmo' y para disimular los distribuidores en el envío pusieron de título 'La función del organismo'”. Esos trucos le sirvieron en más de una ocasión para poder librarse de la censura, pero no aquella vez, el libro nunca llegó a la biblioteca de Puente la Reina. El director de Cultura de Navarra, Jaime del Burgo, descubrió el pastel y no permitió la llegada del libro. “Su secretario me dijo: 'Él es el único que sabe cuáles son las necesidades del pueblo navarro'”, se resigna Javier López de Munáin al rememorar el episodio.
Tras varios años en la librería Andrómeda, Javier y unos amigos decidieron montar su propia librería y fundaron así en 1973 El Parnasillo en un pequeño local de la calle Paulino Caballero, calle que estaba en “zona nacional” de la ciudad. Javier recuerda que en una ocasión se acercó a la librería una comisión de madres para pedirle que retirara del escaparate un libro para niños sobre educación sexual titulado 'De dónde venimos' y en otra una autoridad del Opus Dei le solicitó que quitara de la sección de Filosofía libros sobre el marxismo o sobre sexualidad de Freud. También recuerda que en esos primeros años era común que la librería amaneciera con pintadas o ventanas rotas. Pero el primero de los ataques terroristas no llegó hasta marzo de 1976. Una noche, a las 5 de la mañana “un SEAT blanco con matrícula de Madrid” en el que iban varios miembros de los Guerrilleros de Cristo Rey se plantó delante de El Parnasillo. De las ventanillas salieron varias metralletas que destrozaron el escaparate de la tienda y varios ejemplares “con más de 25 balazos”. Miembros del colectivo de extrema derecha se bajaron del vehículo y además de dejar una pintada en la fachada de la librería, tiraron dentro una carta en la que amenazaban a Javier. “Las próximas balas irán a tu linda y putrefacta calva”, rezaba el escrito.
Esa fue la primera vez que Javier López de Munáin sintió miedo de ir a trabajar. “Al ser de madrugada no había nadie en la tienda porque estaba cerrada, nos contaron cómo fue los vecinos que se despertaron por el ruido”. Javier critica la escasa investigación que se llevó a cabo por parte de la Policía. “Cogieron unos cuantos casquillos de balas, pero no hubo ni análisis ni nada, se fueron y no volvimos a saber nada del asunto”, critica. Tras el suceso, Javier se fue una semana a Barcelona por miedo a que los Guerrilleros de Cristo Rey cumplieran la amenaza que le habían dejado en forma de carta escrita con recortes de letras de periódico. Al regresar, recuerda la ayuda de la gente del barrio y de la ciudad, que se acercaron a comprar libros “para echarnos una mano”.
No fue el único ataque grave que recibió la librería. A los dos años, en 1978, un domingo al mediodía, de nuevo con la tienda cerrada, un joven de Pamplona vinculado a la extrema derecha, cuyo nombre Javier averiguó varios años después pero que no quiere desvelar, lanzó un cóctel molotov contra la librería, que provocó un incendio y la quemó. De nuevo la investigación fue escasa, lamenta Javier, aunque se logró identificar al culpable, al que se detuvo, “pero se le soltó a los pocos días”.
El dueño de El Parnasillo atribuye todos estos ataques que sufrió durante los primeros años de la Transición a un intento de “ciertos colectivos conservadores” de frenar el avance de la cultura y del pensamiento en un país que acababa de salir de 40 años de dictadura franquista. La de Javier es también una de las conclusiones del informe 'El terrorismo desconocido. Atentados terroristas de extrema derecha en Navarra (1975-1985)'. “El libro más vendido aquellos años era 'Técnicas sexuales modernas', la sociedad avanzaba y había a quien no le parecía bien”, señala.
Ni Javier ni las víctimas de los al menos otro 25 atentados que cometió la extrema derecha en los diez primeros años de la Transición en Navarra no fueron nunca reconocidos como víctimas de terrorismo ni tampoco recibieron ningún tipo de ayuda. “La librería la pudimos volver a a abrir tras los ataques gracias a la ayuda de la gente, que después de cada atentado venía en masa a comprar libros”, indica. Ahora, casi 50 años después, los ataques a la librería El Parnasillo de Pamplona están recogidos como ataques terroristas de la extrema derecha en el informe encargado por el Departamento de Relaciones Ciudadanas a través de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos y supone el primer reconocimiento a Javier como víctima del “terrorismo oculto”.
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