La plantilla de Volkswagen Navarra irá a la huelga el 28 de abril por el “empeoramiento” de la seguridad laboral

Miembros de los sindicatos ELA, LAB y CGT (que suman 10 de los 31 delegados sindicales del comité de empresa) se han concentrado este jueves frente a la factoría de Volkswagen Navarra, en el polígono de Landaben, para reclamar una “alternativa” al nuevo gancho -o transportador- para coches que “garantice la salud de la plantilla”, que a su juicio el sistema introducido supone un “empeoramiento” de las condiciones laborales. Estos tres sindicatos han convocado el próximo lunes 28 de abril una jornada de huelga en la fábrica por el “empeoramiento” de las condiciones de seguridad de la plantilla.
Así lo han explicado en una rueda de prensa Igor Peñalver (ELA), Oskar Barinaga (LAB) y Óscar Añorbe (CGT), quienes han dado lectura a un comunicado que recoge que “la realidad de la fábrica más grande de Navarra dista mucho de ser lo idílica que la pintan”. En este sentido, han criticado que “para adaptar las instalaciones a la fabricación de coches eléctricos han optado por un pulpo o gancho para transportar las carrocerías con las cadenas de montaje que, lejos de suponer un avance y mejora” respecto al actual, “empeora ostensiblemente la ergonomía de una parte importante de los puestos de trabajo”.
“Esta decisión de la multinacional, justificada en que es el único sistema que le permite alternar la fabricación de coches eléctricos y de combustión, la toma por un motivo únicamente economicista, pues no es cierto que el sistema introducido sea el único posible, aunque sí es el más barato”, han destacado, para a continuación criticar que “ese recorte en las inversiones, que le permitirá una amortización más rápida y por tanto aumentar la escandalosa -y obscena, nos atreveríamos a decir- cifra de beneficios, recaerá en un mayor deterioro de la ya de por sí maltrecha salud de la plantilla”.
“La multinacional, consciente de la situación que está generando y las consecuencias que ello acarreará para la salud de la plantilla, ha querido que la responsabilidad no fuese sólo suya, y a diferencia de otras ocasiones en las que jamás ha necesitado ni buscado el acuerdo con la representación de los y las trabajadores para implantar los cambios llevados a cabo -puesto que entran dentro de la organización del trabajo y esta es competencia única y exclusivamente suya-, en esta ocasión ha exigido un acuerdo con la mayoría del comité de empresa bajo la amenaza de que si no se acordaba la introducción del nuevo pulpo o gancho no se fabricarían vehículos eléctricos en Landaben y el futuro de la fábrica estaría en entredicho”, han subrayado.
“Aun siendo conocedores del empeoramiento de las condiciones de trabajo y las nefastas consecuencias para la salud que conllevará, y desoyendo al resto del comité, que nos hemos opuesto a la introducción del nuevo gancho y aportado otras soluciones y alternativas al mismo”, UGT y CCOO, “siempre prestos a satisfacer los caprichos de la multinacional”, han firmado “el infame acuerdo, poniendo las condiciones laborales de todos a cambio de sus intereses personales de ascensos y promociones”.
Por ello, el objetivo de la huelga convocada el lunes 28 de abril, con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, es mostrar su “desacuerdo y más firme oposición” a que la multinacional “siga adelante con sus planes, abogando por una revisión del acuerdo que suponga la retirada del nuevo pulpo o gancho en las condiciones que ahora mismo lo han planteado, explorando otras alternativas, que las hay, para las cuales la multinacional está recibiendo ingentes cantidades de dinero público”.
En respuesta a los medios de comunicación, Igor Peñalver ha explicado que estos pulpos “sobresalen 12 centímetros por cada lado” del vehículo y dificulta el trabajo que se realiza en el interior del mismo. A su juicio, las alternativas podrían ser “modificar la geometría del pulpo”, hacer otro pulpo “que no perjudique la salud”, o establecer que los coches eléctricos llevasen este elemento pero mantener el sistema actual en los de combustión. “Algo totalmente viable pero que supone bastante más gasto del que quieren asumir”, ha indicado Peñalver, que ha añadido que los sindicatos ya han acudido a Inspección de Trabajo.
Por su parte, Barinaga ha remarcado que la introducción de este gancho “supone alrededor de un 10% del número de pulpos totales” y que este sistema “está diseñado exclusivamente para el modelo eléctrico, pero para el modelo de combustión supone un empeoramiento de las condiciones de los trabajadores”.
Según los cálculos de la empresa, “para junio deberían estar introducidos los 464 pulpos y eso supondría que la plantilla tendría que trabajar prácticamente un año con modelos de combustión sobre un pulpo que no está adaptado ergonómicamente para trabajar en él”.
Además, ha advertido de que “no tenemos datos de la salida que va a tener” el modelo eléctrico. “Sí que el hecho de que supuestamente se hibriden el Taigo y el T-Cross supondría que, probablemente, la producción de combustión sea mucho mayor que la eléctrica, y esto supondría todavía un mayor daño en la plantilla”, ha alertado.
Por otro lado, Óscar Añorbe ha explicado que con la huelga del día 28 se pretende “que la plantilla tome conciencia y se ponga al frente de esas reivindicaciones, puesto que tenemos un comité que lleva desaparecido más de 20 años, que no es garante de la reivindicación de derechos y condiciones de esta plantilla”.
A su juicio, “no puede ser” que “una nueva tecnología suponga un empeoramiento de las condiciones de trabajo”. “Lo que pretendemos es que la plantilla tome conciencia, secunde el paro y le dé un toque de atención a esta multinacional”, ha apuntado. El día 28 se realizará una concentración de 13:15 a 14:15 horas en la puerta de montaje.
Finalmente, Igor Peñalver ha añadido que Vigilancia de la Salud les dijo que desde el 2020 la Tesorería General de la Seguridad Social a nivel estatal no traslada los datos de los trabajadores nominalmente por cada empresa en cuanto a las bajas comunes, por lo que “desde el 2020 no hay posibilidad de cotejar los datos que tiene Volkswagen” para saber si el trabajo que se está haciendo en la empresa “perjudica la salud en cuanto a las bajas comunes”.
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