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El Pleno del TSJ de Navarra decide sobre la sentencia de ‘la manada’ con la vista puesta en el Supremo

La Judicatura no vive al margen de la contestación social a la sentencia dictada contra 'la manada'. Este miércoles se reúne el Pleno de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Navarra para decidir sobre los recursos de defensas y acusaciones. Que sea el Pleno –cinco magistrados– y no tres como suele hacerse “habitualmente”, es el primer indicio de que nos encontramos ante una decisión “extraordinaria” por la “trascendencia social” del caso. Expertos juristas auguran una decisión “muy trabajada” aunque probablemente menor en extensión a los 500 folios de la sentencia original. Está previsto que el pronunciamiento se conozca dentro de un mes aproximadamente.

El 26 de abril pasado, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra condenó a 9 años de prisión por un delito continuado de abuso sexual con prevalimiento a los cinco acusados de violar a una joven de 18 años el 7 de julio de 2016 en Pamplona.

La potestad de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal es absoluta a la hora de abordar la revisión de la sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, por lo que podrían desde absolver a los miembros de 'la manada', como piden las defensas; aumentarles la pena por considerar los hechos una agresión sexual y no un abuso con prevalimiento, como piden las acusaciones; o bien dejarla como está.

“El caso va a ir al Supremo, todos lo saben, por lo que trabajarán exquisitamente”, apuntan. Y aunque ninguna fuente consultada por eldiario.es se atreve a anticipar cuál será la decisión, son muchos juristas los que apuntan a que el Pleno podría revisar el vídeo para determinar si el tribunal interpretó correctamente que no hubo ni violencia ni intimidación contra la víctima. El quid de la cuestión para decidir entre abuso y violación.

Los recursos de apelación interpuestos por la Fiscalía, la acusación particular y las dos acciones populares –Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra–, así como por los dos abogados defensores, serán resueltos por el Pleno de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), compuesta por cinco magistrados, todos hombres. “Desde luego es una sentencia extraordinaria, de gran trascendencia social, y por eso se reúne el Pleno”, interpretan fuentes cercanas al caso.

El Tribunal Superior no considera necesaria la celebración de la vista para la correcta formación de su convicción puesto que “queda ilustrada por los extensos y fundados recursos de apelación y sus respectivas impugnaciones”. “Por otra parte, la decisión de no celebrar vista se conviene mejor con el interés de preservar la identidad e indemnidad de la víctima denunciante”, explican los magistrados.

Veteranos profesionales también conceden que “puede ocurrir de todo”, pero la experiencia apunta a que “lo lógico es que no entren a revisar y se lo dejen al Supremo”. Aunque es un caso “muy especial” no solo por desarrollarse en el punto de mira de los medios, sino por la existencia de una prueba, el vídeo, “que puede ser revisado para comprobar si ha sido correctamente interpretado; ahora, en qué sentido pueden decantarse es imposible anticiparlo”, apuntan.

“Si tiras de estadística, en la inmensa mayoría de los casos la sentencia no se revoca. Pero ha habido de todo. He conocido casos de condena por violación y absolver luego esta Sala... también han confirmado la pena… pero no he conocido ningún caso en el que la hayan incrementado”, apunta un veterano penalista. “Pero por poder, podrían”.

La importancia de los votos particulares en el recorrido judicial de 'la manada' podría estar detrás de la decisión de ampliar a cinco los encargados de decidir: primero fue el magistrado Ricardo González al pedir la puesta en libertad provisional de los acusados antes de que se conociera la sentencia; después, más importante, al descolgarse de sus compañeros Francisco Cobos y Raquel Fernandino de la Sección Segunda al dictar sentencia; y, finalmente, con el voto particular emitido por el presidente del tribunal que les juzgó en primera instancia, el propio Francisco Cobos, en contra de la decisión de Fernandino y González de conceder la libertad provisional a los condenados tras la sentencia.

Cinco hombres y una decisión

Fuentes oficiales del TSJN explican que la decisión de que sean cinco jueces y no tres los que aborden el recurso es potestad del presidente, Joaquín Galve. Al parecer, tanto la “complejidad” de las cuestiones legales que se dirimen en la sentencia como la “importancia” y relevancia social del caso han llevado al magistrado a tomar la decisión, que fuentes judiciales consideran encaminada a lograr una “mayor garantía” en la decisión. No obstante, apuntan a que la fecha del 7 de noviembre se señala “por una cuestión procedimental” que marca que en un mes habrá decisión, “pero llevan desde el verano con el tema”.

Acompañan al presidente en el análisis de la sentencia los magistrados Francisco Javier Fernández Urzainqui, Alfonso Otero, Miguel Ángel Abárzuza y José Antonio Álvarez Caperochipi. Todos ellos hombres.

“Podemos decir que el menos experto es Álvarez Caperochipi, que además es el ponente. Es profesor de Civil, no de Penal. Lleva en el TSJN desde su creación en 1989, pero no tiene una formación como magistrado instructor, ni ha estado en la Audiencia. Entró por el turno de juristas de reconocido prestigio en el TSJN. Es el más flojo de todos”, sentencia un profesional veterano de los tribunales navarros. También asegura que su voto particular en el caso de Nagore Laffage fue polémico: “Se montó una película él solo y causó estupor en ámbitos judiciales, aunque no tuvo más trascendencia”.

Los otros gozan de gran prestigio entre sus colegas: “Son fantásticos, Fernández Urzainqui es buenísimo, un grandísimo civilista y también penalista, las sentencias que ha dictado son impecables”, aventura uno. Reconocen que es nuevo en recursos de apelación, “porque históricamente el Tribunal Superior de Justicia el penal solo lo ha conocido para aforados, que era un trabajo muy esporádico, un caso cada cuatro años o cada cinco. Luego sí le tocó los recursos de apelación que llegaban de los jurados populares, por lo que no tiene mucha experiencia. Pero desde que ha entrado la Segunda Instancia en Penal, en 2015 –aunque las sentencias comienzan a finales de 2016 y 2017–, han trabajado mucho. De total garantía”, aseguran.

A Otero también le halagan: “Ha estado muchos años de magistrado en la Audiencia, es un magnífico penalista”. Así como al presidente: “Estuvo muchos años en el Juzgado de Instrucción número 3 de Pamplona, aunque luego pasó a lo Contencioso. Es una persona muy vinculada al Derecho Penal”. Con la boca pequeña, algunos comentan que Abárzuza “es un poquitín más flojo que los otros, pero conforman un tribunal de absoluta garantía”.

Abuso con prevalimiento y no agresión sexual

En un auto de la sección segunda de la Audiencia de Navarra, conocido en junio de 2018, se decretó la libertad bajo fianza de 6.000 euros para los cinco miembros de 'la manada'. Los magistrados no aprecian riesgo de fuga de los condenados al haberse reducido “notablemente” en la sentencia las penas que solicitaban las acusaciones y al no apreciar tampoco riesgo de reiteración delictiva, si bien uno de los tres jueces del tribunal discrepó de esta decisión, considerando que “es indiscutible la gravedad del delito”.

Cuatro de los condenados se encuentran actualmente en libertad mientras que el quinto, Ángel Boza, ingresó de nuevo en una prisión de Sevilla el pasado mes de agosto por el robo de unas gafas de sol en una tienda de un centro comercial.