El máximo representante del Gobierno de España en Navarra, el delegado socialista José Luis Arasti, y la presidenta del PP local y nueva 'número tres' del equipo de Pablo Casado, Ana Beltrán, se han enzarzado en el palco de invitados del Parlamento de Navarra. El PSN alcanzará la presidencia “con los que mataban”, le reprochaba Beltrán a Arasti en referencia a EH Bildu, que se abstendrá en segunda votación y facilitará que María Chivite alcance la presidencia foral en la investidura que se celebra este jueves y este viernes. La escena se ha producido mientras abajo, en el hemiciclo, la propia Chivite y el líder de UPN y de la coalición Navarra Suma, Javier Esparza, elevaban el tono con ETA y los acuerdos con la izquierda abertzale como telón de fondo. El programa político de aquí a 2023 ha quedado muy en segundo plano.
Esparza, que ganó las elecciones pero sin mayoría parlamentaria para gobernar, ha acusado al PSN de venderse “por un sillón” a “los amigos de Josu Ternera” (dirigente de ETA recientemente detenido) y “a quienes no han condenado los asesinatos de sus propios compañeros”. “Por lo menos Uxue Barkos iba de cara y dijo que tenía un acuerdo con EH Bildu”, ha reconocido Esparza a la presidenta saliente, de Geroa Bai, a la que hace cuatro años regaló argumentos muy similares que los empleados en 2019 con Chivite. Si en 2015 Esparza auguró una 'euskaldunización' de Navarra, ahora vaticina que el Gobierno de PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra dará continuidad a las políticas de Barkos a pesar de que los socios de aquel Ejecutivo cayeron “de 26 a 19 escaños” tras las elecciones.
“Usted ha excluido a Navarra Suma y se ha echado e brazos de EH Bildu. Ha excluido al 36% de la sociedad navarra. Ha puesto un cordón sanitario al principal partido de Navarra. Pasará a la historia como la socialista que dinamitó los acuerdos con los constitucionalistas en Navarra. Todo por su ambición, por el sillón presidencial. Si hay que renunciar a todo lo anterior, da igual. No sé si se da cuenta de la irresponsabilidad con Navarra y con el resto de España. EH Bildu y el PNV se están frotando las manos. Si le aplaude Arnaldo Otegi y todos los que quieren que Navarra sea Euskadi, ¿no se han parado a pensar por qué le aplauden?”, ha espetado Esparza, cuya intervención ha sido interrumpida en al menos media docena de ocasiones por la bancada de la coalición de UPN, PP y Ciudadanos hasta el punto de que el presidente de la Cámara, Unai Hualde, les ha pedido que “contuvieran el júbilo”.
Chivite se ha mostrado muy enfadada en su réplica por las acusaciones de Esparza y ha remarcado su compromiso contra ETA y a favor de las víctimas del terrorismo. “Mientras yo me partía la cara en la Universidad, usted jugaba al balón”, ha soltado a un Esparza que no paraba de hacer aspavientos en su escaño. Además, ha esgrimido un Excel para probar que, en la anterior legislatura, UPN votó “el 51%” de las leyes votadas con EH Bildu. “106 iniciativas de la anterior legislatura, la cotidaneidad de este Parlamento. El 51% con el apoyo de su partido, con su voto y con el de EH Bildu. ¡En 57 ocasiones! Navarra Suma y EH Bildu votaron lo mismo… Votó más veces con EH Bildu que con el PSN. Le paso el Excel y, si no, repase el diario de sesiones. La realidad supera a la ficción. ¿Qué pacto oscuro tenían ustedes con Bildu que no ocultan y se avergüenzan?”, ha atacado Chivite, aplaudida por los suyos.
Esparza no ha esquivado los datos pero los ha querido matizar: “Una cosa es coincidir en votaciones puntuales de aspectos de gestión y otra cosa es hacerla presidenta”. Dicho esto, ha mantenido que el PSN se apoya en quienes dieron cobertura política a ETA. “Han justificado el asesinato de dos compañeros de mi partido”, ha insistido. El portavoz socialista y 'número dos' de Chivite, Ramón Alzórriz, ha salido al barro para auxiliar a su jefa de filas y elevar todavía más la tensión y acusar al PP de haber puesto en libertad a un terrorista: “Juan Priede, compañero socialista en Orio, fue asesinado por un terrorista que quedó en libertad por la política penitenciaria del Gobierno de Aznar”.
Chivite ha querido añadir que EH Bildu ni será socio de Gobierno ni interlocutor y ha querido rebajar su protagonismo a una abstención pasiva en la investidura. Además, ante las dudas de legitimidad lanzadas por Esparza -ha llegado a decir que casi duplicó en votos al PSN-, la presidenciable ha indicado que “23 es más que 20” -la suma de su partido con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, y que “143.000 votos son más que 120.000”. “Ahí está la legitimidad de cada uno”, ha zanjado para apostillar que, entre tanto, UPN ha pactado con Ciudadanos, un partido contrario a la foralidad y al Convenio Económico.