El escrutinio del 1,86% de los votos emitidos en las elecciones al Parlamento el pasado domingo, que tendrá lugar el miércoles, así como la apertura de los votos de residentes en el extranjero, han dejado Navarra en un punto muerto en el que todos esperan que María Chivite tome la iniciativa: en la sede de Geroa Bai esperan una llamada de teléfono y, mientras tanto, Javier Esparza se enzarza con Joseba Egibar después de que este dijera una verdad evidente: que la política de pactos que elija el PSN en Navarra afectará también a lo que decida hacer el PNV con la investidura de Pedro Sánchez.
Y las incidencias surgidas en 17 mesas electorales, unos 6.534 votos, sumados a los de los 1.611 ciudadanos residentes en el extranjero que solicitaron votar pueden cambiar el recuento. A Navarra Suma le faltan solo 24 votos para lograr su escaño número 20, que le robaría a EH Bildu. La izquierda abertzale se quedaría entonces con 7. Y también podría ocurrir que el nuevo recuento dejase sin su único escaño a I-E, que superó por poco la barrera del 3%. En ese caso, EH Bildu recuperaría su octavo parlamentario.
Mientras tanto, el presidente del Gipuzku Buru Batzar del PNV, Joseba Egibar, aprovechaba una entrevista en Euskadi Irratia para recordar que Navarra “tiene una enorme importancia” para los jeltzales, y vincular la política de pactos que siga el PSN con la decisión que tomará el PNV sobre Pedro Sánchez: “Si no hay acuerdo en Madrid y si, por ejemplo, PSN se alinea en Navarra con la derecha, ¿de qué diantres vamos a hablar con los socialistas en la Comunidad Autónoma Vasca? Navarra tiene una gran importancia. Para mí condiciona a la hora de tomar nuestra decisión”, advertía Egibar.
El candidato de Navarra Suma a la presidencia del Gobierno foral, Javier Esparza, ha exigido acto seguido al PNV que “acepte su derrota en Navarra” y “respete la voluntad mayoritaria de los navarros y navarras que han dicho basta al nacionalismo vasco y a sus políticas sectarias y antiprogresistas en la Comunidad foral”, informa Europa Press.
El candidato de Navarra Suma ha afirmado que “la sociedad navarra ha optado por dos formaciones que respetan y apoyan la Constitución y el Amejoramiento del Fuero, por lo que aceptar el chantaje del PNV es despreciar el sentir mayoritario de esta sociedad”.
Esparza ha manifestado que “el PNV se descubre cuando afirma que políticamente lo más importante para ellos es Navarra”. “Evidencia que Navarra es pieza clave del proyecto anexionista vasco, que el PNV cree que Navarra es de segunda y que gobierna aquí y que Geroa Bai es su sucursal en la Comunidad foral, que está al servicio de los intereses y posicionamientos dictados desde Bilbao”, ha expresado.
Así, ha incidido en que “Navarra es la perla que les falta para conformar su Euskalerria soñada y luego levantar el dedo para pedir la independencia de España”. “Afortunadamente los navarros han sido conscientes de ello y les han quitado la posibilidad de volver a gobernar”, ha afirmado.
En este sentido, ha confiado en que “el PSN sea consciente del riesgo que supone pactar con los nacionalistas vascos y que no acepten ni sus amenazas ni sus coacciones ni sus chantajes”. “Tras este último intento de chantaje del PNV, todavía queda más claro que la alternativa más acorde a la voluntad de los ciudadanos y al futuro de la Comunidad pasa por favorecer un Gobierno en torno a Navarra Suma que promueva acuerdos que generen prosperidad, justicia social y progreso en la Navarra foral, integrada en España y en Europa”.