El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha sentado las bases del que a buen seguro será el mensaje de los socialistas para tratar de atraer los votos del electorado navarro en la sucesión de comicios que se avecinan: su partido es el único capaz de entender tanto la pluralidad de la sociedad navarra como de defender sus derechos históricos forales.
En una tierra de propuestas políticas escoradas, con una apuesta nacionalista y progresista materializada en el cuatripartito que sostiene en el Gobierno a Uxue Barkos y un tripartito regionalista de derechas conformado por UPN, Ciudadanos y PP, los socialistas pueden apelar a la pluralidad desde su posición de izquierda centrada. Y no solo eso, las encuestas también les sitúan como el partido bisagra, al que unos y otros deberán cortejar si quieren llegar a la presidencia del Gobierno foral.
Para ello, será misión de su candidata en Navarra, María Chivite, limitar las políticas “identitarias” del cuatripartito o bien defender con ahínco los Fueros y el autogobierno de Navarra, que podrían correr peligro de llegar Ciudadanos al Gobierno central con la mayoría suficiente para emprender una reforma constitucional.
Y Pedro Sánchez traslada esa visión al conjunto de España: “Nos jugamos qué tipo de país queremos, en el que quepamos todos o el de los que quieren una foto en la plaza de Colón”, ha clamado ante un auditorio entregado en el pabellón Navarra Arena de Pamplona, en el primer gran acto de precampaña en la Comunidad foral.
Sánchez ha reivindicado su forma de gobernar por decreto como forma de superar el bloqueo al que le trataba de someter la Mesa del Congreso -donde PP y Ciudadanos cuentan con la mayoría-, y ha abogado por “abandonar el sectarismo” que representan, en su concepción política, esos dos partidos y Vox.
En positivo, Sánchez reivindica que “otra España es posible”, y ha prometido sacar adelante sus fallidos “Presupuestos sociales” si logra mantenerse en La Moncloa, así como “dar la espalda a la confrontación y al insulto”. Ha defendido también “escuchar el clamor de la calle”, como las manifestaciones feministas del 8 de marzo o las ecologistas de este nuevo 15 de marzo. “Queremos un planeta sostenible”, ha proclamado antes de recordar su Ley integral contra el Cambio Climático. También ha apuntado que aunque el feminismo “no es patrimonio de ningunas siglas”, el antifeminismo “sí tiene siglas en este sistema político”, que no son sino las de la “involución” que representan PP, Ciudadanos y Vox, “la derecha con tres siglas”.
Contra la utilización política del euskera
Además del presidente del Gobierno, ha intervenido su candidata en Navarra, María Chivite, que se ha referido a la plataforma Navarra Suma (UPN, Ciudadanos y PP) como una “coalición de derechas” con la que UPN “ha renunciado a su esencia” para “sumar votos con PP y Ciudadanos”. Una opción que “será cualquier cosa menos defensora de nuestro régimen foral, que no nos vendan la moto”, ha denunciado.
Por otro lado, se ha referido a “los nacionalistas y a una presidenta abertzale en una comunidad que no lo es, pero a la que no le ha importado nada que Navarra no sea mayoritariamente abertzale”. Chivite ha clamado contra “la utilización política de una lengua -el euskera- que es de todos los navarros”, contra el cuestionamiento de “determinados modelos educativos” y contra el “ninguneo de los símbolos que nos unen a todos y todas”. Y ha reivindicado, al igual que Sánchez, que “defensor de la foralidad en estos momentos es solo el Partido Socialista”.
El candidato al Congreso, Santos Cerdán, ha considerado un “orgullo” que el Consejo de Ministros del Gobierno socialista sea criticado por algunos como “los viernes sociales” y ha cargado contra el presidente el PP por ser el político que “mayores falsedades dice”. También ha pedido “cuidado” con Vox, y de EH Bildu ha denunciado que “votó con la derecha” en contra de los Presupuestos. Por último, ha arreado a Ciudadanos porque “solo ha servido para mantener gobiernos de derechas”.