El proyecto del Ministerio de Defensa para instalar un cerramiento en torno al campo de tiro del acuartelamiento de Aizoáin -en el monte Ezkaba- ha chocado de frente con el Ayuntamiento de Berrioplano, a dónde pertenece el término de Aizoáin, desde donde partiría la valla que cerraría ese terreno. Este cerramiento tiene el objetivo, de acuerdo con el documento del Ejército, de “concienciar al personal civil del alcance de la propiedad denominada CMT Aizoáin”.
El alcalde de Berrioplano, Raúl Julio Bator (Navarra Suma) ha denegado esta semana la licencia al Ministerio de Defensa para que ejecute el cerramiento del campo de tiro. En su resolución ha planteado las discrepancias que existen entre ambas instituciones respecto a varios temas.
En primer lugar, en lo relativo a la titularidad de los terrenos que se pretenden vallar. El Ministerio de Defensa considera que esas parcelas le pertenecen por una expropiación que tuvo lugar en los años 40.Tras conocer esta alegación, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona encargó un estudio que concluyó que el acuartelamiento de Aizoáin y el fuerte de San Cristóbal son propiedad del Ministerio de Defensa, pero no así todos los terrenos de seguridad que hay en torno al acuartelamiento.
Basándose en este y otros informes, el Ayuntamiento de Berrioplano entiende que la documentación aportada por el Ministerio no tiene la suficiente base y añade a la justificación de su negativa -entre otros documentos- un informe elaborado por la Secretaría municipal y por un perito externo contratado por el propio ayuntamiento.
Por otra parte, varias asociaciones, entre ellas SOS Ezkaba y la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada, han denunciado las enormes afecciones medioambientales que tendría dicho cerramiento. Un escrito de la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada explica que, tras analizar el proyecto del Ministerio de Defensa, destaca “su impacto sobre la movilidad de la fauna existente, pero especialmente su impacto sobre la red de circulación de vehículos (emergencias contraincendios, guarderío forestal y medioambiental), bicicletas y personas”. Entre las conclusiones de este documento se indica que el impacto del cierre proyectado no es compatible con los usos y actividades propuestos en el futuro parque“ comarcal, y que por tanto, el Ayuntamiento no debería aprobarlo.
Además, este proyecto afectaría directamente a las previsiones del Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal (PSIS), que pretende crear un parque comarcal. Un proyecto cuya tramitación fue aprobada por el Gobierno de Navarra este pasado abril aunque se desconoce su estado de tramitación. Esta semana el grupo parlamentario de EH Bildu ha registrado una pregunta para conocer en qué estado se encuentra.
La batalla por la titularidad de los terrenos en cuestión comenzó precisamente tras abrirse el periodo de alegaciones del PSIS, cuando el Ministerio de Defensa alegó en el expediente del parque comarcal que algunos de esos terrenos eran suyos. Tras los argumentos expresados por el alcalde, y a la espera de que se pronuncien desde el Ministerio, no puede descartarse que este caso llegue a los tribunales. Por el momento, el alcalde de Berrioplano asegura que “no tienen intención de llevarlo al juzgado”.
Terrenos afectados
Las obras del cerramiento afectan a la cara suroeste del monte Ezkaba-San Cristóbal y llegan hasta la cima, donde se encuentra el fuerte de San Cristóbal o de Alfonso XIII. Las vallas del cerramiento cortarían ocho senderos, rutas de senderismo y de bicicletas.
Precisamente, uno de estos senderos es el GR 225, que muestra el camino que siguieron los prisioneros fugados del fuerte de San Cristóbal y que está considerado como lugar de Memoria Histórica, lo que implica que tiene una protección especial. Sin embargo, esta circunstancia tampoco afectaría demasiado al proyecto porque coincide con solo un extremo del campo, lo que sería fácilmente modificable en el proyecto del Ministerio de Defensa. Esta cuestión se recoge en un informe del Instituto de Memoria Histórica del Gobierno de Navarra que aporta como justificación a su negativa el Ayuntamiento de Berrioplano.
Siguiendo otro de los análisis realizados por la Federación Navarra de Montaña, el proyecto del Ministerio de Defensa tendría un gran impacto sobre la fauna existente y la circulación de personas, bicicletas y vehículos. Así como sobre la red de itinerarios que facilitan el tránsito por el monte y tienen “una función muy importante a efectos de control de incendios”.