“Cualquier año las próximas fechas supondrían una explosión festiva que a todos nos gusta, pero este año peculiar por la COVID-19 tenemos que lograr que sean unos días lo más parecidos posibles a cualquier otro día del año”. El temor a que el 6 de julio se celebre un chupinazo alternativo y a que la ciudadanía festeje unos Sanfermines paralelos, pese a estar suspendidas las fiestas desde abril, ha llevado a la presidenta de Navarra, María Chivite (PSN), y al alcalde de Pamplona, Enrique Maya (Navarra Suma) a organizar un acto conjunto en el que han rogado a los navarros y pamploneses que no se celebren las fiestas organizando actos que puedan provocar aglomeraciones y brotes. Ambos han recordado que los Sanfermines están suspendidos, que la semana del 6 al 14 de julio será como otra cualquiera del año, y que hasta 2021 no habrá fiestas que celebrar.
El aluvión de reservas en los locales de hostelería para celebrar el tradicional almuerzo del 6 de julio que las cuadrillas organizan antes del chupinazo, unidas a los dos brotes detectados esta semana en Navarra, hicieron saltar todas las alarmas en Navarra y Pamplona y de ahí que las dos instituciones hayan pedido responsabilidad para esos días. “El 6 de julio muchas personas, regiones e incluso países se van a fijar en lo que se está haciendo en Pamplona en los no Sanfermines, seamos responsables”, ha pedido el alcalde de la capital navarra, Enrique Maya.
Por su parte, la presidenta María Chivite, ha recordado que los Sanfermines de este año están suspendidos, una decisión “difícil de tomar”, pero “necesaria” porque “se hace para proteger la salud y la vida”. Una decisión “compartida” por el Ejecutivo y el Consistorio, ha señalado, que es quien tiene la competencia sobre las fiestas. “El Gobierno no puede entrar en la prohibición de las fiestas porque son una competencia exclusivamente municipal, pero entendemos que nuestra responsabilidad debe ser acompañar a los ayuntamientos”, ha remarcado Chivite.
Por ello, desde el Ayuntamiento de Pamplona ya se han decretado algunas medidas para evitar aglomeraciones en el Casco Viejo. Además de las anunciadas con anterioridad de la prohibición de sacar mesas a la calle para los almuerzos, hoy el concejal de seguridad ciudadana ha explicado que el 6 de julio se limitará el aforo con controles policiales tanto a la plaza consistorial como a la del Castillo. En la del Ayuntamiento podrán entrar un máximo de 400 personas, mientras que en la del Castillo el aforo se reduce a las 3.675. En ambas plazas seguirá pudiéndose instalar terrazas.
Además, ambas instituciones han anunciado un dispositivo especial coordinado de Policía Foral y Policía Municipal que patrullarán las calles del centro de Pamplona durante la semana de los Sanfermines para controlar los aforos y garantizar que se cumplen las medidas de seguridad, tales como las distancias y el uso de las mascarillas, multando a quien no cumpla las normas. Tampoco se darán los permisos para la ampliación de horarios en la hostelería que se suelen dar en estas fechas, ni se ampliarán los servicios de transporte urbano. “No serán días especiales, tiene que ser un día más”, ha señalado Maya, quien ha insistido en que “hay una cierta percepción social de que el coronavirus ya es pasado y no es así, el coronavirus es presente”. Por lo tanto, ha agregado, “tenemos que trabajar desde esa óptica de que tenemos que hacer las cosas bien para que no vuelvan a producirse de una manera significativa esos rebrotes que ya han surgido en algunos lugares”.
Algunos bares cerrarán el 6 de julio
Tanto Chivite como Maya han querido agradecer la iniciativa de algunos locales de hostelería que ya han anunciado que cerrarán el 6 de julio “por responsabilidad”. Una decisión “responsable” han querido destacar la presidenta y el alcalde, ya que supondrá para ellos “no ganar dinero” en un día clave para el sector de la hostelería. “Algunos de estos locales tenían hasta tres turnos de reservas completos y han optado por cerrar, lo que les honra”, ha agradecido Enrique Maya.
Los dos han remarcado que no pueden impedir que los negocios de hostelería abran durante las fiestas, pero han remarcado que la iniciativa que han tenido algunos bares les parece “muy positiva”.
Tres nuevos contagios en el brote de Sumbilla, que ya acumula 19 positivos
Al lado de la presidenta Chivite y el alcalde Maya, ha estado la consejera de Salud, Santos Induráin, que ha aprovechado para apelar a la “responsabilidad individual y colectiva” de la ciudadanía para que no se produzcan nuevos brotes, recordando que tanto el de Sumbilla como el de Pamplona, pese a estar “controlados, siguen activos”. “Son dos focos que comenzaron en un ámbito de celebración familiar, pero que se han extendido”, ha apuntado.
El Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea sigue rastreando los contactos de los participantes en esas reuniones en las que no se respetaron las medidas de seguridad. Este miércoles se hicieron 150 pruebas PCR en una fábrica de la localidad navarra de Sumbilla, al norte de la Comunidad foral, dado que uno de los contactos trabajaba ahí y se han detectado tres nuevos positivos, que elevan a 19 el total de contagios en este foco. “El foco de Pamplona hace días que no registra nuevos positivos”, ha asegurado Induráin.
Induráin ha incidido en que “la situación nos indica que seguimos teniendo circulación de virus, que el virus está ahí, tenemos brotes en Navarra, en unas cuantas comunidades autónomas, en todos los países y vamos a seguir teniéndolos, durante bastante tiempo, probablemente durante seis meses o hasta un año”.
Así, ha dicho que “con los brotes lo más importante es la detección precoz, porque nos permite una contención rápida”. “Nos permite actuar con contundencia si es necesario y nos permite evitar la transmisión comunitaria y gestionar de manera que no vayamos a una sobrecarga del sistema sanitario”, ha remarcado.