Hoy han sido 35.000 o más personas en Pamplona, pero el tsunami de indignación que recorre España de norte a sur y de este a oeste parece no tener fin tres días después de que se hiciera pública la sentencia contra la manada. Cientos de miles de personas han participado en las concentraciones y manifestaciones, también en el extranjero, que tratan de explicar al Poder Judicial que en la España de 2018 no es no, y que cinco hombres que acosan y violan a una mujer en un pasillo angosto de madrugada no es abuso, es violación.
Las calles de Pamplona se han llenado de mujeres y hombres vestidos de negro que desfilaban desde el palacio de (in)Justicia -como rezaba la convocatoria- hasta la plaza del Castillo tras una pancarta con el doble lema Ez dago gure hitza epaituko duenik (No hay quien juzgue nuestra palabra) y No es abuso, es violación. Nosotras te creemos.
Gobiernos, partidos políticos, sindicatos, agrupaciones sociales y prácticamente cualquier institución al margen de la Judicatura se ha adherido a la ola feminista, o no ha tenido más remedio que hacerlo. Mediante consignas como ¡Tranquila, hermana, aquí está tu manada! o ¡Yo sí te creo! la indignación ha dado cauce a un movimiento social que comienza a recordar al 15 M.
Convocada por las redes sociales, la protesta liderada por el movimiento feminista de la capital navarra ha sacado a la calle a miles de personas que habitualmente no corean esas consignas, pero que en esta ocasión se han visto impelidas a mostrar su “absoluto rechazo” a una sentencia que ha condenado a los cinco miembros de la manada a nueve años de cárcel por abuso y no por agresión sexual. No es el monto de la pena lo que indigna, sino la argumentación jurídica: “Pone en riesgo nuestras vidas y nuestros cuerpos”, han remarcado desde la organización.
Cuando la marcha, escoltada por las policías Municipal y Nacional y desarrollada sin incidentes, ha alcanzado la plaza del Castillo -situada a unos 2,5 kilómetros de distancia- todavía quedaban manifestantes junto al palacio de Justicia. Durante el recorrido se han coreado consignas como ¡Contra el patriarcado, feminismo organizado!, ¡Jueces machistas inhabilitación! y ¡Las leyes, los jueces también son cómplices!, comunes a otras ciudades de la geografía española.
En clave más local, ha habido un recuerdo para Nagore Laffage, asesinada en Pamplona el 7de julio de 2008 tras ser violada por su agresor, que ante su resistencia acabó con su vida: ¡No estamos todas, falta Nagore!, y también Gora borroka feminista! (¡Viva la lucha feminista!). En un discurso de contenido más político, y especialmente al pasar por la Comandancia Militar, situada en la Avenida del Ejército, se ha escuchado el lema ¡Esto sí es terrorismo!, en referencia al juicio que se desarrolla durante estos días en la Audiencia Nacional por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua.
Las convocantes han denunciado que la sentencia “dé a entender que las mujeres debemos resistir activamente para considerar la existencia de violencia o intimidación, algo que no ocurre en otros delitos”.
“Cuando a una persona le roban el dinero que acaba de sacar en un cajero cerrado la justicia considera que en esta situación existe intimidación, sin embargo, en este caso no aprecian intimidación pese que la mujer se encuentra sola, en un portal y siendo agredida por cinco hombres a la vez”, han censurado desde el movimiento feminista, que considera que “la justicia heteropatriarcal defiende más la propiedad privada que los derechos y los cuerpos de las mujeres”.
Desde el kiosko de la plaza del Castillo, y en un ambiente de reivindicación festiva, que parece dejar atrás los conatos de asalto al Palacio de Justicia vividos en las dos jornadas anteriores, las organizadoras han leído un comunicado en castellano y en euskera que afirmaba que es “imposible que una justicia abiertamente heteropatriarcal y que ejecuta leyes machistas y retrógadas pueda ni de lejos proporcionar un mínimo de Justicia y de reparación a ninguna mujer”.
“Nosotras somos las únicas que decidimos sobre nuestros cuerpos, cuando una mujer dice no es no, y no estamos dispuestas a que ningún machirulo se lo salte, con toga o sin ella”, han afirmado. Por eso, dan “total credibilidad” a la víctima del caso: “Tu verdad es la nuestra, nosotras te creemos y estamos contigo”.