La presidenta de Navarra, Uxue Barkos (Pamplona, 1964), reflexiona sobre el panorama electoral del país a un paso de que se cumpla un año al frente del denomiando Gobierno del cambio que desbancó a la derecha de un poder ininterrumpido en Navarra durante dos décadas. Apuesta por el diálogo entre diferentes (su Gobierno se mantiene con el apoyo de cuatro formaciones políticas, la suya Geroa Bai, Podemos, EH Bildu e Izquierda Ezkerra) y defiende sin complejos la subida fiscal que ha aprobado la Comunidad foral para mantener el Estado del bienestar.
Uxue Barkos Recibe a este diario en su despacho oficial en el Palacio presidencial, en donde no hay ni una pequeña ikurriña de mesa, ni rastro de simbología nacionalista alguna, una de las obsesiones de UPN en su labor de oposición durante este año. Asegura que la Embajada de Estados Unidos no se ha puesto en contacto con ella para preparar la posible visita del todavía presidente Barack Obama a los 'Sanfermines' de este año, los primeros que Barkos celebrará como presidenta, cargo al que accedió en la sesión de investidura celebrada el 20 de julio de 2015.
Geroa Bai va a intentar conseguir en Navarra el escaño que las encuestas no le dan con un candidato que no tiene que ver con la política profesional, por llamarlo de alguna manera, el filósofo Daniel Innerarity.
¿Han buscado un candidato más transversal para el 26J?
No especialmente, Innerarity ya iba como segundo en diciembre. Nos hubiera gustado una candidatura conjunta y ser primera fuerza en Navarra, pero no ha podido ser. Es la decisión de Podemos y de Izquierda Ezkerra, pero nosotros vamos a trabajar por representar ese espacio.
Tras conocerse los resultados del CIS, ¿qué posibilidades reales de cambio ve si se confirma el sorpasso al PSOE?
El CIS nos da más de lo mismo. El sorpasso no es una suerte de El Dorado que viene a solucionar todos los problemas. El sorpasso no soluciona automáticamente nada. La necesidad de acordar, de hablar, de responder desde la pluralidad y la cesión siguen ahí. Toda negociación conlleva generosidad, cesión e inteligencia. El 'sorpasso' esto no lo resuelve para nada. Si no son capaces de sentarse y negociar, tendremos otra vez gobierno de Rajoy. Y si me preguntan qué posibilidades hay de que el PSOE claudique si se produce el 'sorpasso' y abra la puerta a un Gobierno de Rajoy, pues eso mejor habrá que preguntárselo al PSOE. Pero ya me daría pena ver al partido socialista en eso.
Apuesta usted por un cambio en el Gobierno de España después de liderar 10 meses el denominado Gobierno del cambio en Navarra. ¿En qué han notado los navarros este cambio?
Teníamos una idea muy básica, que era que el cambio no generara desafección en aquellas personas que votaron por la continuidad del sistema. Hacer, si acaso, de este trabajo y de la gestión algo pedagógico, para mostrar la bondad de una nueva mirada sobre nuestras debilidades y fortalezas. Me gustaría pensar que los ciudadanos están empezando a sentir el cambio en algunos de los servicios más básicos. Por ejemplo, los profesores de sus hijos en la red pública que son interinos, ahora son también contratados. Eso genera, lógicamente, un bienestar que, más allá de que no es tangible, sí resulta fundamental. Las listas de espera en Salud se están empezando a reconducir. Algunas de estas listas de espera que se centraban en un ámbito muy difícil, como por ejemplo la atención en traumatología de personas que necesitaban una prótesis, es una lista de espera que ha registrado un gran impulso, gracias a una dotación presupuestaria que ahora, lógicamente, nos toca equilibrar, pero es una apuesta que hicimos y la mantenemos. Más ejemplos del cambio que notan los navarros: hoy tenemos 9.000 personas menos en riesgo de exclusión social. Y, en otro ámbito, por primera vez, un Gobierno foral ha firmado en Navarra un convenio con la Sociedad Aranzadi para avanzar en la recuperación y el reconocimiento de las víctimas del 36. Hay muchas familias que están viviendo este cambio con agradecimiento y serenidad.
También han notado el cambio en los bolsillos, con una subida de impuestos como primera ley aprobada por su Gobierno.
Es cierto que el navarro ha notado una mayor presión fiscal. Pero esta reforma va a hacer soportar de forma más equitativa y equilibrada este momento tan difícil. La socialdemocracia europea ha caído en la trampa del liberalismo ortodoxo, que es pensar que la economía se mueve únicamente al impulso de bajar los impuestos. No es verdad, y lo acabamos de ver en los ingresos del último cuatrimestre en la economía española, con una caída que es una grave irresponsabilidad del Gobierno de Rajoy. En Navarra estamos pensando también en ejercer mayor presión fiscal sobre el mundo de la empresa.
La oposición denuncia que esta presión fiscal supone incrementar el riesgo de deslocalizaciones.
Ante ese riesgo, que hemos tenido muy en cuenta, estamos hablando de un tipo nominal del 28, pero tenemos mucha capacidad de bajar el tipo real siempre por la vía de la localización y la generación de empleo de calidad e indefinido. Lo que nos dicen los números sobre deslocalización es que se nos han ido tres SICAV que, por cierto, nos costaban dinero. No tenemos ningún problema en que este tipo de capital, que finalmente no repercute para nada en nuestra sociedad, se vaya a otro sitio.
¿Tiene prevista su Gobierno otra reforma fiscal?
Siempre he dicho que la política fiscal responde a las situaciones y necesidades de los sectores económico. Y, sí, creo que vamos a ver nuevas reformas fiscales. Pero en nuestro entorno. Lo que es cierto es que, si queremos mantener este Estado del bienestar, las promesas de bajar impuestos son mentira.
¿Mariano Rajoy miente, entonces?
Todos aquellos que dicen que se puede bajar impuestos y mantener el estado del bienestar en los límites en los que estamos ahora se están aferrando a una falsedad.
¿Qué posición mantiene su Gobierno con respecto a los refugiados que llegan a Europa?
Navarra desde el primer momento quiso tender la mano, hicimos cuentas y dijimos que podíamos atender a entre 250 y 300 personas. El movimiento que en estos momentos hay es una iniciativa del vicepresidente Laparra y que está dando sus frutos, pequeños y miserables, todo sea dicho. Lo digo porque, por ahora, hemos atendido solamente a 12 refugiados, pero es inadmisible que Europa esté mirando con prevención a la situación de un millón de personas, incapaz de atenderlas, cuando Jordania está atendiendo a 4 millones. Es un auténtico dislate. Por otra parte, en estos momentos estamos estudiando una iniciativa de actuar a modo de corredor sectorial, para atender casos que precisan atención médica urgente.
¿Qué consecuencias cree que tendría el Brexit -la salida del Reino Unido de la Unión Europea- si resulta aprobado?
No afectaría a la unidad euro de manera institucional, oficial y directa, pero es verdad que generaría un desequilibrio en las instituciones que nos hemos dado que, en un momento como este, es problemático. Y más teniendo en cuenta actuaciones como todo este proceso de control económico del déficit español, o la última jugada de los presupuestos del PP, completamente engañosa y engañadora, que se salda ahora con una llamada a nuevos recortes de 8.000 millones en España y una posible multa de hasta 2.000 millones de euros… Dicen que se han querido guardar la jugada hasta después de elecciones, yo creo que querían guardársela hasta después del Brexit, porque esto es un auténtico mazazo para quienes están en contra del Brexit. Esto, y la última reforma fiscal.
¿Entre la política de talonario con los refugiados y el Brexit, ve tocado el futuro de la Unión Europea?
Europa está tocada en su esencia y en su alma, con la crisis de los refugiados, estamos mostrando nuestra capacidad más innoble a la hora de atender a la parte de la población que lo necesita. En cuanto a la situación de Gran Bretaña, no quiero resultar agorera, pero Europa está obligada a replantear o reformular su propia organización como Unión.