Por el concepto de “atenciones protocolarias y representativas” (viajes, comidas, aguinaldos), el gasto asciende a 241.592 euros; por “indemnizaciones a cargos electivos” (dietas por asistencia a reuniones y kilometraje), el gasto ha sido de 560.838 euros; por “asistencia a reuniones y conferencias” (locomoción y transporte, alojamiento, manutención), el gasto suma 102.028 euros; en total, la Comunidad de Bardenas, entidad que gestiona el Parque Natural y el Polígono de Tiro, ha repartido entre 2010 y 2016 casi un millón de euros (944.000) entre sus integrantes en forma de viajes (a Egipto, Argentina, Senegal y Costa Rica, entre otros), comidas, cestas de Navidad, dietas por asistir a reuniones y dietas por asistir a conferencias. En el segundo trabajo de auditoría elaborado por la Cámara de Comptos al que se somete esta entidad en toda su andadura, el órgano fiscalizador considera que estos gastos “no responden a la utilización racional de los recursos públicos ni al principio de buena gestión”.
El 92% de los ingresos de la Comunidad de Bardenas procede de la gestión de su patrimonio, una huerta solar y el Polígono de Tiro, por el que se embolsa anualmente más de siete millones de euros. En torno al 55% de esta cantidad se transfiere a las 22 entidades congozantes (19 ayuntamientos de la Ribera, los valles de Roncal y Salazar y el Monasterio de la Oliva). El resto de los ingresos se administra por la propia Comunidad de Bardenas a través de su Junta Permanente (un presidente y seis vocales), sin atender a otras reglas que no sean las de sus propias ordenanzas, ya que la normativa de las entidades locales de Navarra sólo sería de aplicación de forma supletoria, en el caso de detectarse eventuales lagunas en sus ordenanzas.
Las ordenanzas, detalla la Cámara de Comptos en su informe, apenas han sufrido modificaciones a lo largo del tiempo, excepto para acomodarse a dos aspectos concretos de dos leyes forales aprobadas en 2007 y 2010. Este año, sin embargo, sí se han cambiado las “bases de ejecución del presupuesto”, y se ha introducido una nueva regulación específica de los procedimientos y límites máximos para los gastos de representación, de reuniones, de dietas e incluso para el sueldo del presidente de la Comunidad. Se da la circunstancia de que, en noviembre del año pasado, EH Bildu e Izquierda Unida propusieron que el Parlamento encargase a la Cámara de Comptos una auditoría sobre los gastos de la Comunidad de Bardenas entre los años 2009 y 2016. Ambas formaciones políticas pidieron en concreto que se auditasen los gastos de viajes institucionales a Egipto, Argentina, Senegal y Costa Rica.
A los días de conocerse esta petición, falleció el entonces presidente de la Comunidad de Bardenas, Julián Isla (miembro también de la ejecutiva de UPN), que había sustituido en el cargo al también regionalista José Antonio Gayarre (presidente de Bardenas hasta 2013). El actual presidente de la Comunidad, José María Agramonte, bajo cuyo mandato se ha introducido en la normativa de la entidad la regulación de topes para los gastos de representación, prefiere quedarse con la “parte positiva” del informe de la Cámara de Comptos en la que se refleja un progresivo descenso en dichos gastos desde 2011. En cuanto a las críticas del órgano fiscalizador por los viajes institucionales, Agramonte ha señalado que “se dieron en unas circunstancias socioeconómicas muy diferentes a las de hoy en día”. En adelante, asegura, la entidad “dará cuenta de todos los gastos o viajes que tengan que realizarse”, pero advierte también que “si tenemos que viajar todos, viajaremos todos, porque somos una familia muy grande”.
Agramonte se refiere así a las críticas concretas que la Cámara de Comptos recoge en su informe con respecto, por ejemplo, al viaje institucional a Egipto que pagó la Comunidad de Bardenas en el año 2006. La expedición estuvo compuesta por 34 personas, el viaje duró 8 días y costó en total 64.843 euros. La Permanente había aprobado la presencia en dicho viaje del presidente y los seis vocales (que cobraron su correspondiente dieta diaria por asistir al viaje), así como los representantes de las entidades congozantes. Se sumaron finalmente seis personas más pertenecientes al jurado de un concurso de ideas y otras dos personas más en representación del Consorcio Eder. “No todos los asistentes al viaje estaban contemplados expresamente en la autorización inicial de la comisión permanente”, destaca Comptos.
Al año siguiente, seis personas viajaron a Argentina con un coste de 32.473 euros. En 2008, el viaje fue a Senegal, con un coste de 72.000 euros y en él participaron 29 personas. Además del presidente y 5 vocales de la Permanente, acudieron 15 representantes de los pueblos congozantes y se sumaron al viaje dos de los miembros del jurado del concurso de ideas, dos personas de la unidad de medio ambiente del polígono de tiro, un representante de la UAGN y un representante de la Asociación de Agricultores de Bardenas. Comptos vuelve a criticar que no todos los asistentes al viaje estaban contemplados en la autorización previa de la Permanente. Además, tras analizar también un viaje a Costa Rica en 2012 con un coste de más de 32.000 euros, Comptos advierte: “En ninguno de los viajes analizados acude el personal técnico de la Comunidad”.