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Afectados por hepatitis C inician reuniones con partidos para pedir un nuevo tratamiento para enfermos muy graves

EUROPA PRESS

PAMPLONA —

Antes de asistir a la primera de las reuniones previstas, el presidente de ATEHNA, Antonio García, ha explicado que “el uso compasivo significa tratar a las personas que se encuentran en una situación muy grave”.

En concreto, ha señalado que la Agencia Española de Medicamentos lo aprobó para tres casos concretos: para personas con cirrosis muy avanzada y que en plazo de 12 meses podían estar en peligro de muerte; para quienes teniendo hepatitis C y están en lista de espera, lleguen al trasplante libre de virus; y para personas que estando trasplantadas podrían caer en el retrasplante. En la Clínica Universidad de Navarra hay seis personas a las que se podría aplicar este tratamiento, según el representante de ATEHNA.

García ha expuesto que “es un medicamento que no se aplica en ninguna comunidad, a pesar de que ha sido aprobado por la Agencia Española de Medicamentos”. Después de ser aprobado, según ha añadido, “los responsables de los servicios de salud se pusieron de acuerdo para no aplicarlo”.

Las razones para no ponerlo en marcha son, a juicio de las asociaciones, “sólo económicas”. A este respecto, García ha indicado que “el tratamiento cuesta 50.000 euros a las 12 semanas y 100.000 euros a las 24 semanas” y que “el Ministerio de Salud está negociando con el laboratorio”. “Mientras unos van por un lado, otros van por el otro, y los enfermos están pagando el pato”, ha dicho.

“La desgracia de todo esto es que aun habiendo sido aprobado por la Agencia Española de Medicamentos, no se pone en Navarra y hay personas que por esta razón tienen su vida en peligro de muerte y otras que pueden caer en un trasplante si no se aprueba rápidamente esta medicación”, ha afirmado.

Por su parte, la representante de la asociación SARE Julia Munárriz ha defendido que “a la larga es mucho más económico” este tratamiento, “a pesar de estos precios abusivos”. “Hay un pulso entre el laboratorio y el Gobierno y lo estamos pagando las personas”, ha criticado, para concluir que “no se puede jugar con la vida de las personas como se está jugando”.