El documento señala que “considerando las características de los recientes atentados yihadistas” de Cataluña “se hace aconsejable extremar las medidas de seguridad tendentes a garantizar la seguridad de los ciudadanos y la de los propios miembros de la Policía Foral”.
De ese modo, el jefe de la Policía Foral navarra autoriza a todos los agentes a portar su arma fuera del servicio cumpliendo lo establecido en la legislación. Una decisión que contrasta con la reciente restricción a los agentes de la Ertzaintza, la policía autonómica vasca, para llevar el arma fuera de servicio.
El pasado 26 de agosto quedaron revocadas las autorizaciones a los agentes de la Ertzaintza “porque las circunstancias que lo motivaron han desaparecido”, en alusión a la amenaza terrorista de ETA.
Ahora, los agentes de la policía vasca deben solicitar por escrito la posibilidad de portar el arma fuera de servicio, argumentando la existencia de una amenaza que lo justifique.