“¿Por una concentración contra el aborto hicieron una investigación de los manifestantes? ¿Y qué expediente manejan de mí las fuerzas de seguridad?”. Estas son las preguntas, aún sin respuesta, que se hace Ander Sagardoi, uno de los jóvenes que recibió una multa de 600 euros por mostrar su apoyo en una Clínica de Ansoain a las mujeres que abortan. Este estudiante de 19 años y vecino del barrio pamplonés de la Chantrea cuenta que él y otros amigos conocieron, a través de la prensa, las redes sociales y 'whatsApp', que el 27 de diciembre a las 20.00 horas iba a haber una manifestación pro-vida frente a estas instalaciones y, según insiste, de manera espontánea (con un ‘Pásalo’) decidieron concentrarse en la zona. Aunque la Guardia Civil acudió al lugar, “nadie fue identificado”. Pero, en marzo de este año, nueve personas (una sanción se ha retirado, así que ahora son ocho) de entre 19 y 28 años del mismo grupo de amigos recibieron una carta certificada en su casa que les sancionaba con 600 euros: 300 por la concentración ilegal y otros tantos por ser miembros activos de esos manifestantes.
Sagardoi, invitado por los grupos de Bildu y Na-Bai, ha relatado este miércoles este caso ante el Parlamento de Navarra y se pregunta ahora si la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, la criticada como ‘Ley Mordaza’, se ha puesto en marcha ya en Navarra para silenciar las protestas. Sagardoi asegura, sin embargo, que no dejará de protestar. Ni se quedará en casa.
Pregunta. ¿Por qué se animó a concentrarse frente a la Clínica de Ansoain?
Respuesta. Un grupo de amigos nos enteramos de que el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, se iba a manifestar frente a la clínica, junto a unos grupos pro-vida, y quisimos manifestarnos para apoyar que las mujeres puedan abortar con total libertad. No hubo una convocatoria, de ningún partido ni organización, ni ninguna pancarta. Tampoco había que cortar la calle, porque estábamos en la acera, ni usamos megáfonos.
P. ¿Hubo tensión?
R. La que puede haber cuando estás a favor del aborto y te manifiestas ante otras personas que no lo están. Hubo alguno de los concentrados que nos hizo gestos obscenos, nos grabaron con sus móviles… y al final la Guardia Civil se puso entre la concentración pro-vida y nosotros.
P. ¿La Guardia Civil les identificó?
R. No hubo identificación, a nadie.
P. Pero fueron sancionados.
R. La multa nos llegó en marzo a casa, por correo certificado. Incluso sancionaron a gente de mi grupo de amigos que no estaba en esa concentración [la joven Saioa Beriáin, que también expuso el caso ante el Parlamento] y esa sanción ha sido retirada. Imagino que tiraron de lista.
P. ¿Estaban en una lista? ¿Había personas con antecedentes?
R. Como mucho habíamos sido identificados tras estar en una manifestación, algo que ya resulta bastante habitual en Pamplona. Y esa es la cuestión. Habrán estado mirando en algún registro. Y lo que me sorprende es lo que han montado para una manifestación en la que no ha pasado nada. Parece que, si acudes a una manifestación, estás fichado.
P. ¿Ha pagado ya los 600 euros?
R. Hemos hecho ya uno o dos recursos. En mi caso, yo salgo en las fotos de la manifestación. Lo que no sé es cómo han llegado hasta mi nombre. Además, en la manifestación también había personas más notorias, como algún cargo público del municipio, pero esas personas no han sido multadas, y sí ocho chavales jóvenes, que es verdad que tenemos dificultades para pagarlas.
P. ¿A qué lo atribuye?
R. Parece que quieren ponernos en dificultades para que no nos manifestemos. Esa es su estrategia. ¿Y qué pasa si hay un acto espontáneo de protesta y quieres mostrar tu malestar? ¿No puedes hacerlo? Quieren que nos quedemos en casa, para que seamos parte de esa mayoría silenciosa. Por mi parte no lo van a conseguir.
P. ¿Teme que no se escuchen sus críticas por vincularles, simplemente, como parte de la izquierda abertzale?
R. Hace 10 años alguien se lo creería, pero la represión y las multas han llegado a tal presión y tanta gente que ya no es creíble. Defender el derecho al aborto no es ser un terrorista.