Más facilidades para acceder a la RIS, menos búsqueda de empleo. Así lo ve el consejero de Políticas Sociales del Gobierno de Navarra, Íñigo Alli, quien ha afirmado que, de salir adelante la proposición de ley foral de modificación de la renta de inclusión social (RIS), presentada por Bildu, Aralar-NaBai, Izquierda-Ezkerra y Geroa Bai, la nueva RIS pasaría a ser un subsidio pasivo de empleo de por vida, que “desincentivará la búsqueda de empleo” por parte de las personas beneficiarias.
En la actualidad, según ha informado el Gobierno Foral, los perceptores de la renta de inclusión social deben participar en cursos de formación impartidos desde el Servicio Navarro de Empleo, buscar empleo de forma activa y escolarizar a sus hijos menores de 16 años, entre otros requisitos.
Alli ha tomado parte en la Comisión Especializada de Políticas Sociales, integrada por los agentes económicos y sociales más representativos de Navarra, donde ha trasladado las políticas más relevantes que desarrolla el Gobierno en este ámbito. Según ha dicho, la propuesta presentada en el Parlamento de Navarra contempla la posibilidad de que cualquier persona recién llegada a la Comunidad foral y que no tenga ingresos pueda percibir la renta de inclusión social por decisión de los Servicios Sociales de Base, “produciendo un efecto llamada de personas residentes en otras comunidades que quieran beneficiarse de esta ayuda”, ha dicho.
En la actualidad, en Navarra hay 11.700 familias perceptoras de la renta de inclusión social. Esta cifra significa que en la Comunidad foral por cada 25 ciudadanos uno recibe esta prestación, mientras que en el conjunto de España, la ratio se sitúa en uno por cada 175 habitantes. La postura de Alli choca con la manifestada por diversos colectivos sociales, como la plataforma en defenso del derecho a la renta básica, que criticó que las medidas se quedaban cortas y que las mejoras propuestas hasta el momento por el Ejecutivo no las solucionaban.