La apuesta del Gobierno de Navarra por el euskera se refleja de forma nítida en el dinero público que el Ejecutivo dedica a su promoción a través de Euskarabidea-Instituto Navarro del Vascuence: un 247% más que hace tres años. De los 2,8 millones presupuestados en 2015 se ha pasado a 6,9 millones en 2018, según ha indicado en comparecencia de prensa Mikel Arregi, director del organismo autónomo.
Arregi ha comparecido en el Palacio de Navarra junto con la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, para hacer balance del trabajo desempeñado en los últimos años y también para anunciar la reunificación de las tres sedes de Euskarabidea en la Casa del Deporte, en la calle Paulino Caballero 13 de Pamplona, posible por el traslado de las federaciones deportivas al pabellón Reyno de Navarra Arena. El coste de la operación, que debería estar completada en el primer trimestre de 2019, está presupuestado en 1,14 millones de euros.
“La apuesta del Gobierno es desde el primer momento no solo consolidar Euskarabidea como organismo autónomo referente de las políticas lingüísticas del Gobierno, sino impulsarlo y darle un papel más relevante”, ha defendido Ollo. En la actualidad, la entidad cuenta con una plantilla de 63 personas distribuidas en tres sedes.
Sin embargo, ni Ollo ni Arregi quisieron entrar en la pregunta que planea de norte a sur de la Comunidad foral: ¿Tendrá los apoyos y el tiempo suficiente esta legislatura el cuatripartito para extender la oficialidad de la lengua vasca a todos los rincones de Navarra?
La comisión creada en el Parlamento es un buen ejemplo de la politización que sufre el euskera en Navarra: a favor de la creación se pronunciaron los miembros del cuatripartito, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E; y en contra los tres partidos de la oposición, UPN, PSN y PPN.
Arregi ha demostrado estar en sintonía con la presidenta del Ejecutivo, Uxue Barkos, al considerar también necesario ese cambio legislativo: “El marco legal está superado por la realidad social”, ha parafraseado Arregi, para a continuación aclarar que la iniciativa de la reforma de la Ley Foral del Vascuence corresponde al Parlamento. Ha insistido, no obstante, en que el impulso del euskera “no debe ser visto como una reducción de derechos” de los castellanoparlantes.
A preguntas de los periodistas, Arregi ha evitado adelantar acontecimientos, y ha emplazado a ver “qué planteamiento de trabajo va a tener esa comisión, si plantea esa reflexión de superación y cómo se configura el trabajo: con qué expertos y si van a requerir al Gobierno que dé su visión”. “Es potestad del Parlamento el desarrollo normativo y es obligación del Gobierno adecuarse a lo que establecen las vigentes o posteriores normativas”, ha apuntado.
En la misma línea, la consejera Ana Ollo ha afirmado que “esto es competencia del Parlamento; ha organizado esa comisión de estudio y veremos los plazos que se dan”.
Politización y bronca partidista
La comisión para la elaboración de una nueva ley foral del Euskera es de carácter especial como órgano específico para el análisis de la legislación vigente sobre la materia y para elaborar una propuesta para una nueva ley del Euskera que tenga como principios inspiradores o básicos “el cumplimiento de los derechos lingüísticos de la ciudadanía navarra, la superación de la zonificación lingüística y la oficialización del euskera en toda Navarra, partiendo de las diferentes realidades sociolingüísticas del territorio y adecuándose a ella”. La comisión se extinguirá a la finalización del trabajo encomendado y, en todo caso, al concluir la legislatura.
Por supuesto, las opiniones de los partidos se dividen de forma meridiana, y las críticas de la oposición comenzaron el mismo 26 de febrero, cuando el Parlamento alumbró la comisión.
La socialista María Chivite rechazó “la intención del Gobierno nacionalista de oficializar el euskera en toda la Comunidad”. “En aquellas leyes que vengan desde la imposición y no tengan amplia mayoría, el PSN trabajará por derogarlas”, advirtió al respecto, y fue más allá al asegurar que “no hay demanda ni uso lingüístico que explique esta oficialización del euskera en toda Navarra, sólo el 6,7% lo usa y el 15% lo conoce”.
Ana Beltrán, del PPN, abogó por “respetar la realidad sociolingüística de Navarra”. “Navarra no es vascoparlante, solo lo usa el 6%, tampoco es una lengua oficial”, remarcó, para opinar que “no es de recibo esta comisión”. “Es una propuesta de Bildu, que está pisando a tope el acelerador para que el euskera sea oficial en Navarra antes de que termine la legislatura”. “Siempre hincando la rodilla por Geroa Bai y Podemos”, censuró.
En la misma línea, el portavoz de UPN, Javier Esparza, criticó el “planteamiento radical de Geroa Bai y Bildu”, que a su juicio pretenden “eliminar la zonificación y convertir el euskera en oficial en toda Navarra” a través de la comisión, algo que considera una “imposición”.
Desde Geroa Bai, Koldo Martínez acusó al PPN de padecer “euskarafobia”, y abogó por que se “pueda volver a analizar la ley del Euskera y se haga una puesta al día de la misma”.
En la coalición EH Bildu, Adolfo Araiz consideró la comisión “un paso más para establecer un marco en el que se pueda debatir cómo garantizar los derechos de los euskaldunes en Navarra, cómo superar la zonificación, pero partiendo de las diferentes realidades del territorio”.
Para Podemos, Laura Pérez defendió “superar la zonificación, que no responde a ninguna lógica” y abogó por “el derecho de acceso de toda la ciudadanía a la administración pública en condiciones de igualdad”.
Marisa de Simón indicó que en Izquierda-Ezkerra apoyan “todas las políticas de promoción, uso y conocimiento del euskera” y afirmó que “I-E será garantía pero no apoyaremos un cambio del euskera que no se adecue a la realidad sociolingüística de Navarra”.
Plan estratégico del euskera
El Gobierno de Navarra adoptó el pasado 25 de enero un Acuerdo por el que aprobó el I Plan Estratégico del Euskera 2016-2019, con el que pretende dar una respuesta adecuada al derecho de la ciudadanía a conocer y usar el euskera, definir los instrumentos para hacerlo posible y adoptar medidas en su protección y desarrollo.
El Plan está basado en la Ley Foral 18/1986, del vascuence y en la Carta Europea de las lenguas Regionales o Minoritarias. El documento se fundamenta también en los compromisos adquiridos en el Acuerdo Programático -que permitió la configuración del cuatripartito que hoy ocupa el Gobierno de Navarra-, documento que destaca la necesidad de un plan transversal, progresivo, adaptado a todas las realidades sociolingüísticas de Navarra y que respete la libertad y voluntariedad de la ciudadanía.
Este Plan Estratégico propone un nuevo paradigma sobre el euskera y su lugar en la sociedad navarra.
La memoria económica estima, para la realización de las 190 acciones un gasto de 10.821.346 euros, que Euskarabidea invertirá en los ejercicios 2017, 2018 y 2019.
El pasado 19 de enero el Consejo Navarro del Euskera -que esta semana nombrará sus nuevos miembros, de manera que pasan de 22 a 35- aprobó por unanimidad una declaración para impulsar el euskera como patrimonio propio de Navarra y en contra de su politización. Algo que, al menos por el momento, está muy lejos de ser una realidad en la Comunidad foral.