El Departamento de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales del Gobierno foral ha organizado en el Archivo Real y General de Navarra una muestra con motivo de la conmemoración de los 650 años de la reforma de la Cámara de Comptos, un hecho que se produjo en 1365 durante el reinado de Carlos I. La muestra podrá contemplarse durante el mes de febrero, de lunes a viernes, en horario de 9 a 15 horas.
La Cámara de Comptos fue el organismo encargado de fiscalizar las finanzas del reino de Navarra. Si bien, previamente a su creación ya existía una administración fiscal perfectamente establecida dirigida por el tesorero real, que contaba con recibidores y “oidores de contos”, el 18 de febrero de 1365, hace ahora 650 años, Carlos II de Navarra promulgó las ordenanzas que permitieron reorganizar la Cámara de Comptos como tribunal de fiscalización de las cuentas del reino.
En dicha ordenanza se nombró al personal específico, formado por cuatro maestros oidores y notarios, y en ella quedaron delimitadas sus atribuciones fiscalizadoras, que consistían en el examen de las cuentas presentadas por los recibidores y por el tesorero real.
El fondo documental Cámara de Comptos forma uno de los conjuntos más antiguos y preciados de cuantos custodia el Archivo Real y General de Navarra. Entre los documentos que lo integran destacan los de la casa real de Navarra, además de los estrictamente fiscales. Todos ellos reflejan una trayectoria histórica que se inicia en el siglo XII y finaliza en 1836, año de supresión de dicha institución.
En la muestra podrán contemplarse cuatro significativos pliegos procedentes de la antigua Cámara de Comptos, todos ellos datados en el siglo XIV, escritos en pergamino con la característica letra gótica de la época, ha informado el Gobierno foral en una nota.
Figuran, en primer lugar, las Ordenanzas de Carlos II reorganizando la Cámara de Comptos, promulgadas en Pamplona un 18 de febrero de 1365. Acompañan a este pergamino dos registros de cuentas de la Tesorería real, de 1386 y 1396, caracterizados por la ornamentación de sus letras capitulares, y un rolde de 1328 que describía el estado y contenido de los archivos reales.