Las cartas ya están sobre la Mesa. Podemos presidirá el próximo (y tan próximo) Parlamento de Navarra, con Geroa Bai en la Vicepresidencia primera y EH Bildu en la Secretaría primera. El acuerdo, a falta de nombres, ya está cerrado por parte de las cuatro formaciones y ha llegado a apenas una jornada de la constitución de la nueva Cámara foral, que está prevista para este miércoles a partir de las 11:00 horas. La cita supondrá, además, un paso más para aclarar quién ocupa la Presidencia del Gobierno Foral, un plazo que en realidad puede alargarse hasta tres meses después de la celebración de las elecciones. De ahí que Uxue Barkos, la cabeza de lista de Geroa Bai, aún disponga de tiempo para ello, a pesar de que la propia candidata anunció el 3 de junio que esperaba cerrar en 15 días el acuerdo programático. Siguiendo los plazos legales, un teórico pleno de investidura podría celebrarse a principios de julio, pero fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que fijarse esa frontera parece “precipitado”.
En cualquier caso, las fuerzas que promueven un gobierno alternativo a UPN en Navarra (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra) han avanzado por fin este martes cuando, después de tres reuniones a cuatro, han anunciado el reparto de los tres principales cargos de la Mesa, que además de los puestos ya anunciados se completará con otra persona en la vicepresidencia y otra en la secretaría. Por el momento, Podemos e I-E han hecho valer su apuesta en estas negociaciones al defender la necesidad de que una persona no nacionalista presidiera la Cámara, en un gesto para defender la pluralidad del cambio, y así ha sido. Ainhoa Aznárez ha sido uno de los nombres más repetidos en las últimas jornadas como candidata a esa Presidencia aunque, preguntada sobre ello, la secretaria general de Podemos, Laura Pérez Ruano no ha querido confirmar hasta el momento esa elección. Una de las pretensiones de las cuatro fuerzas es que ese cargo lo ocupe una persona euskaldun, aunque no se ha especificado así en el documento sellado este martes.
En él, se confirma únicamente el reparto de los tres puestos mencionados. El documento se centra, sobre todo, en fijar las prioridades básicas del próximo gobierno de cambio y en detallar el plan de trabajo para seguir negociando ese acuerdo programático, que desde este jueves se abordará en comisiones sectoriales, ahora limitadas a dos representantes por formación (salvo por el apoyo de algún técnico especialista en cada materia).
Ejes y comisiones
Entre los ejes, en la línea del borrador ya presentado la semana pasada por Geroa Bai, las cuatro fuerzas insisten en la necesidad de impulsar un cambio integrador y “sin revanchismos” (Geroa Bai empleó términos similares este pasado sábado, tras la elección del cabeza de lista de EH Bildu, Joseba Asiron, como alcalde de Pamplona), la consolidación del empleo con derechos y “de calidad”, el rescate ciudadano con unos servicios públicos esenciales (desde Podemos han sido especialmente críticos durante estas negociaciones con la falta de ambición inicial en este punto) como la educación, la sanidad o el bienestar social; la regeneración ética y la trasparencia, conociendo el estado de las arcas forales de partida mediante una auditoría; la revisión de proyectos estratégicos; y, por último, el compromiso con la paz (habla de las víctimas del terrorismo -no se concreta más-, de los actos de extrema derecha o funcionarios públicos y de los represaliados tras el golpe de 1936).
Una vez acordadas las bases de ese acuerdo, los partidos seguirán adelante en las mencionadas comisiones sectoriales. Se crearán seis, centradas en servicios públicos, economía, autogobierno y participación, administración local, paz y convivencia, y función pública. Y la conclusión de cada una de estas comisiones sectoriales será ratificada después por la comisión negociadora general. Estas líneas estratégicas no son diferentes a las que Uxue Barkos ya ha manifestado en diversas ocasiones que quiere que caractericen a su próximo gobierno, aunque en su composición siguen sin anunciarse pasos. La propia Barkos ha afirmado esta semana que un gobierno a cuatro parece “difícil” pero no imposible, a pesar de que el acuerdo ya se ha cerrado en Pamplona y, ahora, en la Mesa del Parlamento.