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Atención Primaria, la base “saturada” del Servicio Navarro de Salud

Un panel de anuncios de un centro de salud navarro.

Garikoitz Montañés

“Las sustituciones, ya sea en épocas como el verano o por aumento de la atención por cuestiones como la gripe, no se cubren. Las hace el propio personal, así que siempre andamos fatal”. Ana Arillo, médica de Medicina General en el centro de salud de la Chantrea, con 35 años de experiencia, lamenta de esta forma la pérdida de calidad de la atención primaria del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. Asegura que esa “saturación” ha disminuido, por ejemplo, el tiempo medio con cada paciente, pasando de diez a ocho minutos, una cifra que puede parecer mínima pero que, para ella, parece un mundo. Porque con las prisas aumentan las posibilidades de error clínico y porque el trabajo sanitario debe, ante todo, hacerse con un “sosiego” que ahora se está perdiendo. E, insiste, la tendencia “es preocupante”.

Arillo es una de las integrantes de la Asociación para la Defensa de la Salud Pública de Navarra, que en la actualidad cuenta con la participación de un centenar de personas, sobre todo profesionales sanitarios. A mediados de febrero, a través de una carta de opinión, recordaron que el 15 de febrero se celebraba el 30 aniversario de los centros de salud; aunque la cuestión no está para celebraciones. A través de ese comunicado, destacaron que en este tiempo se habían alcanzado metas como la universalidad de la atención, la accesibilidad de horarios o la cercanía a la población pero que ahora, según denuncian, se están deteriorando. Y apuntan directamente a una causa: los “recortes” y, por tanto, las “limitaciones en recursos y sustituciones”. Un informe de la federación de asociaciones en defensa de la salud pública, anunciado a finales de 2014 pero con datos de 2010 recogidos en toda España, concluía que un 57% del gasto en sanidad se destina a servicios hospitalarios, mientras que el 15% se invierte en atención primaria.

Desde el sindicato LAB lamentan que la atención primaria a menudo se ve como la hermana pobre dentro del Servicio Navarro de Salud-Osasubidea cuando, en realidad, según apunta el delegado David Mendaza, invertir en atención primaria y en cuestiones como educación o prevención permite mejorar la efectividad de las consultas y descongestionar los servicios hospitalarios. De hecho, la propuesta de LAB era que entre el 70 y el 75% del presupuesto de Osasunbidea fuera destinado a este fin. Y, sin embargo, este servicio, en opinión de la central, está “infradimensionado”. El propio sindicato, a través de un comunicado a finales de 2014, ya denunció que “muchos” centros de salud “requieren más personal y mejores dotaciones”, desde vehículos adaptados a más espacio, y sufren un exceso de la atención mediante guardias.

En este sentido, desde CCOO matizan que al menos se logró intervenir en atención primaria cuando, a finales de 2013, se firmó un acuerdo (en el que no participaron todos los sindicatos; es la conocida polémica de las urgencias rurales) para limitarse las guardias y así consolidar doce puestos de trabajo (seis de Medicina y seis de Enfermería). No obstante, la delegada sindical Carmen Pueyo lamenta la “precariedad” con que se realizan contratos para lograr una atención continuada, especialmente en la zona rural, donde se hacen contrataciones por días o, incluso, horas. En esta materia, para CCOO el objetivo debería ser lograr una atención continuada en jornada y con personal fijo, en lugar de las guardias y los Servicios de Urgencias Rurales como ocurre ahora.

Que los partidos hagan suyas las mejoras

Esta es la última polémica de un área, la atención primaria, necesitada precisamente de atención. Arillo lamenta, a este respecto, la “eventualidad feroz”, las jubilaciones no cubiertas, la falta de inversión y cómo se han descuidado proyectos como un plan de mejora (en 2010) para mejorar la organización y, por así decirlo, el triaje antes de pasar a una persona a consulta. Ahora, lo habitual es que se llegue en primer lugar al personal sanitario.

Desde la Asociación para la Defensa de la Salud Pública reconocen que, tras un tiempo sin movilizarse, ahora es un buen momento para hacer llegar sus reivindicaciones a los grupos parlamentarios para que “las hagan suyas” y se comprometan a mejorar la base del Servicio de Salud. Porque, según defiende, una atención primaria más cuidada permitiría una red “más robusta, que evita despilfarros”.

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