Un chaval de unos 12 años mira por la ventana del salón de su casa. Se sienta a la mesa y mira el móvil. Sobrevuelan en la estancia las últimas amenazas recibidas: “Eres un puto mierda. A nosotros ni te acerques, gilipollas, como te chives te matamos. No tienes cojones, pringao”. El chico se levanta, móvil en mano, se acomoda en el sofá, se refugia en un cojín, se abraza las rodillas, se mece adelante y atrás mientras las palabras siguen llenando su vida, “te vamos a partir la puta cara”. El chaval se levanta, va a su habitación y se pone el pijama. Por último, se disuelve y se hace invisible. La pantalla se funde a negro.
“Ningún niño, niña o adolescente debería ser invisible o desear serlo”. El vídeo cuenta con la participación del actor Nacho Guerreros, que sufrió acoso escolar en la infancia y ha presentado por toda España un libro en el que recoge la experiencia. “Un menor víctima de acoso escolar desarrolla un trauma debido al maltrato al que es sometido diariamente. Para procesar este trauma y que no le persiga durante toda su vida, una ayuda psicológica especializada en este tipo de casos es conveniente”, advierte Guerreros mirando a cámara.
Gracias a la colaboración de dos entidades sociales, a partir de este mes, Navarra cuenta con un servicio de atención psicológica especializada en bulling que se prestará de forma gratuita a las víctimas de acoso escolar y sus familias que carezcan de recursos para costear un tratamiento psicológico privado. Sus responsables son conscientes de que la guerra contra el bulling tiene demasiados frentes abiertos, y aunque reconocen el trabajo que ha comenzado a desarrollarse desde el ámbito institucional, lamentan y enumeran importantes carencias que deben afrontarse con urgencia. Entre ellas, destacan la atención psicológica especializada para las víctimas y sus familias.
Los protocolos de atención que implantan los centros escolares son demasiado lentos para la realidad urgente de las víctimas. Y los tiempos de atención de la Sanidad Pública son, directamente, inasumibles. “No es de recibo que un adolescente con tendencias suicidas vea a su psicólogo de la Seguridad Social una vez cada dos meses, con suerte”, denuncian los organizadores de esta iniciativa. Muchas familias afectadas por el acoso escolar recurren a psicólogos privados para atajar el problema, pero hay muchas otras familias en su misma situación que no pueden permitirse el lujo de pagar un tratamiento privado, advierten.
Cubrir esta deficiencia de los servicios públicos es la razón de ser del convenio firmado entre la Asociación Levántate contra el Bullying y la cooperativa de iniciativa social Kamira. “Con este convenio no nos olvidamos de las familias, que sufren y también son víctimas del acoso escolar. Ellas nos pedían que se nos escuchara, y eso es lo que más agradecen”, señala el presidente de la Asociación Levántate contra el Bullying, Josu Sesma. “El proyecto pone el énfasis en la calidad de la atención y del tratamiento psicoterapéutico, para que la ayuda que le prestemos le pueda beneficiar a la víctima de acoso durante muchos años”, indica el coordinador del programa de responsabilidad social de Kamira, Miguel Elorz.
De momento, se han dado un año de margen para trabajar en este servicio. Sesma lamenta la falta de cifras oficiales sobre el acoso escolar en Navarra, porque el departamento de Educación registró 200 casos durante el pasado curso escolar, pero su asociación trabajó con otros 65 casos, de forma que “no sabemos qué porcentaje de los casos estamos atendiendo, pero nos tememos que son solo la punta del iceberg”, advierte.
Kamira es “la primera y mayor cooperativa de iniciativa social de Navarra”, según su propia definición. Nacida en 2006 de la mano de 12 profesionales, cuenta en la actualidad con más de 130 profesionales dedicados a la educación, apoyo, asesoramiento y asistencia de niños y niñas, jóvenes, mujeres, adultos y familias. A través del convenio recién firmado, Kamira pone a disposición de las víctimas del acoso escolar y de sus familias tanto sus instalaciones en Berriozar como los servicios de atención psicoterapéutica de sus profesionales. A este servicio gratuito para las familias que no dispongan de ingresos suficientes se llegará a través de la Asociación Levántate contra el Bullying, encargada de la valoración inicial de los casos que se presenten.