“La LOMCE no es la ley de este Gobierno”. El consejero navarro de Educación, José Iribas, ha reiterado su disconformidad con el contenido y los plazos de la ley educativa aprobada por el Gobierno central y ha asegurado que, en este próximo curso académico, se incorporarán solo aquellas “novedades de preceptiva aplicación”, por lo que la Comunidad Foral “mantendrá su sistema propio”. Estas declaraciones chocan, sin embargo, con la interpretación realizada por el sindicato Comisiones Obreras, que asegura que por parte del Gobierno “no ha existido ninguna voluntad de desviarse ni un solo centímetro de lo que marca la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa del PP”.
Este contraste de declaraciones llega coincidiendo con el nuevo inicio de curso, que en principio contará con “alrededor de 107.000 alumnos”, según los primeros datos que maneja el Gobierno. Una cifra, por tanto, similar a la del pasado curso. Preguntado en la conferencia de prensa semanal del Gobierno sobre qué supondrá la LOMCE en el nuevo curso, Iribas ha asegurado que en Navarra “no le hemos dado ninguna vuelta al calcetín” y, por tanto, seguirá “con su propia política educativa, fortaleciendo sus fortalezas y mejorando los retos que siempre tenemos”.
Esta opinión choca frontalmente con la realizada por la Federación de Enseñanza de CCOO. La central ha defendido, a través de un comunicado, que “el consejero de Educación miente cuando resta importancia a la aplicación de la LOMCE”. Así, el sindicato ha lamentado que no se escucharan propuestas de mejora por parte de grupos que no fueran UPN, que la aplicación de esta reforma supondrá un “duro revés” para el buen funcionamiento del sistema educativo navarro y, por último, que la actitud del Gobierno es “combinar una retórica de foralidad y autogobierno con la fidelidad y el seguimiento casi ovejuno al gobierno del Estado”.
Los principales cambios
En cualquier caso, desde CCOO reconocen que los principales cambios no se notarán en este curso, sino en el siguiente, tras su aplicación en Secundaria. Entonces, ha augurado, la reforma educativa “pasará en Navarra como un rodillo implacable contra todos los avances pedagógicos y sociales de la educación de los últimos años. Se sacrifica en Navarra la Educación Plástica a partir de 4º de la ESO por la Segunda Lengua Extranjera, se establece una clasificación de las asignaturas, dando más importancia a las que serán valoradas en las evaluaciones externas, y relegando otras como la Educación Física o la Música”. Además, también ha lamentado que el consejero no se haya comprometido a garantizar “la no publicación de los resultados de las evaluaciones externas por centros”, para así evitar el establecimiento de un ranking de centros.