En un comunicado, el organismo ha señalado que en “nada compromete la seguridad de la obra, ni la estabilidad de la presa de Yesa, la situación generada en otra zona de la ladera, no relacionada con el área de deslizamiento, donde se ha producido un derrumbe de un talud, una afección local y superficial en el terreno de un volumen aproximado de 30.000 m3 y que, se reitera, no afecta a la seguridad de la obra, de la presa o a la estabilidad de la ladera derecha”. “En esta zona la Confederación realizará una acción de saneo y excavación”, ha expuesto.
Por otro lado, también ha recordado que “los movimientos locales, localizados y superficiales que se producen y se pueden producir en el futuro, en los límites del área de deslizamiento donde se realizó la obra de emergencia para su estabilización tampoco comprometen la estabilidad de la ladera”.
Desde la Confederación, cuando se hicieron públicos los últimos datos del movimiento ya estabilizado, el pasado mes de junio, se explicó que “la situación actual de paralización del movimiento global de la ladera no impide que puedan existir en un futuro movimientos locales puntuales relacionados con el proceso de vaciado del embalse en las zonas de perímetro del mismo, o en la propia ladera como consecuencia de efectos de la lluvia, pero esos movimientos no afectarían a las condiciones de seguridad de la ladera”.