Cuando la cooperación al desarrollo se convierte en una lotería

La Lotería no solo se juega el 22 de diciembre. Las Organizaciones No Gubernamentales lamentan que participan en ella cada año cuando concurren a las convocatorias públicas para obtener fondos. Una zona en desarrollo, un proyecto bien defendido y la voluntad de continuar el trabajo establecido pueden ayudar a lograr esas subvenciones, repartidas según unos criterios técnicos, pero el problema llega cuando muchas otras entidades de prestigio compiten por unos presupuestos cada vez más reducidos. En el caso del Gobierno de Navarra, la cifra ha bajado desde 2011, con la crisis, de forma drástica, y muy por encima de los ajustes realizados en otras áreas. En tema de cooperación al desarrollo, ha sido de en torno a un 80%. De contar con un 0,50% del presupuesto foral se ha pasado a un 0,11%.

“Al final, las ONG no sabemos qué proyectos van a continuar de un año a otro. Las entidades más grandes igual pueden aspirar a obtener financiación estatal o, incluso, europea, pero las más pequeñas, las que dependan únicamente de las subvenciones navarras, saben que van a tener que paralizar proyectos”, cuenta la presidenta de la Coordinadora de ONGD de Navarra, Patricia Ruiz de Irizar. Este colectivo, creado en 1998, agrupa en la actualidad a 60 entidades.

Por razones como estas, es habitual ver a ONG volcadas en la captación de socios, y entidades como Médicos del Mundo Navarra o Cruz Roja insisten en la necesidad de no depender únicamente de fondos públicos. De lo contrario, puede ocurrir como ahora, con las entidades esperando a que entre finales de año y comienzos de enero se publiquen las bases de la nueva convocatoria foral, que en principio se resolverá en marzo. Estas fechas son el resultado también de las reivindicaciones de las propias entidades, que exigieron que se tramitaran antes estas convocatorias para conocer qué proyectos podrían seguir adelante y cuáles, como explica Ruiz de Irizar, se verán afectados por “un paréntesis”, algo que en iniciativas en las que a menudo se piensa “a medio o largo plazo” puede resultar no solo una vuelta a empezar, sino un retroceso.

Esto es precisamente lo que la propia Coordinadora de ONGD, representada por Mariaje Huici, Amaia Leránoz y Enrique Abad, denunció la semana pasada en el Parlamento foral, a donde acudió para advertir al Gobierno Foral de que no puede continuar por esta senda de tijeretazos “drásticos” en cooperación internacional. “Fuimos un referente en cooperación al desarrollo y ahora lo somos por lo contrario, por los recortes”, apuntó Huici. “Estamos a la cola de España de Europa”, sentenció Leránoz.

Estas portavoces pusieron sobre la mesa las cifras: cuando el objetivo, en general, era llegar a destinar a cooperación al desarrollo un 0,7% del presupuesto, Navarra antes de la crisis había llegado al 0,50% y, ahora, se ha quedado en un 0,11%. Para la coordinadora, estas cifras resultan especialmente llamativas si se comparan con, por ejemplo, las destinadas por el Ayuntamiento de Pamplona para este fin, una entidad donde también gobierna UPN y que llegó a superar ese 0,7% y que, ahora, ha reducido ese porcentaje, “pero en la misma cuantía en la que ha recortado en otras áreas”, precisa Ruiz de Irízar. De ahí que la presidenta de este grupo de ONGD insista en que invertir en cooperación al desarrollo es una cuestión de “voluntad política”.

Por una fiscalidad más justa

En cualquier caso, para las ONGD, la cooperación debería entenderse como una política social más. Abad insistió, en este sentido, en la necesidad de plantear una fiscalidad en Navarra que comprenda que destinar recursos a zonas en desarrollo no es una cuestión de caridad, sino de atender unos problemas “globales”. De ahí que la Plataforma de Entidades Sociales (en la que, a su vez, está integrada la Coordinadora de ONGD) haya convocado para este martes, coincidiendo con la celebración del Pleno en el Parlamento que abordará la reforma fiscal propuesta por el PSN, una conferencia de prensa junto a la Cámara para reclamar un modelo fiscal más justo.

De entrada, la coordinadora ya reclamó a los grupos parlamentarios que, de cara a las elecciones, se comprometieran a recuperar la inversión en estos proyectos, destinando un 0,2% del presupuesto foral para finales de 2015 y un 0,50% para el final de la legislatura. Con el 0,7%, eso sí, siempre en el horizonte.