ETA (Euskadi Ta Askatasuna – Patria Vasca y Libertad) se fundó en 1959 con el objetivo de conseguir la independencia política de los territorios que considera parte de Euskal Herria: las tres provincias del País Vasco y Navarra en España y las tres vasco-francesas (Iparralde): Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa. La organización, considerada terrorista por sus atentados a partir de reinstauración de la democracia en España, se declara además de independentista, abertzale (patriota), socialista y revolucionaria.
Durante sus 59 años de existencia, si realmente se confirma su final el próximo primer fin de semana de mayo, ETA habrá asesinado a 829 personas. Del total de muertos contabilizados, 486 eran militares y policías y 343 civiles.
Fue el 2 de agosto de 1968 cuando llevó a cabo su primer atentado planeado: la operación Sagarra (manzana en euskera). Tres miembros de ETA esperaron a Melitón Manzanas, jefe de la Brigada Político-Social de Gipuzkoa y reconocido torturador de opositores al régimen de Franco, frente a su domicilio en la localidad guipuzcoana de Irun, un chalet llamado Villa Arana. Cuando apareció, abrieron fuego e hicieron blanco en siete ocasiones, en presencia de su mujer y de su hija.
Dos meses antes, en junio, había sido asesinado el guardia civil José Antonio Pardines -la primera víctima mortal de ETA-, pero no fue premeditado: ocurrió en un control de carretera en la N-1, a la altura de Villabona, en Gipuzkoa. Tras parar un Seat 850 cupé blanco y pedir la documentación a sus dos ocupantes, le dispararon un tiro en la cabeza.
42 años después de la muerte de su primera víctima, ETA mataba a la considerada la última: el jefe de Brigada de la Policía Nacional francesa Jean Serge Nerin. Nerin murió el 16 de marzo de 2010 tras un tiroteo con un grupo de miembros de ETA que habían asaltado un concesionario en las inmediaciones de París.
Entre ambas fechas, la historia de ETA es la historia del terror. Justificada por muchos durante la dictadura franquista, el asesinato del presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco durante la mañana del 20 de diciembre de 1973 es un ejemplo de la ETA anterior a la transición. La Operación ogro, perpetrada por el comando Txikia, hizo acopio de tal cantidad de explosivos que el Dodge 3700 GT de casi 1.800 kilos de peso que transportaba al presidente del Gobierno voló por los aires hasta el tejado de la Casa Profesa, anexa a la iglesia de San Francisco de Borja, donde Carrero acudía todas las mañanas a oír misa. Las circunstancias del atentado nunca se aclararon y sus autores se beneficiaron de la amnistía de 1977.
En 1974, la explosión de una bomba en la cafetería Rolando de Madrid causa 12 muertos. 1980 fue el año más sangriento, con casi 100 muertos, a pesar de la frágil democracia recuperada en España. En septiembre de 1985 colocaron el primer coche bomba; en junio de 1987 se produjo el atentado más mortífero, el de Hipercor, en Barcelona, con 21 muertos, por el que ETA llegó a pedir perdón. En diciembre de 1987, el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza causa 11 muertos. Y en mayo de 1991, se registraron 10 muertos en el atentado a la casa cuartel de Vic.
Algo comenzó a cambiar con el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara en enero de 1996. Poco después de capturarlo, en febrero, ETA asesina a Fernando Múgica, miembro histórico del Partido Socialista de Euskadi, de un tiro en la nuca. Días más tarde mata al profesor universitario, expresidente del Tribunal Constitucional y consejero de Estado Francisco Tomás y Valiente cuando se encontraba en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid.
Y nada más liberar a Ortega Lara tras 532 días de secuestro en un zulo, ETA asesina el 13 de julio de 1997 al concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco tras dos días de cautiverio. Seis millones de personas salieron a la calle indignadas por el crimen.
El 16 de septiembre de 1998, ETA anuncia una tregua y negocia con el Gobierno de José María Aznar. El 3 de diciembre se cumple el fin del alto el fuego y el 21 de noviembre de 2000 asesina a tiros al exministro socialista Ernest Lluch. El 30 de mayo de 2003 dos policías nacionales mueren en la localidad navarra de Sangüesa al explotar una bomba-lapa colocada en el vehículo en el que expedían el DNI.
El 18 de febrero de 2004, ETA declara una tregua en Catalunya. El 29 de febrero, la Policía impide una posible masacre al interceptar una furgoneta que portaba más de 500 kilogramos de explosivos que ETA planeaba detonar en Madrid. Los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en la capital de España, que causaron 193 muertos y más de 2.000 heridos, fueron atribuidos en un primer momento por el Gobierno de José María Aznar a ETA. Si bien finalmente la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo concluyeron que los responsables fueron miembros de una célula terrorista de tipo yihadista, PP y PSOE se acusaron mutuamente de ocultar información y el atentado afectó al resultado electoral de las elecciones generales, celebradas tres días después.
El 17 de mayo de 2005, el Congreso aprueba una resolución que autoriza al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a comenzar a negociar con ETA si la banda depone las armas, con el apoyo de todos los grupos excepto el PP.
El 22 de marzo de 2006, ETA declara un alto el fuego permanente, que entra en vigor el día 24. El 29 de junio Zapatero informa al Congreso de que iniciará el diálogo con la banda terrorista. El 30 de diciembre una furgoneta bomba explota en el aeropuerto de Barajas y provoca dos muertos. Zapatero pone fin al diálogo. El 5 de junio de 2007, ETA pone fin a su alto el fuego permanente, con efectos a partir del día siguiente.
El 1 de diciembre, presuntos etarras matan a dos guardias civiles en la localidad francesa de Capbreton tras un encuentro casual. El 14 de enero de 2008 Zapatero descarta cualquier opción de conversaciones de paz con ETA y dice que la única posibilidad es el rendimiento unilateral. El 7 de marzo asesinan al concejal del PSE Isaías Carrasco en Mondragón. El 30 de octubre explota un coche bomba en el campus de la Universidad de Navarra en Pamplona y causa 17 heridos.
El 17 de noviembre es arrestado el jefe militar de ETA, Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki, en los Pirineos franceses, cerca de la frontera. El 3 de diciembre muere tiroteado Ignacio Uría, propietario de una empresa de construcción que participa en las obras del Tren de Alta Velocidad, objetivo de ETA.
El 18 de abril de 2009 es arrestado en el sur de Francia Jurdan Martitegi, el nuevo líder militar de ETA. El 19 de junio, el inspector de Policía Eduardo Puelles es asesinado en Bilbao con una bomba lapa en su vehículo. El 30 de julio mueren dos guardias civiles en Palmanova, Mallorca, cerca del palacio de Marivent, donde la familia real pasa sus vacaciones estivales. El 26 de agosto, la Policía francesa arresta a tres presuntos etarras en una estación de esquí y descubre 13 zulos con armas en el sur de Francia.
El 14 de noviembre, Batasuna pide que se mantengan las conversaciones de paz entre ETA y España basándose en los principios utilizados en el proceso de paz de Irlanda del Norte. No tiene éxito. El 27 de febrero de 2010, miembros de Batasuna, ilegalizada por sus vínculos con ETA, y de Eusko Alkartasuna presentan un movimiento que dice querer actuar por vías democráticas. El 28 de febrero detienen a Ibon Gogeaskoetxea, jefe militar de ETA. El 17 de marzo muere un gendarme francés en un tiroteo, el primer asesinato de un agente galo por parte de ETA. Nicolás Sarkozy promete una persecución contra la banda. El 20 de mayo la policía francesa detiene al supuesto líder militar de ETA Mikel Kabikoitz Karrera Sarobe, alias Ata.
El 5 de septiembre, ETA anuncia que hace varios meses decidió “dejar de realizar acciones armadas” en un comunicado dirigido al periódico Gara. Tras insistir en ello el 19 de septiembre ante el escepticismo del Gobierno de España, la organización dice estar dispuesta a adoptar un alto el fuego permanente e incluso “ir más lejos” si se crean las condiciones para ello. Miembros de la izquierda abertzale presentan un documento pidiendo a ETA el cese unilateral de la violencia.
El 10 de enero de 2011, ETA anuncia un “alto el fuego permanente, general y verificable”. El 20 de octubre hace público el “cese definitivo” de su “actividad armada”. El 17 de diciembre la izquierda abertzale muestra su “pesar” a las víctimas “provocadas tanto por la violencia de ETA como por las estrategias represivas y de guerra sucia de los estados español y francés”.
El 9 de marzo de 2012, ETA pide al Gobierno francés la apertura de “un diálogo sobre las consecuencias del conflicto vasco”. El 26 de abril el Gobierno español pone en marcha un programa integral dirigido a los presos de ETA. El 2 de junio, los encarcelados se declaran “conscientes del múltiple dolor generado” por la violencia. El 15 de junio Segi, la organización juvenil de ETA, anuncia su disolución. El 20 de junio el Tribunal Constitucional permite que Sortu sea inscrito como partido político. El 16 de septiembre Arnaldo Otegi pide sus “más sinceras disculpas” a las víctimas de ETA. El 24 de noviembre ETA pide negociar sobre presos, su disolución y la “desmilitarización” de Euskal Herria.
El 18 de febrero de 2013, el que fuera jefe del aparato militar de ETA, Garikoitz Azpiazu, alias Txeroki, afirma que ETA “lamenta los daños causados” a las víctimas de atentados que “no tenían que ver con el conflicto”. Desde el 14 de marzo, políticos, ciudadanos y expertos internacionales participan en el Foro Social para Impulsar el Proceso de Paz. El 27 de septiembre, ETA sostiene en un comunicado que “no puede aceptar” que tenga que “renegar” de su “trayectoria de lucha y asumir el relato de los opresores”.
El 30 de septiembre se detiene a 18 personas vinculadas a Herrira, la organización de apoyo a los presos etarras. El 21 de octubre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos anula la doctrina Parot, que es el nombre habitual con el que se conoce la jurisprudencia por la cual la reducción de penas por beneficios penitenciarios (trabajo, estudios...) se aplica respecto de cada una de ellas individualmente y no sobre el máximo legal permitido de permanencia en prisión. El 28 de diciembre, el colectivo de reclusos de ETA reconoce el “daño causado” y acepta un proceso escalonado.
El 21 de febrero de 2014, ETA anuncia que deja “fuera de uso operativo” parte de su armamento. El 11 de marzo, presos de ETA enfermos y mayores de 70 años comienzan a pedir, por primera vez de manera individualizada, el traslado a cárceles de Euskadi. El 20 de julio la banda anuncia que ha “desmantelado” las “estructuras derivadas de la lucha armada”. El 30 de julio se condena a 20 de los 34 acusados de financiar a ETA a través de las herriko tabernas a penas de un año y tres meses a tres años de cárcel.
El 7 de marzo se disuelve la Red Ciudadana por el Acuerdo y la Consulta Lokarri. El 7 de mayo de 2015, ETA se muestra dispuesta a compartir con el Gobierno vasco y “el resto de agentes políticos y sociales” vascos el diseño de un proceso de desarme. El 22 de septiembre cae la cúpula de ETA con la detención en Francia de David Pla e Iratxe Sorzabal. La banda anuncia el día 30 que pese a las detenciones “mantiene los compromisos”.
El 13 de enero de 2016, miembros de la cúpula de la reconstruida Batasuna admiten ante la Audiencia Nacional su relación con ETA y pactan con la Fiscalía condenas de hasta dos años de prisión. El 1 de marzo sale de la cárcel Arnaldo Otegi. El 2 de octubre asegura que esta tiene que ser “necesariamente” la legislatura del desarme definitivo de ETA. El 12 de octubre se halla en un bosque de Francia el mayor arsenal localizado en ese país desde 2004, con el que ETA pretendería negociar con España y Francia su desarme. El 5 de noviembre detienen en Francia al presunto jefe de ETA Mikel Irastorza. El 17 de marzo se interviene en Luhuso -País Vasco-francés- un depósito de ETA que serviría para simular el desarme, según Interior. El 27 de diciembre el colectivo de presos acepta permisos individuales pero “sin arrepentimiento”.
El 17 de marzo de 2017 se anuncia el desarme definitivo de ETA para el 8 de abril. El día 7 de ese mes se declara “organización desarmada”. La Comisión Internacional de Verificación confirma la entrega a las autoridades francesas de la localización de los arsenales de ETA.
El 18 de septiembre, la banda terrorista emite un nuevo comunicado en el que afirma haber estado discutiendo un documento interno en el que se aborda “el fin de su ciclo y función”. Especialmente delicado en clave interna es el destino de los 300 presos que todavía permanecen en prisión. Francia ha acercado en lo que va de 2018 a 9 presos a cárceles próximas al País Vasco. Situación radicalmente diferente a la de España, donde el Gobierno no ha movido un ápice su política carcelaria. Más del 90% de los reclusos (unos 230) está en primer grado y sin visos de modificar esta situación para poder acceder a otro tipo de beneficios carcelarios, tras el rechazo a las solicitudes para pasar a segundo grado de quienes lo habían solicitado (la mitad del colectivo).
El preso de ETA Xabier Rey Urmeneta, natural de Pamplona, muere el 6 de marzo en la prisión de Puerto III de Cádiz, es el último fallecimiento relacionado con la política carcelaria y la dispersión. ETA aprovecha el 1 de abril su tradicional comunicado del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca) para “honrar” el esfuerzo y el sacrificio de sus militantes.