Ni la reforma fiscal ni el proyecto de presupuestos para 2018 han cambiado sustancialmente tras el debate de enmiendas parciales. Ambos proyectos están listos para su último trámite parlamentario en un pleno previsto para la próxima semana. Con modificaciones de poco calado, el cuatripartito ha permitido la aprobación de las enmiendas pactadas entre los cuatro socios y ha rechazado la mayoría de los cambios presupuestarios propuestos por la oposición. Otro tanto ha ocurrido con la reforma fiscal, que seguirá suponiendo un incremento de la presión impositiva a los navarros tras su paso por la comisión de presupuestos.
Las sesiones de debate de las enmiendas parciales a los presupuestos y a la reforma fiscal presentadas por el cuatripartito han recordado mucho a los periodos en los que UPN gozaba de mayoría parlamentaria y podía aprobar sus proyectos sin hacer concesiones a la oposición. Los grupos que hoy sustentan al Gobierno de Uxue Barkos criticaban entonces a los nacionalistas por aplicar el “rodillo parlamentario”. En esta ocasión, quienes han hecho uso del rodillo han sido Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda Unida, que con sus 26 votos han sacado adelante únicamente los cambios que habían consensuado previamente entre ellos. Pequeños ‘ajustes de cuentas’ entre socios que no habían sido reflejados en el anteproyecto de presupuestos y que se hacen realidad durante el debate en comisión.
Puesta esta realidad en cifras, la comisión ha debatido 692 modificaciones. Los socialistas proponían 263, UPN presentaba 218, los socios del cuatripartito sumaron 114 y el PP mantuvo 97. De todas ellas, recibieron el visto bueno de la comisión y serán incorporadas al presupuesto para el próximo año 149 enmiendas. De ellas, 138 llevan la firma de los cuatro socios de gobierno.
Así las cosas, las principales sorpresas que se han revelado durante el debate han llegado de la mano de las discrepancias entre los socios del cuatripartito. El ejemplo más llamativo ocurrió durante el debate de las enmiendas del departamento de Derechos Sociales, que dirige Miguel Laparra, de IU. Dos enmiendas de UPN y otra del PSN proponían incrementar en más de dos millones de euros la financiación de los centros de educación de cero a tres años, dependientes del departamento de Laparra. Geroa Bai, EH Bildu e IU siguieron las directrices de su pacto y votaron en contra de las enmiendas. Podemos, sin embargo, anunció su voto favorable y las tres modificaciones fueron aprobadas, ante el pasmo de sus tres socios programáticos. Ocurrió en la sesión matutina. Cuando la comisión retomó su trabajo por la tarde, el cuatripartito ya había sofocado el incendio disidente que había provocado Podemos: la formación morada anunció que la aprobación de este dinero se había producido “por error” y que el cuatripartito presentará en el próximo pleno otra modificación presupuestaria para dejar sin efecto esa financiación extra, no contemplada en su pacto.
Otra de las enmiendas que requirió de un fuerte ejercicio de disciplina de voto para los miembros del cuatripartito fue la propuesta para que el departamento de Interior destine más de 114.000 euros a sustituir la custodia policial de la Comisaría de Beloso por un servicio privado de seguridad. Esta privatización del servicio obedece, según explicó Interior, a los recortes que van a producirse en el presupuesto de Policía foral tras la devolución de la ley de Policía que impulsó la consejera María José Beaumont. La titular de Interior anunció que la no aprobación de su proyecto de ley supondría un “repliegue” de la Policía foral, y los presupuestos que ha preparado para el próximo año así lo reflejan. Podemos e Izquierda Unida, que propiciaron el rechazo de la ley Beaumont, votaron sin embargo a favor de delegar en guardas jurados la vigilancia de la Comisaría de Beloso.