Lo intentaron por todos los medios, pero ningún alumno navarro se librará, finalmente, de las evaluaciones diagnósticas de la LOMCE. Encierros en colegios, más de 1.000 firmas presentadas ante el departamento de educación para evitar la prueba, cartas dirigidas a directores de centros o misivas de padres mostrando su disconformidad con las pruebas, no han servido para nada. Educación sigue adelante y ningún alumno podrá evitar hacer la prueba, aunque sea en días diferentes a cuando la realizaron los compañeros que sí acudieron al centro. Educación se asegurará de que ningún niño de tercero de primaria se quede sin su examen.
El Departamento de educación ya informó a las asociaciones de Padres y Madres de que ningún alumno evitaría hacer la prueba. Si no era el día pactado con el centro porque el niño no acudía a clase, la prueba se realizaría otro día, y así ha sido. El departamento de Iribas sofoca así la insumisión a la LOMCE a pesar de que los padres de cientos de alumnos hayan mostrado su disconformidad con la realización de las evaluaciones. Poco les queda por hacer, y las federaciones de asociaciones de padres y madres Herrikoa y Sortzen claudican ante lo que califican de “imposición” por parte del departamento.
Navarra ha sido la Comunidad autónoma más madrugadora en la realización de estas pruebas, comenzando la evaluación junto con Cataluña. Los padres han mostrado su rechazo a los exámenes por considerar que los 8-9 años es una edad muy temprana para someter al alumnado a este tipo de evaluaciones. Además, en la apuesta por la evaluación formativa y del docente, rechazan que sea un ente y profesor externo quien califique los exámenes que conducirán a que el profesorado “tome medidas ordinarias o extraordinarias”, según recoge la propia ley, en función de los resultados de la prueba. Las familias propusieron soluciones como que estos resultados fueran anónimos, para evaluar el sistema educativo pero no a los alumnos a nivel individual, pero fue rechazada. Del mismo modo, Educación rechazó la otra alternativa de las familias que no querían que sus hijos realizaran la prueba, que los resultados no formaran parte del expediente del alumno.
300 familias en contra
Antes de realizar la prueba unas 300 familias habían mostrado a los centros su rechazo a la evaluación que se realizaría a sus hijos, familias que no han podido esquivar la prueba, obligatoria, y que ha sido o será realizada a todos los alumnos, sin excepción. Las casi mil firmas presentadas ante el departamento, y los intentos de librar a alumnos de 8 años de realizar un test que condicionará su futuro académico, no han servido para nada en Navarra.