El 24,1% de los jóvenes menores de entre 16 y 29 años logra emanciparse en Navarra. El dato es similar al de otras comunidades como Madrid, la CAV y La Rioja, y también supone un aumento con respecto a los 12 meses anteriores, según los datos registrados en el último trimestre de 2014 por el Observatorio de la Emancipación del Consejo de la Juventud de España. ¿Quiere eso decir que la juventud navarra tiene más facilidades para dejar el hogar familiar? Sí es cierto que la capacidad adquisitiva de los jóvenes de la Comunidad Foral, según el mismo estudio, es mayor que la media de las comunidades y que, si se tiene en cuenta a la población de 16 a 34 años, la tasa de emancipación es la segunda más alta de todo el país; no obstante, “el objetivo debería ser mirar a Europa, porque la clave está en qué espejo mirarse, y ese debe ser por ejemplo los países nórdicos”. Según los datos de 2013 de Eurostat, recogidos por La Vanguardia, en Suecia los jóvenes dejan el hogar de sus padres y madres a los 19,6 años de media, en Dinamarca es a los 21 y en España, a los 28,9. De ahí que “haya que dar la vuelta a las estadísticas. Y estas indican que, en Navarra, casi el 75% de los jóvenes no se emancipan”.
Así valora los datos Jokin Castiella, parlamentario de Geroa Bai, una coalición que durante la campaña electoral abogó por impulsar en la Comunidad Foral una Ley Foral de Emancipación para “acercarse a esas tasas europeas”. La idea es promover mejoras educativas, para facilitar la empleabilidad y así conseguir esa emancipación estable. Porque, en opinión de Castiella, no tendría sentido dar únicamente ayudas directas si después esos jóvenes no pueden acceder a un empleo que les garantice esa independencia.
El Observatorio mencionado, en un balance que se ha dado a conocer esta semana, destaca eso sí que la tasa de paro entre los menores de 30 años se ha reducido (es la más baja de España) y la tasa de empleo ha logrado el mayor crecimiento de todo el Estado. Otra cuestión son las condiciones de ese empleo, algo que a menudo han denunciado sindicatos como CCOO y UGT en Navarra: se habla de una sobrecualificación para esos puestos (en el caso de Navarra, llama la atención que el 65,7% tiene estudios secundarios postobligatorios o superiores, una cifra 9,7 puntos porcentuales mayor que la media estatal) y de temporalidad. De hecho, según los datos del Servicio Público de Empleo (SEPE), el 95% de las contrataciones fue temporal y solo un 5%, fija.
CCOO Navarra, por ejemplo, ya denunció que este tipo de situaciones dificulta que la juventud pueda desarrollar sus proyectos de vida “a medio y largo plazo”, cuando hace un año advertía que prácticamente solo dos de cada diez jóvenes podía emanciparse. El secretario de Acción Sindical de CCOO Navarra, Ricardo Jimeno, lamenta que para este sector de la población quedarse en casa de sus padres y madres no sea una elección: “Si el paro afecta más a los jóvenes, sin los empleos son eventuales y a tiempo parcial, y se estima que pueden necesitar 1.900 euros al mes para hacer frente a una vivienda, está claro que en esas condiciones, la emancipación es imposible”.
Un proyecto a largo plazo
Porque, pese a todo, en ese final de 2014 en torno al 45% de los menores de 30 años no participa en el mercado laboral. De ellos, prácticamente nueve de cada diez está estudiando, y Jimeno se pregunta si esto al final no es una forma de dilatar su acceso a un mercado laboral que no cumple sus expectativas. En general, el nivel de ingresos de los hogares jóvenes en Navarra es superior a la media estatal, pero el problema se centra entre aquellos y aquellas jóvenes que están en el paro. Según datos de 2013, el 18,1% de las personas de 16 a 29 años estaba en situación de exclusión social.
El tema es complejo y de ahí la necesidad de plantear soluciones integrales. El acuerdo programático pactado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra para promover un cambio de gobierno en Navarra incluye impulsar el Observatorio de Juventud (y no crear, como por error se ha señalado en este artículo, porque ya existe). Así, por ejemplo, uno de los estudios realizados (el Diagnóstico de la Juventud navarra 2014) anunció a finales de 2014 que uno de cada dos jóvenes navarros estaba dispuesto a irse al extranjero para trabajar: en una encuesta, el 28% aseguraba que lo veía muy probable, y el 25% bastante probable. Sobre la emancipación, entonces ya se recogía que el 74,3% de los y las jóvenes vivía en el hogar familiar, aunque a uno de cada tres le gustaría abandonarlo.
El acuerdo programático habla, de forma específica, de crear un área específica sobre emancipación. En este apartado, se apuesta por fomentar el emprendimiento, la I+D+i o el relevo generacional en el medio rural. Casi nada. Por ello, desde Geroa Bai reconocen que se trata de un proyecto a largo plazo, que durante la primera legislatura se centraría en el empleo para, después, o de forma paralela, plantear medidas sociales. También se incluye, por ejemplo, fomentar el acceso a la vivienda pública de alquiler social, con un porcentaje reservado para personas jóvenes. Diferentes soluciones para un problema que, a veces, parece sin salida (de casa).
(Edición actualizada).